Más que sólo carne y sangre, un infinito océano de
posibilidades para crear, amar, sentir, pensar y escribir. Las horas que
transcurren no justifican esto sino simplemente el hecho de llevarlo a cabo y
ver el resultado aunque sea de manera inconsciente. Necesariamente el hacer
implica un acto de voluntad, empleando el tiempo en ello pero poniendo parte de
la humanidad que poseo. Es imposible no reflejar la vida en lo que uno hace,
cualquier acción se traduce en emplear energía vital en ello. Concluida la obra
empiezan a aparecer las grietas, las críticas poco constructivas de aquel que
no contento con el paisaje se dedica a cortar el lienzo hasta reducirlo a nada.
Entonces el mensaje es claro, se proponer acabar con el autor destrozando su
creación e intentando llegar al hueso. Luego llueven los justificativos, el
estigma que fundamenta el daño ocasionado. Simplemente no estoy de tu lado, lo
cual no nos vuelve enemigos, pero en una sociedad de extremos no se admiten las
medias tintas. Incluso en este caso a los fines de la aceptación de aquel que
requiere el visto bueno de otros, debería vestir los colores de un bando pero
simplemente no puedo. Yo no estoy con nadie, existo porque mis actos lo
confirman y las etiquetas no sirven de nada. Sin embargo dudo que entiendas esto,
aunque realmente no me importa dado que no necesito que alguien más apuntale
alguno de mis dichos. Soy, fuera del plástico y de los números de serie existo
en cada momento en el que simplemente ando sin excusa alguna por ello.
Cuaderno 2, 7 bis.
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