Todo estaba preparado,
sus compañeros se guarnecían
del posible resultado de la detonación.
El simplemente esperaba que le dieran
la orden de culminar con el plan
de semanas de trabajo.
Su viejo jefe le dio una palmadita
en el hombro y esa fue la indicación,
sintió las vibraciones mientras
los rascacielos se derrumbaban
frente a sus ojos.
Luego, dejando a las cuadrillas
que se ocuparían de la limpieza
se dirigió hacia el mar.
Las olas le acariciaron los pies,
notando como éste movimiento
se asemejaba al que había
sentido anteriormente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario