Es una noche fría, observo el andén de la estación de ómnibus de San Bernardo del Tuyú. Es increíble como las personas tienden a ir y a venir en nuestras vidas. Recuerdo varios detalles de la adolescencia allá al sur de los Tres Arroyos.
Sin embargo hay rostros que no veo hace tiempo, los que espero actualizar algún día. Es como una foto que pasa de color a blanco y negro, tal vez por eso la memoria se vuelve selectiva conservando sólo ciertos momentos.
Una tarde del otoño, una sonrisa, una despedida, el baile de egresados, las terminales que pasan deprisa y henos aquí. Justo en donde la costa se curva hacia el interior de la provincia.
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