Se desploman como
grandes pilares
rugiendo en vano,
esta es mi realidad
combatir durante
un invierno eterno.
Los lobos aúllan,
quiebra su canto de guerra
éste paisaje blanco mientras
parece que no avanzamos nada.
Un movimiento segador
la memoria se desvanece,
recuerdo vagamente
que precipito enemigos
hacia el inframundo,
si es que queda alguien
para recibirlos.
¿Una eternidad o segundos?
¿Qué importancia tiene ahora?
Cuando la llanura se abre
ante nosotros esperando
que la nave atraque
para que dé comienzo
la acometida final.
De los gigantes caídos
no queda el recuerdo,
la espada en la mano
y el resto de los guerreros
a tu lado son ciertos,
el presente es una espera
hacia un futuro rojo
aguardando a nuestros enemigos.
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