MDQ
De regreso a La Perla del Atlántico,
luego de casi un año que no nos dejó respiro. La vida nueva en la renovación de
las fachadas, la plaza por repetición se ve diferente anidando bajo los árboles
a toda una generación que ha de cubrir las huellas de la nuestra y esta se
aleja de la escena menguando como esa danza de luces y sombras.
PLAZA
Quién diría que un día me
encontraría al otro lado de la plaza, viendo correr a las personas para escapar
de la repetición y de la balacera que desata la lluvia. Apenas es una avenida
la que se interpone, sin semáforo o senda peatonal que permita el cruce.
Se quedó al otro lado el pibe y el
entrado en años deambula protestando por las baldosas fuera de lugar, antes
trampolín de sueños y de las gotas prisioneras luego del chaparrón. Actualmente
yendo a la molienda de los recuerdos que vuelven cuando deambulo por aquí.
PERSÉFONE
Oh Perséfone tú que te contentas con
ver a los amantes pasar frente al trono oscuro que ocupas conformándote con
algún que otro monosílabo cuando un alma extraviada te pregunta si en esa
dirección quedan los Campos Elíseos, sabiendo que para llegar ahí hace falta
poseer la luz de Febo que por motivos desconocidos se niega a alumbrar el
camino de los que transitan allí, iluminándose estos con el fuego fatuo y la
desesperación de las sombras vueltas esperanza. Un día verás pasar a los dioses
en procesión y te unirás a ellos dejando a Hades consternado ya que no quedarán
almas que esperar.
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