martes

Siete

Esos dedos chiquitos aprisionaron al sol
para que la noche tuviera que esperar
y marcaron nuestras vidas con el correr
de las horas, apoderándote de nuestros
corazones ni bien llegaste.

Siete son los pasos hacia la calesita
donde se esconden los unicornios,
siete las veces que pasas por cada juego
de la plaza, en donde el tiempo se detiene
y sólo una la vez que me diste un abrazo
quedándote grabada por siempre en mi alma.
       
                                                                          (A Morena).

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