martes

Sesiones de un naufragio

S1.

El náufrago es un sujeto bastante particular, capaz de las hazañas más asombrosas.
Puede ser lo que quiera, pero sin embargo prefiere vagar por las calles de la jungla de asfalto buscando en las grietas un puñado de flores y bebiendo el agua de la lluvia.
Es cualquiera de las personas que escalan los cielos buscando un pedazo de pan para poner sobre la mesa y generar en su tiempo libre la música que lo acompaña el resto de la semana.
El náufrago sos vos, a diferencia de mí que elegí otro camino. El náufrago sabe lo que es sufrir en silencio pese a que detrás de esa barba esconde una mueca burlona.

S2.

Algo se agitaba en su interior, el viento costero lo crispaba y no se podía quedar en un lugar. En los noventa inició un viaje, tomando una senda distinta a la de nosotros y su brújula fue lo imprevisto.
Se alejó en el horizonte sobre esas dos ruedas que besaron nuestra tierra por última vez. De eso se trata naufragar, de intentar algo, fracasar y volver a tratar hasta lograrlo.
Así es como vive sus días.

S3.

El mora cerca del río, precisamente porque ese curso de agua le trae la memoria de su primer amor que aún lo aguarda.
El sólo le rinde tributo a Wotan, por eso vive rodeado de lobos y cada tanto recibe la visita de un ave negra que le cuenta lo que ocurre afuera de los muros de acero.
Entonces comienza a tocar la batería, marcando el paso de las horas y deteniéndose los relojes a la espera de un nuevo amanecer.

S4.

Otros lo han intentado, sin embargo la vorágine de la corriente se los termina llevando.
Pero él no, sabía que su destino era naufragar para volver a empezar y así dejó los temores de lado. Prefirió seguir a su espíritu forjado allá en el sur de la provincia.
De a poco ha ido dándole a la ciudad gris, parte del color que tiene simplemente con sus dos manos y una bocanada de humo que lo acompaña a donde sea que vaya.
De eso se trata naufragar, de salir de los restos de la destrucción para volver a empezar.
El resto de nosotros somos meros espectadores.

S5.

El protagonista de éste relato existe, de hecho sus actos han trascendido las fronteras. Simplemente es aquello para lo que ha nacido, tratar de comprenderlo sería tratar de enmarcarlo.
Viene a ser algo así como un dibujo sobre un muro, interminable, siempre habrá algo pintado allí.
Para el común de las personas podría ser considerado un loco, pero no lo es. Es mucho más que la mayoría de los individuos que se la pasan quejándose sin tratar de cambiar las cosas.
Es arte en sí mismo, precisamente eso hará que trascienda dejándole una parte de su ser aunque sea escrito en una pared de esa ciudad que no comprendo.

S6.

La última vez que nos vimos recibí una capa, mojada por el mar en distintas costas y secada por el viento.
De eso se trata esto, de levantarse y seguir. Naufragar es una  simple metáfora.
Es darle un nombre a algo que nos ocurre a diario, no basta con pensar que tenemos un objetivo sino concebir la idea que lo lograremos.
Precisamente eso es lo que lo distingue a él del resto, sabe que alcanzará sus sueños.
Y de eso están hechas las cosas, la vida es un sueño.

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