martes

Diario: 27/06/2015


ANEXO

27/06/2015, 16:50 hs.

- La escritura maya era logográfica, es decir compuesta por signos que representan objetos y conceptos.
Actualmente se conocen cerca de mil glifos y si bien no se han descifrado todos los textos hoy se conoce mejor a los mayas gracias a los datos que registraron.

- La escritura maya surgió de la necesidad de registrar acontecimientos y fechas relacionados con la genealogía, la historia, los logros y los triunfos militares, así como para mostrar las ceremonias de consagración.

La escritura jeroglífica se originó, al parecer, en la región de Tehuantepec. Los glíficos más antiguos datan de 300 a 400 AC, la escritura maya proliferó a partir del primer siglo de nuestra era.
Ello desde la consolidación de las clases gobernantes y una genealogía divina que legitimó su derecho a proclamarse ajaw o señor.

- El sistema de escritura maya era una compleja combinación de logogramas (signos que representaban una idea), sílabas y vocales que permitían registrar todos los sonidos del idioma. La mayoría de la población no podía leerlos, pero es posible que reconocieran el nombre de su gobernante o el glifo emblema del territorio donde vivían.

- Los mayas asociaban al mono con la escritura, los conocimientos y las artes. También se relacionó con los placeres como la gula, la sexualidad, la danza o la música, entretenimientos propios de las elites mayas.
Incluso eran parte de los mitos sobre la creación y el origen de las deidades.

- Tanto para los mayas como para el resto de las culturas, la muerte estaba rodeada de rituales y ceremonias relacionadas con el estatus de quien dejaba el mundo terrenal. La expresión maya para la muerte era charn (morir), al dejar el cuerpo se extinguía el aliento vital y el muerto iba al ‘ochb’h (camino de la muerte).

- El recorrido al inframundo (Xibalbá) estaba lleno de obstáculos y podía hacerse a pie bailando o remando. Como era frío, oscuro y poblado por seres tenebrosos, las familias del muerto lo ayudaban a ahuyentar los malos espíritus quemando copal. El difunto era enterrado con alimentos, bebidas y objetos (relacionados con su estatus) que facilitaría su camino.

- Cada hombre y mujer maya, así como los seres sobrenaturales, tenían un espíritu protector y acompañante con forma de animal  (way). Las enfermedades, accidentes y la muerte de los individuos afectaban a su way y viceversa.

- La muerte era considerada otro nivel de existencia.

- La estrecha relación que los mayas establecieron con el mundo y las divinidades tenían lugar en un tiempo cíclico. Esta concepción explicaba la existencia de mundos anteriores, creados y destruidos por las propias divinidades. Los seres humanos y su mundo eran obras divinas, pero imperfectas y por ello estaban obligadas a venerar a sus padres.

- Los mayas imaginaban al mundo como una tortuga o un cocodrilo que flotaba en el mar primigenio. La superficie de la tierra era un cuadrángulo, sus lados se orientaban hacia cuatro rumbos y en su centro surgió una montaña con una cueva en cuya entrada se levantaba un enorme árbol. Estos lugares se consideraban la entrada al inframundo.

- La tierra, el mar, el inframundo y el cielo se dividían en cuatro partes. En su centro se levantaba una enorme ceiba o gran planta de maíz, sobre la que se encontraba Yax Itzam (el primer sacerdote) que dio alma al universo.

- Cada ciudad maya, cada pueblo y cada casa replicaban éste cosmos sagrado, principio de un orden que sólo podían mantener los reyes mayas, descendientes de los primeros padres (únicos mediadores entre la humanidad y los seres divinos).

- Para los mayas la guerra era una práctica habitual que permitía a los señores divinos, K’uhul ajaw, incrementar y mantener el poder frente a sus rivales. Estelas, altares, pinturas, murales y cerámicas, dan cuenta de sangrientas batallas y crueles castigos impuestos a los derrotados.

- Algunas contiendas se relacionaban con Venus, personificado en el guerrero celestial “Chak Ek” (gran estrella). Las deidades protectoras de cada rey eran también sometidas mediante la destrucción de sus imágenes, en el enfrentamiento o cuando el soberano ataviado como dios, era vencido.

- La toma de cautivos era muy reconocida, más si eran nobles. Los prisioneros eran conducidos a la ciudad vencedora, humillados en público, torturados y en ocasiones sacrificados para beneplácito de las deidades.

- La batalla era un espectáculo impresionante, cada ejército encabezado por el ajaw portaba estandartes con imágenes de las deidades protectoras y hacía sonar tambores y trompetas de caracol para intimidar al enemigo.

- Los seguían los nobles guerreros, entre ellos el yajawk’aahk (vasallo de fuego), capitán de guerra y el militar de más alto rango. Al final se encontraban los campesinos, obligados a apoyar a su señor.

- El enfrentamiento era cuerpo a cuerpo, los combatientes se cubrían con corazas de algodón y escudos de madera forrados de piel. El tocado no los protegía pero impresionaba al rival con sus plumas preciosas, cuentas de jade e incluso animales disecados.

- Las milicias iban armadas con hachas, mazas, cuchillos de pedernal, así como lanza dardos y puntas montadas en largas maderas.



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