jueves

Radio Océano (2022)

 I

El océano eterno va y viene, repasa los hechos que ocurrieron para luego dejarlos grabados en la memoria que le falta a los que viven rodeados por él creyendo que jamás serán alcanzados por sus brazos que son bastantes visibles. Una nueva historia es traída a la orilla, en la tarde será vieja para aquellos que viven apurados sin mirar a su alrededor perdiendo el brillo de todo ese mundo que se desarrolla bajo la mirada atenta del sol que regala sus caricias a cualquiera, aunque en ocasiones son más bien besos ardientes que dejan las manchas rojas del deseo sobre la piel de los incautos que se descubren ante su presencia. Una huella ha quedado sobre la arena levantando un reclamo de parte del omnipresente azul hasta que finalmente también ella es alisada, yendo a parar a la enorme lista que en el archivo del fondo se guarda la que equivale a granos de arena en lo que hace al racconto. Luego la espuma se levanta extendiéndose por el viento sobre el desierto seco, la franja húmeda ha quedado a miles de kilómetros en la cuenta de granos que se amontonan como anécdotas en las que se vuelven las vidas que discurren ahí afuera en la tierra, importantes en los aspectos de dejarle una marca al otro que comparte el viaje y que se traduce en memoria. Pero esta a la larga se disuelve cual fortaleza construida de la misma materia con la que los dedos hídricos fabrican un ábaco a los fines de tener los documentos actualizados, empezando por la cantidad de pasos que se dieron sobre la orilla y la última vez que la frecuentamos. La extensión del vacío entre un momento y otro habla de la poca importancia dada a simplemente andar sin tanta carga encima que al final de una estación nos habrá doblado por el peso innecesario que se lleva, para que entonces vengan las dos líneas cruzadas marcando el final de ese cuento que implica haber estado pero no vivido. Se vive a partir de experiencias, de golpes que uno recibe para curarse y seguir, de caricias que vienen en diversos formatos, cuanto más uno envejece mucho más mira a esos momentos cálidos en los que la preocupación por ese asunto intrascendente no existía. Entonces como obsequio el mar te larga un recuerdo, una pista apenas que te lleve a regresar a ese lugar ahora lejano en el que tres hermanos buscan almejas que como hojas son arrojadas por la marea de su escondite.  El único testigo es un viejo barco enterrado hasta la chimenea, vuelto una mancha deforme que hace difícil pensar en un navío con todas las letras salvo por una crónica perdida entre diarios amarillentos que alguien intenta no sean expuestos, porque se desharán enseguida tornándose nada más que una reminiscencia. La que ahora aflora volviendo a una mañana soleada con los pies pequeños dejando el camino de hormigas y la presencia mayor que trata evitar el desbande de esa hueste de tres personas.

Radio Océano, 2022.


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