I)-
A través del bosque de los susurros deambula la banshee,
como una hechicera enloquecida siguiendo el rastro de la luz,
esconde su rostro tras una máscara pero el color del fuego
de sus cabellos muestra la intensidad de su espíritu.
Va en busca de la luz en medio de los árboles de la oscuridad,
hasta el claro en el que la fuente luminosa le devuelve
la magia que perdió y comienza a danzar iluminando
todo aquel lugar, su vestido del color de la arena de Océano
se agita en el viento mientras sigue retomando
el rumbo que extravió cuando su corazón se hizo de piedra.
II)-
Alexandra surca las dunas,
aprendió a hacer eso
viendo como los enormes gusanos
que moran en los desiertos
se movían como en el agua.
Va al encuentro del sol
en la patineta que le obsequiaron
cuando era sólo una niña,
su vestido blanco resplandece
sobre el colchón
en el que no deja marca.
En el este se encuentra el oasis,
ese pequeño lugar que hace
que se olvide de todas las penas
cuando se sumerge en el
agua cristalina y pura.
Los peces parecen pequeños
espejos de colores,
agitando la superficie azul
mientras nada en ella.
Ya el recuerdo del amor perdido
se va disolviendo como la arena
ardiente que aguarda afuera,
pero a ella eso no le importa
dado que siempre puede volver
a ese pequeño rincón de esperanza.
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