Viejo compañero,
tu imperturbable presencia
contrasta con las cosas
que ocurren alrededor.
Fiel testigo de alegrías,
añoranzas y encuentros.
Sabio guardián de momentos
compartidos, recuerdos que se
atesoran cebada tras cebada
y que al amanecer, cuando
la aurora llega ventosa, se escurren
como el calor de éste mate amigo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario