Parece no tener fin, es como si el agua de la inundación no bajara nunca. Las notas se amontonan en un lugar que yace olvidado, las últimas fuerzas del año se van esperando ilusamente que se recarguen por arte de magia al comienzo del siguiente.
De pronto la inundación ha vuelto, navegando por océanos de letras y diversas tintas, cada tanto algún naufragio detiene la marcha de aquel navío impetuoso.
La detiene y debo volver a revisar la secuencia que no te ha llevado a buen puerto, aunque a veces descubro que terminó viendo espejismos entre tanto trabajo que se acumula al final del año.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario