Un día nos encontraremos, será como antes o tal vez nos acerquemos un poco
al momento en el que no éramos más que unos mocosos tratando de pasar
pruebas, pegando las piezas del rompecabezas que nos ha planteado esta vida
con lo que teníamos a mano y sonriendo en cada amanecer.
Después todo se torna una diáspora, un éxodo fríamente ejecutado e incluso
el arriero se ha ido a buscar otras pasturas, dejando al viejo can oteando el horizonte
para saber cuándo podrá perseguir a los que se apartan de la manada.
Puedo recordar los rostros, los nombres, las risas y cada cosa que descubrimos,
incluso podría buscar en el fondo de mi memoria para extraer alguna anécdota.
Algo más que volcar aquí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario