martes

Versos

Juan toma la bigüela y la hace llorar,
el atardecer se ve inundado de los
recuerdos que vuelven en forma de notas.
Regresan como las bandadas en ese cielo
violeta, que según su Madre anuncia 
al viento de la siguiente mañana.
A Juan la pena lo consume cuando rasca
las cuerdas de esa vihuela, rostros de
personas que ya no están, risas, alegrías
y tristezas, amores que han pasado ante
un testigo mudo que hoy se descarga
en todo su esplendor.
Juan pone el alma en cada nota,
mientras la tarde baja el telón
se inicia el concierto,
el mate amigo espera para la ocasión
y así las horas se vuelven eternidad.
Juan sabe que está dejando una parte
de sí en la composición, algo que lo
sobreviva cuando se convierta
en parte de ese lucero eterno
que yace sobre todos nosotros.

No hay comentarios.: