Dos manos y una mente, mis pies me llevan a donde yo quiera,
si no hubieras querido que lo intente al menos, no tendría
el conocimiento que poseo, que aunque pienso que es poco
en la mayoría de las ocasiones sirve para la situación y punto.
Tampoco me consuela el hecho de que esto sea así
no bastó con el esfuerzo esta vuelta y una vida se ha ido,
sé que prometí dejar el trabajo detrás de la puerta de la oficina
siguiendo con mi vida, un tanto indiferente y otro tanto cansado
de tanto papelerío que parece no conducir a nada.
Lo sé pero eso no me consuela ahora, es como haber ido todo el partido
y a la primera oportunidad te encontrás perdiendo,
las excusas sobran como también la inoperancia de un sistema
que trata a las personas como números a la espera de que abandonen
la fila y este mundo que los ha visto padecer.
Olvidan aquellos que integran cada uno de esos lugares
que su vida es tan perecedera como la de cualquiera de nosotros,
pero por las dudas no se dan por aludidos
no sea cosa que tengan que seguir manteniéndonos con vida.
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