P.G.F.
Soy un desconocido al que el tiempo le hurtó los rulos y le dejó más de una rabieta.
Un huachu convertido en citadino pero sin perder el alma de pajuerano.
La incógnita al final de una pregunta capciosa.
El de la calva cultural y soberbia, que esboza una mueca llamada sarcasmo cuando habla.
Un inadaptado digital persiguiendo palabras extrañas en un papiro codificado.
El orco resocializado entre humanos, el punto y aparte, la coma, punto y coma.
Un ¡qué! sin abreviaturas ni reducido a una k.
Atrapado en los naufragios de la ortografía y la gramática, zozobrando en un mar de dudas lingüísticas.
Gaijin, sassenach, de afuera y de palo, triángulo en un mundo de círculos.
No encajando pero indeformable.
Un huachu convertido en citadino pero sin perder el alma de pajuerano.
La incógnita al final de una pregunta capciosa.
El de la calva cultural y soberbia, que esboza una mueca llamada sarcasmo cuando habla.
Un inadaptado digital persiguiendo palabras extrañas en un papiro codificado.
El orco resocializado entre humanos, el punto y aparte, la coma, punto y coma.
Un ¡qué! sin abreviaturas ni reducido a una k.
Atrapado en los naufragios de la ortografía y la gramática, zozobrando en un mar de dudas lingüísticas.
Gaijin, sassenach, de afuera y de palo, triángulo en un mundo de círculos.
No encajando pero indeformable.
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