Mañana será el día en el que dejemos
la paz de éste lugar para ir de nuevo
hacia esa costa crispada.
El tiempo se ha ido,
lento e implacable,
ya siento la vela hincharse
al recibir el aire del oeste
que nos empuja lejos de Océano.
Y de tus brazos,
el calor de tus caricias
en la mañana cuando sabíamos
que no había otra cosa que
la burbuja en la que morábamos
lejos de todas esas cuestiones mundanas.
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