lunes

Negro, gris y blanco

I) Negro, gris y blanco.

Hacia la luz, me encontré con un salón recubierto de ella con una  niebla que venía de todos lados alterando la escena.
Grandes columnas se alzaban hacia el techo, si es que había uno.
Hallé al guardia y le pregunte por Él, se limitó a señalar con su mano  izquierda hacia mi derecha.

Encontré a H.H. trazando una fórmula en una pizarra.
-Todo es blanco aquí pero mi vestimenta sigue siendo negra, ¿sabes por qué?.
-Demasiado tiempo en las sombras respondió, aunque a diferencia de  otros tú no le perteneces.
Siéntate en esa roca y espera a que se disipe la noche de tu armadura.

H.H. siguió escribiendo su fórmula mientras reposaba sobre la enorme piedra.
Unos ladridos me sacaron de mis pensamientos, estaba jugando con el guardia y donde había uno ahora se alzaban doce blandiendo sus alabardas para tratar de detener al can.

-Se pone así cuando termina de cenar dijo H.H.,  está completamente loco.
Dejó la tiza sobre la pizarra y se dirigió hacia la gruesa niebla.
Lo seguí notando que mis ropas eran grises en ese momento y al llegar a la puerta todo era blanco como aquel lugar.

H.H. llamo a su mascota quien atravesó la puerta seguido por los dos.
-Ahora que estas en casa me dijo ¿qué tal una partida antes de los ravioles?.

II) Salones.

Hacía un rato largo que H.H. se había ido dejándolo frente al tablero.
Sus intentos de sacrificar peones no habían dado resultado, su oponente esquivaba todos
sus ataques sin problemas.

Cansado de no saber qué movimiento intentar se levantó y recorrió el salón encontrando
varias puertas.
Cruzó una de ellas viendo a una mujer que barría ese salón de mármol.
-Está gris, nunca blanco pero tampoco negro.
El observó el lugar, no notaba el tono gris, era todo negro.
La mujer le recordó a alguien alguna vez en su pasado, la memoria no salió a la luz.

Se alejó de allí encontrándose con otros lugares que ver. 
Una escoba yacía en el umbral de uno de estos, la tomó y comenzó a barrer sin prisa.

H.H. apareció observándolo:
-Éste es blanco, sólo debes mantenerlo así dijo. Aún no moviste, ¿queres qué te ayude?.
Siguió a su interlocutor viendo hacia atrás, sintió un poco de pena pero tras finalmente mover sobre el tablero se le pasó.

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