Culpable yo por no ver la realidad.
Culpable tu por conformarte con sobrevivir
haciendo lo que sea necesario.
Culpables ella y él, por dejarse llevar
hacia un abismo profundo llamado codicia.
Culpables nosotros como nación, por no
poder exigir justicia y ver a nuestros hijos
morir uno detrás de otro, mientras sólo
recordamos hasta que el tiempo lo desgasta.
Culpables ellos, que han inventado esta puesta
en escena y han tomado cualquier medio
para asegurarse la impunidad.
Culpables, todos culpables
pero nadie se ha enterado
ya que solo el tiempo los juzgará,
el mismo con el que olvidaremos
las faltas cometidas.
La larga marcha del desgaste,
de las velas encendidas por los que perdimos
y por aquellos que nos quitaron.
Culpables, solamente eso, culpables
pero sin condena alguna excepto la
de la historia.
Una verdadera mierda que no me
sirve de nada, un conformismo estúpido
y vacío, como toda esa hipocresía
de la libertad, la igualdad y la fraternidad.
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