Es
un poco una fuerza de renovación cada vez que el oleaje llega a la costa, pero
también es una forma de advertir al ser humano de lo frágil de su existencia.
Repleto de vida pero también de muerte, en su fondo se atesoran restos de
naufragios que demuestran lo peligroso que se puede llegar a poner.
Pero
por otra parte también encierra vida y es un poco eso lo que es la existencia
misma, los extremos. Vida y muerte.
El
mar sabe bastante de eso, la cuestión es que el ser humano la mayoría de las
veces lo ignora y se aventura hasta que es demasiado tarde.
Suena
descabellado ver cómo una fuerza tan grande sufre las mutilaciones de la
civilización.
De
eso se trata, civilizaciones enteras han crecido y se han apagado en torno a
él. Sería bueno que recordáramos que esto es así, una existencia delgada.
El
mar a la larga se lleva todo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario