La luna emerge roja desde el océano,
su brillo es ahora color carmesí
y el caballo de guerra que viene
de ese lugar cabalga por la orilla.
Sus cascos encienden la costa
el mar tendrá trabajo para apaciguar
las llamas de ese andar furioso.
Somos eso, burbujas yendo hacia
la superficie en ese azul infinito
que es nuestra existencia.
Sin saber cuándo el mar
la volverá un recuerdo en el oleaje
que ahora combate las llamas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario