viernes

Ditirambo

I). FUEGO

Es así como hemos hablado largo y tendido al calor del sol del verano que imbuimos en las brasas de las noches estrelladas, bajo un cielo en el que moran los pájaros de metal en viajes incesantes igual que los nuestros. Corazón lleno de las cenizas de los recuerdos, forja eterna de sueños, alegrías y tristezas. Rocío nocturno que se escapa tras los pasos del sol y se hace desear hasta la siguiente noche que compartimos mientras Atahualpa recita sus viejos versos. Sangre de esta tierra mezcla de juglares y de la raza pampa, memoriosa y embriagante como los besos que nos ha dado además de alguna cachetada para que no olvidemos por qué estamos aquí. Canción que se hace poesía en ese bajo estruendoso como los golpes del martillo reviviendo al metal que brilla nuevo bajo la luz de Apolo.

 

II). DITIRAMBO 

¿Qué dice Don Dionisio? Veo que nos ha vuelto a invitar a sus majestuosas e imponentes cenas una vez más este diciembre caluroso. Que el calor que hace afuera no es excusa para no alzar una copa y brindar por cuanta cosa se nos ocurra. Ese es el sentimiento ahora, nos has dado la razón perfecta y nosotros no nos hacemos desear. Roja y Rubia, las dos fuentes nos llenan el alma trayendo sentimientos escondidos. El hermoso festín parece no tener fin mientras tú te escondes en cada gota que bebemos.

El viejo acero se pule con el fuego, fuego y canciones elevándose en la noche al final de un año que se pasó demasiado lento. Algunos sólo esperamos éste momento para poder disfrutar de los suculentos manjares que nos preparaste, otros simplemente queremos alejarnos de ese salón siempre concurrido llamado rutina. Escapar hacia una de tus fuentes de sal o permanecer a la sombra de un árbol en tanto los demás corren a buscar algún obsequio, pocos nos contentamos con deleitarnos con lo bello de tus salones en donde más de uno encuentra ciertos placeres al sumirse en una atmosfera de cerveza, vino, comida y tabaco. Los excesos del final de un calendario en el que le rendimos tributo a varias comilonas en la que tú mi buen Baco te sientas en la cabecera y brindas por cada uno de nosotros. Siempre nos has dado lo mejor que tienes aunque eso traiga consecuencias en forma de resacas y más de una mañana triste, esperando la noche siguiente en la que llegues a invitarnos otra vez.

 

miércoles

Marco

Deja que la hierba crezca y las hormigas deambulen atareadas, que el sol siga discurriendo por los cielos en busca del oasis lunar, a los grillos cantar junto a las ranas en las noches de calor esperando que la lluvia venga a renovar esta tierra en la que viví.

Deja que las cosas transcurran mientras fraguas una nueva pieza Hefesto, en ese pequeño taller tuyo que has ido llenando de maravillas aceradas quitándote cada tanto el calor de la forja en el pequeño mediterráneo 
que encontraron en ese viaje que por momentos compartimos.

Yunque y martillo, una bocanada al aire, chispas que brotan de la unión de los metales, barba roja que se parece a las piezas ardiendo
en tanto los dos huargos te esperan no lejos de aquí para venir a recibirte cuando cruces esos muros en los que Mónica hace catarsis con sus haikus. 

Polifemo, el sereno y un 38 cargado

 

I

 

Es una noche demasiado tranquila, tanto que ni el viento ha salido a compartir su música con el mundo de los durmientes. A eso de las dos de la mañana mientras César, sereno del matadero Meet Loaf, hace su ronda habitual y procura no ceder al sueño que envuelve a los demás mortales escucha los cristales hacerse añicos. Lo que sigue luego mientras él permanece estupefacto es una estampida aldebariana, pero eso no es lo que más le llama la atención sino que a la cabeza del tropel y montado en un enorme toro negro un hombre al que ha conocido los últimos diez años lo maldice desde arriba. César sabe que si lo deja ir se quedará sin empleo, así que toma el viejo y oxidado 38 apuntando a la pasada, el tiro roza al jinete en uno de sus ojos pero no detiene la marcha de aquellos cascos.

Suena la alarma, como una sirena maldiciendo a esos barcos que se alejan en la oscuridad y entonces se desata la persecución. La policía sigue el rastro de los animales hasta los acantilados que caen sobre el mar y allí desaparecen, César es despedido antes del amanecer, el frigorífico quiebra en menos de un año y el sereno toma al alcohol como un náufrago a la deriva.

 

II

 

Busco entre los recortes de viejos diarios casos parecidos, es la única forma de no perder el juicio por todo aquello que me ha tocado vivir. Apenas podía mantener el cuarto en el que moraba antes cuando tenía trabajo y ahora soy un paria, un desterrado en mi propia tierra con un único objetivo: encontrar al carnicero que se escapó con todos el rebaño. Pero no hay demasiadas pistas, tan sólo reportes vagos de personas con menos facultades mentales que las mías. Eso y un marinero que dice haber visto una manada ingresando en una cueva cuando la marea estaba alta.

La única pista, así que he tenido que conseguir unas cuerdas para poder bajar en ese lugar cuando la marea amenazaba con cubrirlo del todo. Mi impaciencia era demasiado grande, los cascos ligeros no eran sólo aquellos toros alejándose en la noche y despertándome en un mar de transpiración.

Nada de reflexiones, el carnicero debe pagar y antes de que el mar cubra aquel lugar un rayo de sol marca una pequeña hendija en la roca ancestral. Pequeña que te vuelves grande dejando que pueda atravesarla y no dar crédito a lo que veo.

 

III

 

Algo va mal, no puedo seguir haciendo esto. El último ternero me suplicó prácticamente y aun así lo sacrifiqué para que otros puedan rendirle tributo a Baco. Pero esa larga noche no dormí, desperté demasiadas veces del mismo sueño y sentí la marca del tridente en toda mi alma. Tenía que hacer algo así que ese día esperé a que ingresara hasta la última bestia, aguardé y cuando quedamos solos como tantas otras veces decidí emprender la huida siguiendo la constelación de Tauro. El sereno sería un problema, lo maldije por el ser el carcelero de esas almas y como respuesta me quitó un ojo.

Pero ahora que he encontrado el camino de regreso a los dominios de mi Padre, el mar se ha corrido para dejarnos ver el pasaje a su reino y finalmente llegar a ese llano de pasturas eternas. El mar lame mis pies mientras contemplo la manada, eso y un barco que se acerca a nuestras costas.

Odiseo ha venido disfrazado de cordero para poder llenar las bodegas de carne fresca, pero mi buen amigo el sereno los ha espantado usando uno de los truenos de Zeus que aún conserva en ese 38 “Thunderlord”.

 

“Aquí en los campos de Poseidón, yo el de muchas palabras, vigilo que los humanos se queden en el mar”.

 


martes

Eácida

Los guijarros yacen gastados

de tanto que el mar va y viene,

contempla apoyado en su cayado

al oleaje llegar hasta las costas.

Sus brazos aún guardan la vigorosidad

de antaño aunque ahora sólo vela

por unas cuantas cabras que son

su tesoro más preciado.

 

Anoche encontró a un viejo amigo

que volvió como un mendigo

a sentarse a su mesa y recordaron

otras épocas mientras la noche discurría,

incluso sus nietos estuvieron oyendo

las historias de Odiseo hasta que el

alba se hizo presente.

 

Allí su visitante decidió volver a la mar

en aquel ajado navío que ha visto mejores

momentos y el pastor lo vio perderse en

el horizonte de regreso a Ítaca,

un poco de nostalgia tal vez por no haber

acudido a la batalla en Ilión

pero tan sólo fue un momento.

 

Después de todo las historias no la hacen

únicamente los héroes en armaduras bruñidas,

también las personas comunes con nombres

olvidados realizan acciones que resuenan

más que diez mil guerreros cargando

contra una muralla.

 

Es así como finalmente se alejó de la playa

llevando a una de las pequeñas crías de

su rebaño que se había extraviado,

su nombre tal vez no resuene en los mares

del tiempo pero a él eso no lo inquieta.

 

Y sobre los muros de la eterna Troya

Héctor ve a sus hijos crecer.

Poseidón de pileta

Ínfulas, pero que los demás se den cuenta no importa demasiado mientras sigo rodeado de placeres terrenales y ese monedero nunca se encuentra vacío.

Un océano infinito de posibilidades, la heladera está al tope, las deudas cubiertas, un seguro médico completo, un corte de pelo nuevo para el perro, grandes extensiones de tierra y una casa acorde a ello.

Después de todo es lo más cerca de ser un dios que podemos estar o tal vez en esto de vanagloriarnos lo reemplazaremos por una divinidad en cuya corte estemos todos los que vemos al mundo a través de lo material.

Todo es una mercancía de intercambio incluidos los ejemplos (excusas disfrazadas) que les damos a nuestros vástagos para convertirlos en pequeños querubines que cuidarán las puertas de este barrio cerrado llamado Cielo al que pocos acceden, mientras la ruta se lleva a la mayoría que no son sino Bárbaros.

Y ahora un chapuzón en este enorme océano que resulta ser mi reino personal, él que no comparto con nadie. Ni siquiera con aquellos que viven en estos salones palaciegos.   

Annelie y Los Indignados de cucha cucha

Exordio

La sangre de los olímpicos se mezcló con la de la gorgona y volvió a los hijos del relámpago parias que vagaban por este plano cual alma sin monedas para el barquero. Los justificativos reemplazaron a los ejemplos, sin que nadie se hiciera cargo de lo que hacía mientras los pocos que podían decir ¡no! eran vistos como inadaptados a esa sociedad de caos y vergüenzas.

1. Los de arriba y los de abajo

La nave atraviesa la inmensidad del espacio, a través de un desierto desolado de tiempo y recuerdos. Otros navíos extraviados parecen ir en la misma dirección, apenas un débil cristal evita terminar congelados. Los de arriba siguen de jarana, el combustible del expreso no es lo único que se consume esa noche. Apenas un par de almas resisten la tentación de pasar de Boedo a beodo, a la larga el sueño los embriaga a todos. Abajo en la mazmorra los refugiados reciben a algún noctámbulo que busca dormir en paz o simplemente usar la letrina. El único viajero despierto contempla el paisaje nocturno hasta que cruzan una vía láctea roja y él también se rinde ante los encantos de la nación de Somnia.

2. Bolsa de valores

"Antes de entrar al primer círculo favor de dejar sus valores aquí" clamaba un letrero y el colector multaba a los que desobedecían este precepto. El aura en torno a Annelie los protegía un poco de todas las desviaciones que surgían a su paso, tal vez sólo contemplar el paisaje era muy utópico. Pero la situación que presenciaban era distópica. Por la noche los pocos valores eran devueltos a sus portadores, dado que estos se reciben, conservan y transmiten sin que uno llegue a ser dueño de ellos.
Luego comenzaba el festín, los sátiros dejaban sus disfraces de decencia y perseguían a las dríades que no dudaban en unírseles. 
Aquellos que veían los restos de los valores del mundo vueltos arena eran señalados y convertidos en la mofa de esa noche eterna cubierta de blasfemias y malas canciones.

3. Los indignados

Nunca tuvieron un no, más bien siempre se les dio la opción de negociar. Estudiá a cambio de un equipo nuevo y ese será tu único horizonte. Saber para qué uno se vuelve más grande no es necesario, el compromiso es el mismo cuando se es irresponsable. 
Annelie los veía como a cuervos revoloteando sobre las pocas cosas que creían no tener. No era una palabra nueva en un lenguaje desconocido. Ella recordó a su hermana allá en la República de Lebos, oasis de parias y víctimas. Los envío al mismo lugar que al huargo lanudo cuando éste ocupaba el sillón al que se arrojaba como Jenofonte al ver de nuevo la mar.

4. ¡Quiero esto!

Quiero aquello, lo otro y lo de aquella parte. Lo quiero y me enseñaron que lo tendré. No, esa es una realidad paralela en la que viven seres fósiles y nosotros jamás iremos allí. Que ellos se queden en su lugar, no nos impidan ser y hacer a nuestro antojo. ¿Ser mayor de edad? Jajajaja. No me siento diferente por eso, vivo un presente infinito y cada foto nueva lo demuestra. Tapo lo anterior y aspiro este segundo nuevo, que ya es viejo como los de la otra dimensión. Haberse visto semejantes desubicados diciéndome qué no hacer. Son resabios de otras épocas y por lo tanto nada deben hacer en la nuestra.

5. Consecuencias

Es difícil ver hacia adelante si sólo se vive en el presente. Esta no es una advertencia, más suena a condena y el barquero sabe mucho de ello. La paz que rodea a esta excursión encierra noches agitadas y tristes, al menos para los que esperan otra cosa. La esperanza yace en el fondo del cofre, el resto son calamidades desatadas y gracias a ello Caronte de la Barca tiene un laburo infinito. Así que presta atención, que no tengo todo el tiempo del mundo y no me gustaría verte subido a un bonsái para mostrarme lo grandioso que no sos. Magnificarte fue un error que pagaremos con creces y cruces. Un error que al barquero le significarán unas cuantas monedas más.

6. Misfits

El inadaptado supo primero sus derechos y más tarde los demás derechos. Los deberes son algo extraño, tanto como tener valores y palabras.
Los valores son unidades monetarias con las que cambiar el equipo viejo y tener al imp ocupado mientras los dueños de la prole siguen buscando la forma de alimentar sus caprichos para no recibir las quejas de un impúber.
El interés superior es el de aquel que crece rodeado de cosas pero le falta de todo.
Annelie sabe lo que es pasar privaciones, viendo la manera en la que se reemplazan los ejemplos por justificativos y se enseña a evadir responsabilidades. 

7. Fotos veladas

A la larga todos somos parte de una foto antigua, que se va gastando o perece entre los restos de un basural tecnológico. Danzando entre nubes y emojis que sustituyen palabras pero sobre todo emociones. Un día el niño se hizo adulto, el amanecer despierto dio lugar a tener que levantarse para cargar el changuito. Y el pequeño toma cuanto juguete pasa cerca. Eso o un mar de lágrimas hasta que obtiene lo que quiere.
Los hábitos no nacen así como así y horrorizados los adultos buscan a quien echarle la culpa del bárbaro al que alimentan.

Apoteosis

Vean y pasen, en la esquina verde portando una bolsa con los despojos de los principios de la humanidad, Annelie. Y en estos pedestales de mármol portando la salvación del mundo, Los Indignados. Es hora de darle a nuestra vieja profesora la despedida y hacerle saber que varios de ellos velarán por su futuro, en menor medida que aquella que recibieron de Anne.

No hay pasado no hay futuro, tan sólo una eterna noche larga del presente y cuando el amanecer por fin haya llegado recordarán las palabras de Ella que han quedado grabadas en un lugar de nieves eternas.

sábado

Nada de prisas

Me sumí en el mundo de Morfeo y el sol se fue a pasear a otros lares cuando desperté, no hay nada peor que la ausencia que se nota cuando nunca se le dio el valor necesario.
Alcancé a ver los efectos de ese adiós por entre la copa de los árboles, una caricia en mi rostro afiebrado mientras el viento me daba una bofetada y un mar de lágrimas se escurrían disfrazadas de resfrío.
Quise quedarme con el recuerdo del último rayo que se filtraba por el oeste pero pronto me dormí una vez más y al amanecer ya estabas de vuelta renovado, igual que yo en este extraño lunes. 
Nada de prisas, sólo el café de la mañana y un poco de música que ocupe el lugar que dejamos vacío con eso a lo que llamamos rutina. 

Prometeo

Prometeo nos dio el fuego y espantamos a las bestias 
que ahora sólo moran en nuestros sueños. 

Conquistamos la noche alejando a los que venían con malas intenciones, 
una luz amiga alrededor de la cual brindar esta noche.

Una tea encendida en el cielo por cada alma que nos acompañó 
y que ahora moran en nuestros corazones.




Y de paso nos hicimos un asado.

viernes

Una rayuela

Una rayuela sobre la vereda trajinada, 
un recuerdo de que fuimos niños 
y ahora pasamos deprisa 
buscando algo que no conocemos, 
sin mirar el lugar en el que pisamos. 
Una idea de Julio para recordar que el tiempo 
está presente mientras los colores se borran 
y nos alejamos unos de otros 
como una diáspora infinita.


martes

365

Una vuelta al sol, el carro deja una estela sobre el manto azul oscuro y resplandece dorado ante el eterno Febo. El auriga conduce la carroza entre los restos de las contiendas pasadas, mientras la mano certera de su gemelo toma la lanza una vez más.
Los ejércitos del Dios Cuervo han caído en su propio campo y a las huestes de Mefisto no les queda sino resignarse.
La Guardia Imperial muere pero no retrocede y el Cazador Orión ve las puertas del averno abiertas.
Al final sólo quedan las legiones Riverplatenses comandadas por el César, que ven en el último acto homérico de Carlomagno la conquista del Monumental Ilión.
Una vuelta al sol, un año en la cima lleno de alegrías y de tristezas por enfrentar a los Titanes de Boedo, Núñez y Avellaneda, aunque los dos hermanos tienen algo de arúspice también.


11-12-2016 - 11-12-2017: 1 año punteros.

sábado

Desacuerdos

Ni bien entraron a la escuela Laura se fue hacia la columna amarilla y la abrazó, allí su maestra había colgado el primer dibujo que hizo. Ahora apenas quedaban unos cuantos restos de papel, pero a ella no le importaba. 
Su madre y su padre pensaron que se haría daño yendo directo aquel pilar, así que empezaron a tironear uno para cada lado pero eso no la detuvo.
De pronto ambos desaparecieron y se encontró abrazando los restos de su infancia como si todo lo que la rodeara fuera un mar de zozobras, a la espera de que los adultos que se habían separado recordaran a la niña que quedó desamparada es medio de ese océano de disputas materiales.

martes

Illya

Violencia. 
Víctima vuelta victimario que engendra más violencia. 
Irascible. 
Todo se descarga en un segundo y en ese instante muere un poco más. 
Objeción de conciencia. 
Libre albedrío descarriado y enceguecido por una cólera que proviene de otra parte.
Ominoso. 
Atmosfera cargada de frustración y de fracaso de unos y de otros. 
Pero sin ver qué parte es de cada quien.


Imagine

Imagine que aquí hay fotos y memorias de tiempos mejores, las paredes y los techos a dos aguas vuelven a ocupar su lugar, desalojando todo resto de urbanización moderna. Imagine que usted, yo y quien lee esto somos jóvenes de nuevo, viendo el carnaval pasar así como la primavera una y otra vez, al mar lamer las dos torres que simulan ser nuestros pies una tarde de verano en la que obstinados construíamos castillos en la arena que la marea se llevó.

domingo

Solos

Gian Gian tardaba diez minutos antes, sólo diez minutos. Ahora se había puesto añejado según él y eso implicaba tomarse las cosas despacio. Uno no se pone viejo, los demás piensan eso pero no ven que es simplemente tomarse las cosas sin prisa.
Para ir deprisa estaban los otros, incluidos varios familiares que ahora invadían su casa. No estaba muy seguro del porqué, incluso ya notaba que determinadas situaciones le parecían conocidas pero no lograba alcanzar ese punto en su memoria.
Sin embargo eso no lo preocupaba para nada, excepto si olvidaba el cumpleaños de algunos de los amigos que aún le quedaban. El otro problema eran las llaves, a veces salía sin ellas aunque luego mágicamente aparecían en el fondo de uno de sus bolsillos.
En eso estaba cuando vio al pequeño cachorro que se arrastraba hacia la entrada, apenas un mes de vida con seguridad y ya estaba solo. 
Ni lo pensó dos veces, lo tomó con una de sus manos mientras éste debilitado no se resistía y dirigiéndose al fondo de la casa entró a esta procurando pasar desapercibido, aunque esto no le costaba demasiado últimamente. 
Consiguió un poco de leche mientras sus nietos seguían obnubilados con los celulares y los mayores con el partido de fútbol que los atraía como polillas.
Se sentó afuera, debajo del viejo árbol y comenzó a hacerle recuperar las fuerzas a esa vida que estaba tan solo como él.

sábado

Espejismos

Parece no tener fin, es como si el agua de la inundación no bajara nunca. Las notas se amontonan en un lugar que yace olvidado, las últimas fuerzas del año se van esperando ilusamente que se recarguen por arte de magia al comienzo del siguiente.
De pronto la inundación ha vuelto, navegando por océanos de letras y diversas tintas, cada tanto algún naufragio detiene la marcha de aquel navío impetuoso. 
La detiene y debo volver a revisar la secuencia que no te ha llevado a buen puerto, aunque a veces descubro que terminó viendo espejismos entre tanto trabajo que se acumula al final del año. 

Armador

Corriendo, siempre buscando el aire limpio para dejar atrás este sitio de perdición. Las paredes esconden los restos de las víctimas que se han quedado a medio camino. Nada que pueda detener esta noche de fuga, los esbirros del amo se han embriagado y abocado a todo tipo de excesos. 
Casi todos sus secuaces excepto el viejo Garm, esperando en esa entrada que también es salida. Aguarda con sus tres cabezas, como un Cerbero nórdico, que un alma desdichada venga a él.
Espera y esta noche el reloj habrá vuelto a cero. Puedo ver en tus ojos la perdición que esconden, pero no he llegado hasta aquí para que me detengas.
Así que simplemente te haré a un lado y tu fracaso no le será revelado a ese que rige en este averno, caso contrario podría darte labores menos agradables que cuidar esa pequeña grieta entre los dos mundos.

Y es así como el armador dejo atrás a cada uno de los oponentes, estos lucían demasiado confiados al comienzo del match. Como si escapara de las fauces del infierno se adentró en territorio contrario, dejando un reguero de escudos y botines rotos además de unos cuantos insultos que recordaban a sus ancestros, parientes y familiares.
Sólo el arquero se interponía, pero de pronto también el cancerbero quedó pagando y el balón ni siquiera fue detenido por la red cuando Lebratto marcó otro glorioso gol.
Los relatores dirían que parecía estar escapando del mismísimo infierno. 

miércoles

Quince minutos

Quince minutos, eso es todo. La puerta del salón se desdibuja y sólo se siente a la tiza besando la vieja pizarra. Cuando la dama blanca se ha ido recurrimos a la otra parte del arsenal, lapicera y lápiz sobre los restos de hojas que han naufragado. El valiente capitán ha cargado únicamente aquello que podía llevar y te abandonó, aunque sabes que volverá por estos lados muy seguido. En los restos de otra nave escribiremos los versos profanos, en una lengua que los ojos atentos podrán comprender cuando Julia se siente en el banco próximo a ese hundimiento literario.

martes

Todo y nada

¿Vale la pena todo esto? 
La respuesta sería no y sin embargo lo seguimos haciendo. 
¿Entonces?
Es como no querer hacer nada e intentar concretar todo al mismo tiempo.
¿Todo y nada?
Dos conceptos que parecen contraponerse pero en realidad son lo mismo
¿No entiendo?
Por supuesto que no, volvemos a la respuesta inicial. Ese no debería estar prohibido en ciertas ocasiones y simplemente decir lo contrario.
¿Sí?
En tono interrogativo, esperaba una afirmación.
Sí.
¡Más fuerte! Que los demás te oigan.
Pero a ellos no les importa lo que hago. Viven a su modo y yo al mismo.
Es el mismo modo en todo caso, lo único que parecemos diferentes pero en la génesis somos exactamente iguales.
Sigo sin entender.
No importa, por lo menos es un atisbo de comprensión. Más de lo que logramos viendo a veintidós tipos corriendo tras el balón. 


lunes

Meteorológa

Una vuelta más y estaría en el lugar, esos dos árboles se veían lejanos cuando dobló la primera esquina. Ya la tormenta comenzaba a sentirse al menos para ella, los humanos se encontraban inmersos a sus habituales quehaceres y no le daban ninguna importancia al heraldo que se desataba sonando su eterno silbido.

Dobló la última de las esquinas pasando rauda al lado de los restos del asado del domingo y buscó refugio bajo el alero, golpeando su cuerpo contra la puerta desgastada por el sol.
El viejo Pierre debió escuchar ese sonido dado que unos instantes más tarde se encontró con él e introduciéndose a la casa se dirigió hacia el garaje, buscando refugio debajo del vehículo.

En la televisión recién empezaban a anunciar la tormenta que venía.

domingo

Función

Cinco minutos antes mientras Laura elegía con qué acompañar aquella velada, una madre retaba a su hijo quien no cesaba en su asedio a la góndola de golosinas.
El viento costero apuraba el paso de los habitantes de aquella ciudad, mejor buscar refugio de la borrasca que llegaba desde el este.
Pero eso a ella no parecía importarle, pasó al lado de la mujer quien se empeñaba aún en mantener a raya a su pequeño vástago. 
Se sentó fuera del viejo cine, la ventisca agitó sus cabellos y antes de que pudiera darse cuenta la botella de gaseosa estaba rodando por debajo del vetusto banco.
En ese instante una mano pequeña se apoderó de uno de los chocolates que estaban sobre la banca, mientras Laura de espalda trataba de recuperar el envase que parecía una barca zarandeada por el mar. 
Dos transeúntes advirtieron esto, pero no se detuvieron y mucho menos ella que tras recoger la botella se encaminó hacia la sala del cine.
Le entregó el único boleto al acomodador y se perdió en las fauces de la bestia roja, la última función de la noche era con subtítulos.  

miércoles

Extraño lunes

Me sumí en el mundo de Morfeo y el sol se fue a pasear a otros lares cuando desperté, no hay nada peor que la ausencia que se nota cuando nunca se le dio el valor necesario.
Alcancé a ver los efectos de ese adiós por entre la copa de los árboles, una caricia en mi rostro afiebrado mientras el viento me daba una bofetada y un mar de lágrimas se escurrían disfrazadas de resfrío.
Quise quedarme con el recuerdo del último rayo que se filtraba por el oeste pero pronto me dormí una vez más y al amanecer ya estabas de vuelta renovado, igual que yo en este extraño lunes. 
Nada de prisas, sólo el café de la mañana y un poco de música que ocupe el lugar que dejamos vacío con eso a lo que llamamos rutina.

domingo

Szia

Tengo que dejarte ir, juré que no derramaría una lágrima pero la lluvia ha venido y mis ojos parecen arenosos.

Parece tan fácil, sólo debo seguir adelante y ya. Que los truenos resuenen por encima de esos árboles que te han visto correr libre al fin.

Dejando un surco en el que el pasto no volverá a crecer, una marca en la memoria que hoy he tenido que embriagar para dejar de sentir el único sentimiento que tengo ahora.

Dolor, eso se puede mitigar con noches que pasan raudas pero dejan en el alma marca tal como tus pasos sobre el patio de nuestra casa.

Eterna guardiana de las tardes que se pasaron de prisa para que ahora sean un recuerdo.

Hasta la próxima vez en que nos volvamos a ver. 

miércoles

Sueño extraño

Soñé, aunque no siempre hace falta estar dormido para ello,
el mundo era un inmenso estadio de fútbol y sus protagonistas
vestían de rojo o de azul, así las cosas se dividían en forma
irreconciliable como si una aún más extraña fuerza marcara
que las cosas debían seguir esos derroteros.

El arbitro se asemejaba a muchos de los que deben impartir justicia,
falsa forma de llamar a algo justo e imparcial cuando se empecinaba
en cortar el juego cada vez que encontraba uno de esos billetes
de un millón en el campo de juego. De qué parte de la tribuna venían
no importaba, era suficientemente milagroso encontrarlos
y dado que se trataba de una transmisión gratuita no tributaban,
otra utopía onírica ante los hechos reales.

Al final el juego terminaba empatado, las disputas continuaban
en las gradas en lo que no era otra cosa más que una sociedad
dividida mientras los de abajo eran aclamados por unos cuantos
flashes aduladores y elevados a la condición de dioses.

Cuando el campo de juego yacía vacío empezaba la desconcentración
de la masa bárbara, mediante el conocido método de desalojo forzoso
o garrote vil de parte de la otra porción marginal de la comunidad,
ancho de basto puesto a disposición del poder de turno
que vivía de las miserias de este o de algo de lo que sobraba 
en la repartija de excesos y pobreza legalizada.  

Al final todos convergían en el Honky Tonk, un bar de mala 
reputación atendido por el viejo Ian, quien sin más trámites
les aportaba suficiente de eso llamado Alma para mantenerlos
felices y ver como todos ellos, arbitro, jugadores, dirigentes, 
cuerpos de seguridad, aduladores y alguno que andaba en campaña
se juntaban mientras afuera los hinchas seguían peleándose
sin sentido alguno. 

lunes

Cafeto

El dragón ruge y disipa las nieblas de la mañana,
entabla una conversación con Morfeo
él que cautivado le cede una porción de su mundo
conservando el efecto onírico sobre los demás.

Pastor de los refugiados tras la puerta 29,
su olor impregna la atmosfera matutina
y es tema de conversación luego de una
cena entre amigos.

Alimento de la maquina que no puede detenerse
en eso de andar deambulando entre puntos
y comas, a la espera de que Diciembre
venga para que sólo se trate de 
un momento compartido.

jueves

R1

Tus ojos hablan
de un cielo radiactivo,
amarillos y acuosos
duermen en la mirada perdida.
¿Dónde está tu tierra?
Buscan los ojos una sombra
austera y pacífica.
¡Migra del dolor!
Destapa tu dolor dormido
y mátalo.
Basta de arrullarlo en penas
silenciosas.
¡Grítalo!
Y mátalo.

J. M. Romero.

sábado

Artesanos

Llueve, por primera vez en varios veranos las tormentas han vuelto. Eso y los cortes de luz, sin embargo esto no detiene el torneo de videojuegos que se disputa en el quisco de Puricelli. 
Los gritos que se hacen más fuertes cada vez que viene el apagón son engullidos por el sonido del generador al accionarse, hasta el mar aparece eclipsado esa noche.
En una casa apartada del centro Mirta lucha contra una gotera que parece evadir la membrana nueva que tanto les costó, para que con la primera llueve descubran que el trabajo estaba mal hecho.
El viejo Antonio sigue trabajando el cuero, en la casa de al lado se escucha una maza cantar sobre las piedras que son molidas y amontonadas.
Cuando la tormenta crece hasta ese sonido se apaga, sólo el carro corriendo por los cielos y llenándolo de venas ígneas. 
Pero a eso de las 21:00 horas todo se ha apaciguado, apenas un leve repiqueteo sobre la losa y el balde que acompaña esa canción al recibir las gotas de la filtración.
_¡Petisa! Todavía podemos ir al puesto, grita Antonio.
Y los dos artesanos salen en el viejo auto que les sirve de carruaje para los días de lluvia, eso y una eterna constancia.

miércoles

No alcanzó

Dos manos y una mente, mis pies me llevan a donde yo quiera,
si no hubieras querido que lo intente al menos, no tendría
el conocimiento que poseo, que aunque pienso que es poco
en la mayoría de las ocasiones sirve para la situación y punto.

Tampoco me consuela el hecho de que esto sea así
no bastó con el esfuerzo esta vuelta y una vida se ha ido,
sé que prometí dejar el trabajo detrás de la puerta de la oficina
siguiendo con mi vida, un tanto indiferente y otro tanto cansado
de tanto papelerío que parece no conducir a nada.

Lo sé pero eso no me consuela ahora, es como haber ido todo el partido
y a la primera oportunidad te encontrás perdiendo,
las excusas sobran como también la inoperancia de un sistema
que trata a las personas como números a la espera de que abandonen
la fila y este mundo que los ha visto padecer.

Olvidan aquellos que integran cada uno de esos lugares
que su vida es tan perecedera como la de cualquiera de nosotros,
pero por las dudas no se dan por aludidos
no sea cosa que tengan que seguir manteniéndonos con vida.

Amistad (versión 2.0)

Una pregunta difícil de vez en cuando, ¿qué es la amistad? Seguro no tiene que ver en nada con un hecho histórico excepto el de toda la vida y al que menos publicidad se le ha dado. 
Los amigos uno los elige y ellos a uno también, es cultivar un lazo que se pone a prueba en los momentos extremos mientras que en las restantes ocasiones pasa desapercibido. 
Una suma de pequeños momentos, un mate y una anécdota que pasan a ser eternos, las calles que recorremos, la vereda desde la que vemos pasar las tardes de verano ahí en Necochea, Solá, Reta o la nostálgica Mar del Plata.
Una ocurrencia de la persona a la que amamos, un sábado por la tarde para debatir cosas sin sentido en Planck esquina Heisemberg, esa canción que delata al corazón latiendo a la izquierda y un penal que pincha una nube en Mar del Tuyú, desatando tanta euforia pero sin olvidarse del ocasional vencido que nos ha dado una alegría.
Para compensarlos hay que levantarlos de la tristeza que contrasta con tanto júbilo. 

Julio de 2017

19/07/2017.

I).
Hemos vuelto a casa, el viejo recorrido de antaño y las estaciones que denotan el paso del tiempo. La Dorroguense deja atrás los arroyos y se interna en la conocida ruta que corre hacía la bahía, lejos allá en el sudoeste. En el cruce del Salado se alejó del camino cruzando un puente por debajo del cual corren las historias rumbo al mar. En las calles de Cope nos aguardaba Papá, así que los tres recorrimos el último tramo hasta el océano infinito.

II).
Sophie se mezcló entre los bárbaros que moran más allá del océano, lejos de las tierras altas y pasó desapercibida en la tierra de los Querandíes. Su presencia es un recuerdo en los campos del Tuyú, que se funde con el sol al besar el mar mientras la nave se aleja de regreso a Alba.

III).
La tormenta se ha hecho sentir en el sur de la Provincia en tanto nos dedicábamos a viajar cerca de la costa, para no perder el sendero iniciado hace dos décadas. La loba aguarda el regreso detrás de la cortina que la lluvia se empecina en mantener. 

20/07/2017.

I).
Llegamos a Océano un martes, la Doña nos aguardaba con mates y ñoquis. Recorrimos las calles en medio de la helada que parecía no haberse ido. El agua se acumulaba en los lotes bajos, barro y falta de intención para hacer las cosas bien. La noche fría nos envolvió siendo repelida por el calor que nos une.

II).
Ayer el humo brotó de las maderas, siempre hay una excusa para hacer algo a la parrilla. El sol no faltó a la cita filtrándose por un hueco en el techo y acariciando nuestros rostros en tanto la conversación seguía. Una canción estelar sonaba de a ratos, mientras la marea violeta se desataba como un asalto sobre Korhal.

III).
Si tú no empiezas nadie más lo hará, así que con quejarte solamente no pasará absolutamente nada. Los que administran se olvidan de que son sólo ciudadanos con responsabilidades más grandes que el resto y no benefactores de sus amigos. El efecto de la corrupción se traduce en la falta de hospitales, de rutas y escuelas. Eso y la celebración de la viveza criolla, poniendo en pedestales a los ladrones que sirven de mal ejemplo para justificar los errores de lo que llamamos cambio.

22/07/2017.

I).
Las luces de los pueblos son como los faros, esperando el regreso de cada uno de nosotros aunque con los años nos veamos diferentes. La mañana está ventosa y fresca, me apretujo la capa mientras las calles vacías quedan atrás. La falta de cuidado se siente sobre el camino y el eterno barro que rodea a los despojados. Tal vez por eso tenga ahora tanta nostalgia por ese pedazo de tierra nuestra.

viernes

El Mar de Crespo

Las páginas amarillentas giran mágicamente perdiendo ese tono de a poco y rejuveneciendo con cada línea que el lector extraviado recorre, trayendo de regreso lo escrito en el universo de la eternidad y sirviendo para que otros sigan por la misma senda.
Así es como he descubierto la pasión por la lectura, andando por el mismo mundo que miles de personas a las cuales tal vez no conozco pero leer nos hermana.
En el océano imaginario de risas y epopeyas nos hemos sumergido para meternos en la piel de aquellos que han dejado una huella en el mundo que contemplamos, mientras el tiempo parece detenerse con cada página que recorro.

martes

Latino

Soy latino del sur
que vive en el norte,
anhelo la patria lejana
recubriéndome de oro
y paseando en carros de lujo
pa' mostrarle a mis hermanos
la belleza del sueño americano.

Soy el mojado que se volvió empresario,
todo tiene un precio menos la libertad
de mis hermanos a quienes les cierro
la puerta en la cara y espero que I.C.E.
los deporte así no tengo competencia.

Mis ancestros les rendían culto a la tierra
pero he sido deslumbrado por el discurso
de un rubio de bronceado perfecto,
viendo como el muro se hace más alto.

Bailo al compás de una música que cosifica, 
todo es una mercancía más
pero puedo darme el lujo de adquirirla
en la tierra de la libertad.

Soy latino, bebo un refresco y ostento
mis quilates para opacar al sol
a la vez que entono marchas comerciales
en espanglish, no sea cosa que los del sur
del Río Bravo piensen que me olvidé de
mis raíces.

Soy latino, ilegal convertido en victimario.

viernes

Sin voz

Testigo mudo de un tiempo olvidado
nada peor que ser memorioso 
pero no poder contárselo a nadie
por el solo hecho de que te vean
como a un extraño.
Vine de lejos ya lo sé
del sur en donde el océano
trae la borrasca gélida,
ahí en donde el sol sale
y se pone en el mar.
Pero seguro que algún ilustrado
dirá que eso no es cierto, 
recluyendo todo esto
entre paredes acolchadas.