Un café, luego seguimos
peregrinando
por las calles grises en el calor
de recuerdos nocturnos que yacen
vívidos. Anoche nomás nos hemos
juntado un rato, cosa de una
hora para quitarle el polvo a
los meses de ausencias. La escena
ha cambiado, fracturada en miles
de
partes da lugar a una obra nueva
parecida a los martillos que
destrozan las veredas y obligan
al de a pie a irse hacia
la senda asesina. Viviendo al filo
de un abismo, las imágenes pasan
rápido llevadas por los colectivos
en los que las personas se
unen para separarse en cualquier
parada.
23/07/19, Café Ristretto.
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