El yunque amortigua el golpe,
el fuego arde intensamente
y el herrero bebe un trago largo.
Luego sigue con su incesante tarea,
la de forjar armas con su pincel de artista
en un crisol de colores.
Desde afuera se puede percibir el calor de las llamas
y las criaturas malvadas se mantienen lejos de la forja de HammerHand.
Salud Guerrero. Por la Horda.
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