Hay un momento en el que el espíritu
necesita de la soledad, junto al fuego
que hoy despide una estela gris
hacia las estrellas en esta noche helada.
Una copa de vino, la paz del hogar
y tus brazos tibios en el lecho, son la
recompensa de un mes agitado.
Me siento cansado pero a la vez aliviado
de tanta carga y viajes, he vuelto al
lugar en donde me he sentido a gusto,
esos claustros encierran ecos de historias
pasadas y dejan un lugar para el futuro.
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