Necochea
Yo iba hacia el Camping Americano en una vieja bicicleta que pertenecía
a Pocholo, el tío de un amigo de la vida. El verano venía ahí por el 2004 con
las hormigas volcándose sobre la costa atlántica y buscando un lugar que ocupar
con sus rutinas que saben a bodrio. Tras las actividades en el predio en
cuestión veía irse el sol apoyado en un viejo árbol, mientras leía un libro detrás
de otro únicamente con el fin de pasar el mes de enero y que llegué el siempre
confiable febrero (por lo corto). En las noches tenía una rutina parecida hasta
que el sueño venía, comprando un par de frutas antes de salir al día siguiente
rumbo al hábito aprendido.
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