jueves

Libre

Éste invierno viene
un soplo helado de otro tiempo
me golpea la cara,
esta ventisca tiene el color
de esos dos faroles gélidos.
El fuego crepita
mientras me acurruco a tu lado,
olvidadas las penas en medio
de esa maraña de cabellos
que caen sobre tu espalda
como la lluvia tibia.
Nuestros caminos convergen
en medio de la desolación
formando un muro que frena
tanto materialismo y vanidad.
Así es como debe ser
alejado finalmente de los hilos
invisibles que ahora yacen cortados,
mientras un grito surge desgarrando
al resto de las marionetas
que la emperatriz aún controla.

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