Fue una mezcla de limón y de tequila,
algo tan dulce que aún hoy puedo recordarlo.
Nos quedamos solos en un rincón olvidado
besándonos despacio, algo que no habíamos
probado antes de ese día.
Y luego el mar fue testigo de ese vaivén
de labios encontrados, hasta el momento
en que nos separamos en la noche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario