Viento, llevátelas lejos a que conozcan el océano infinito y se disuelvan en medio de las olas, como una tormenta suave que se vuelve un arcoíris.
Eso es lo único que ha de perdurar de éste momento tormentoso, así que no te preocupes por algo tan insignificante.
Eso sí, respeta al trueno que anuncia que lo peor ha pasado. El relámpago ya golpeó y ahora puedes dejar de esconderte.
Piensa en lo pequeño que somos la próxima vez que te creas que eres lo mejor.
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