miércoles

No alcanzó

Dos manos y una mente, mis pies me llevan a donde yo quiera,
si no hubieras querido que lo intente al menos, no tendría
el conocimiento que poseo, que aunque pienso que es poco
en la mayoría de las ocasiones sirve para la situación y punto.

Tampoco me consuela el hecho de que esto sea así
no bastó con el esfuerzo esta vuelta y una vida se ha ido,
sé que prometí dejar el trabajo detrás de la puerta de la oficina
siguiendo con mi vida, un tanto indiferente y otro tanto cansado
de tanto papelerío que parece no conducir a nada.

Lo sé pero eso no me consuela ahora, es como haber ido todo el partido
y a la primera oportunidad te encontrás perdiendo,
las excusas sobran como también la inoperancia de un sistema
que trata a las personas como números a la espera de que abandonen
la fila y este mundo que los ha visto padecer.

Olvidan aquellos que integran cada uno de esos lugares
que su vida es tan perecedera como la de cualquiera de nosotros,
pero por las dudas no se dan por aludidos
no sea cosa que tengan que seguir manteniéndonos con vida.

Amistad (versión 2.0)

Una pregunta difícil de vez en cuando, ¿qué es la amistad? Seguro no tiene que ver en nada con un hecho histórico excepto el de toda la vida y al que menos publicidad se le ha dado. 
Los amigos uno los elige y ellos a uno también, es cultivar un lazo que se pone a prueba en los momentos extremos mientras que en las restantes ocasiones pasa desapercibido. 
Una suma de pequeños momentos, un mate y una anécdota que pasan a ser eternos, las calles que recorremos, la vereda desde la que vemos pasar las tardes de verano ahí en Necochea, Solá, Reta o la nostálgica Mar del Plata.
Una ocurrencia de la persona a la que amamos, un sábado por la tarde para debatir cosas sin sentido en Planck esquina Heisemberg, esa canción que delata al corazón latiendo a la izquierda y un penal que pincha una nube en Mar del Tuyú, desatando tanta euforia pero sin olvidarse del ocasional vencido que nos ha dado una alegría.
Para compensarlos hay que levantarlos de la tristeza que contrasta con tanto júbilo. 

Julio de 2017

19/07/2017.

I).
Hemos vuelto a casa, el viejo recorrido de antaño y las estaciones que denotan el paso del tiempo. La Dorroguense deja atrás los arroyos y se interna en la conocida ruta que corre hacía la bahía, lejos allá en el sudoeste. En el cruce del Salado se alejó del camino cruzando un puente por debajo del cual corren las historias rumbo al mar. En las calles de Cope nos aguardaba Papá, así que los tres recorrimos el último tramo hasta el océano infinito.

II).
Sophie se mezcló entre los bárbaros que moran más allá del océano, lejos de las tierras altas y pasó desapercibida en la tierra de los Querandíes. Su presencia es un recuerdo en los campos del Tuyú, que se funde con el sol al besar el mar mientras la nave se aleja de regreso a Alba.

III).
La tormenta se ha hecho sentir en el sur de la Provincia en tanto nos dedicábamos a viajar cerca de la costa, para no perder el sendero iniciado hace dos décadas. La loba aguarda el regreso detrás de la cortina que la lluvia se empecina en mantener. 

20/07/2017.

I).
Llegamos a Océano un martes, la Doña nos aguardaba con mates y ñoquis. Recorrimos las calles en medio de la helada que parecía no haberse ido. El agua se acumulaba en los lotes bajos, barro y falta de intención para hacer las cosas bien. La noche fría nos envolvió siendo repelida por el calor que nos une.

II).
Ayer el humo brotó de las maderas, siempre hay una excusa para hacer algo a la parrilla. El sol no faltó a la cita filtrándose por un hueco en el techo y acariciando nuestros rostros en tanto la conversación seguía. Una canción estelar sonaba de a ratos, mientras la marea violeta se desataba como un asalto sobre Korhal.

III).
Si tú no empiezas nadie más lo hará, así que con quejarte solamente no pasará absolutamente nada. Los que administran se olvidan de que son sólo ciudadanos con responsabilidades más grandes que el resto y no benefactores de sus amigos. El efecto de la corrupción se traduce en la falta de hospitales, de rutas y escuelas. Eso y la celebración de la viveza criolla, poniendo en pedestales a los ladrones que sirven de mal ejemplo para justificar los errores de lo que llamamos cambio.

22/07/2017.

I).
Las luces de los pueblos son como los faros, esperando el regreso de cada uno de nosotros aunque con los años nos veamos diferentes. La mañana está ventosa y fresca, me apretujo la capa mientras las calles vacías quedan atrás. La falta de cuidado se siente sobre el camino y el eterno barro que rodea a los despojados. Tal vez por eso tenga ahora tanta nostalgia por ese pedazo de tierra nuestra.

viernes

El Mar de Crespo

Las páginas amarillentas giran mágicamente perdiendo ese tono de a poco y rejuveneciendo con cada línea que el lector extraviado recorre, trayendo de regreso lo escrito en el universo de la eternidad y sirviendo para que otros sigan por la misma senda.
Así es como he descubierto la pasión por la lectura, andando por el mismo mundo que miles de personas a las cuales tal vez no conozco pero leer nos hermana.
En el océano imaginario de risas y epopeyas nos hemos sumergido para meternos en la piel de aquellos que han dejado una huella en el mundo que contemplamos, mientras el tiempo parece detenerse con cada página que recorro.

martes

Latino

Soy latino del sur
que vive en el norte,
anhelo la patria lejana
recubriéndome de oro
y paseando en carros de lujo
pa' mostrarle a mis hermanos
la belleza del sueño americano.

Soy el mojado que se volvió empresario,
todo tiene un precio menos la libertad
de mis hermanos a quienes les cierro
la puerta en la cara y espero que I.C.E.
los deporte así no tengo competencia.

Mis ancestros les rendían culto a la tierra
pero he sido deslumbrado por el discurso
de un rubio de bronceado perfecto,
viendo como el muro se hace más alto.

Bailo al compás de una música que cosifica, 
todo es una mercancía más
pero puedo darme el lujo de adquirirla
en la tierra de la libertad.

Soy latino, bebo un refresco y ostento
mis quilates para opacar al sol
a la vez que entono marchas comerciales
en espanglish, no sea cosa que los del sur
del Río Bravo piensen que me olvidé de
mis raíces.

Soy latino, ilegal convertido en victimario.

viernes

Sin voz

Testigo mudo de un tiempo olvidado
nada peor que ser memorioso 
pero no poder contárselo a nadie
por el solo hecho de que te vean
como a un extraño.
Vine de lejos ya lo sé
del sur en donde el océano
trae la borrasca gélida,
ahí en donde el sol sale
y se pone en el mar.
Pero seguro que algún ilustrado
dirá que eso no es cierto, 
recluyendo todo esto
entre paredes acolchadas.

Aún

Es que tu espíritu mora aquí todavía, puedo sentirlo en cada susurro del viento y en las correrías de tu pequeña. Dejaste un hueco imposible de llenar con otra cosa que no sean recuerdos cuya carga es tan pesada como la ausencia misma de ese al que hemos querido y simplemente se fue.

Sin embargo no es solo el viento, al soñar nos volvemos a ver como si esto no fuera más que simplemente un episodio onírico en el que al igual que tantas otras veces quisiera quedarme.

Pero la alarma me quita de allí, dejándome confundido en medio de esto que llamamos realidad.

jueves

Libros de arena

Antes de la confusión y de que estuviéramos todos separados hablándonos sin entendernos, pero hablando de lo mismo al fin, existía una biblioteca en el centro de la ciudad.

Su conocimiento llegaba hasta los comienzos de eso que ahora llamamos tiempo,
Él en persona depositaba cada día un ejemplar nuevo.

Y sin embargo al comprender que eso era demasiado para nosotros no sólo nos confundió, sino que la biblioteca despareció entre las arenas.
Pude tomar un libro de la estantería mientras huía del lugar que se colapsaba, pero al observar la ruina desde lejos este se volvió parte del desierto.

Así inicié el peregrinaje en busca del conocimiento que me quitara la ignorancia en la que vivimos.

martes

Caída

Otoño, húmedo y melancólico,
extraño clima este
nada que anuncie la inminencia
del invierno excepto las hojas
del almanaque que se van
al igual que las de los árboles.
Poco para este cambio de color gris
al que el sol le da un poco de sus tonos,
mientras se empeña en disipar la niebla
que ya es una postal común.

Pedazo de hierro

Cientos de vehículos yendo en la dirección contraria, me dejaste plantado un primero de marzo tras el carnaval. Solo me quedé en el andén vacío, tu ausencia era más grande con el recuerdo reciente y eso de plantarnos se tornó una constante. A veces simplemente me abandonas a medio viaje y no hay aventón que me quite la nostalgia pedazo de hierro viejo de color azul.

domingo

Mazos

Excavamos, la luz de las linternas es nuestra guía
para nosotros que no conocemos ese sol que brilla
sobre los que viven arriba y esperan las joyas
que provienen de las entrañas de la tierra.

Pero aguardan en vano ya que esta vez
no recibirán nada excepto una bocanada
de humo en la cara y un portazo,
la bóveda de los enanos brilla en lo profundo
recubierta de las gemas de este mundo.

Descubrimos el recinto hace poco
los de afuera se han vuelto codiciosos
pero nada que nuestros mazos no detengan,
los mismos con los que ahora labramos
la roca mientras nuestra canción se pierde
ahí en lo profundo.

martes

Viajo

Viajo, mi tiempo discurre entre estas líneas y las de la Ruta 11. Un sendero a menudo tranquilo y otras veces borrascoso. Viajar es como escribir, saltando de un lugar a otro en éste periplo que significa estar vivos.

Cine

Corro hacia el extremo, 
los chocolates se desparraman 
en el interior de la cartera de mi madre. 
La última escena de eso que significa ir al cine.

30 años, 
otra ciudad, 
pero somos los mismos personajes de esta película. 
Mi amor, los viejos y la acústica de la sala.

Saga

Bajo los cielos del mundo exterior libra una batalla eterna. 
Una tras otra las hordas de los caídos vienen para padecer 
el destino de las estrellas al quebrarse. 
Aquí no hay sol que surja sobre los abismos, 
el día es un combate sin fin desde Saterra 
hasta el portal que conduce a la cámara del Shokan.
Sin fin pero sin manchas, en otra victoria inmaculada.

domingo

Esperando a Romero (A.J.R.)

Esperando la partida, las piezas se ven pixeladas 
en estos laberintos infinitos
que encierran más de una trampa 
y un acertijo puerta tras puerta,
las llaves resplandecen en la oscuridad, 
rojas, azules y doradas, esperando
llegar al final de esta pesadilla en la que nos vemos inmersos.
Un castigo por jugar demasiado,
otro por permanecer aquí,
al final no todos los secretos son revelados
y esas bestias me resultan tan familiares.
Viéndolo todo desde atrás de una mira,
la desesperación nos atrapa cuando el contador llega a cero
cual enjambre que se viene sobre nosotros
pero aún tenemos algo más bajo la manga
y ese as de picas se revelará al fin
mientras una atmosfera roja queda a nuestro paso.

sábado

Eufemismos

Un atentado, miles de vidas se ven afectadas,
terrorista, asesino y fundamentalista,
tu historia es un reguero de sangre
en una ciudad cosmopolita.

Bombardeo selectivo, 
justicia infinita y primera plana,
las vidas segadas son el daño colateral
de una paz que se construye con pedazos
de la humanidad arrancada.

Cualquier eufemismo que usemos
equivale a excusa para no admitir
que generalmente nos estamos
sacando los ojos, 
hasta que no quede nada que ver.

viernes

Memoria

La mayoría de los días eran iguales, excepto el 3 de febrero. Estaba consciente de que su visitante llegaría como siempre. A la familia no parecía importarle esa locura, total nadie estaba pendiente del anciano.

Anciano, antes era joven y vigoroso, su voz atronaba para que los demás callaran. Pero ahora los años le habían quitado esas cualidades suplantándolas por la herrumbre del tiempo.

Así que esperaba en el porche, ese domingo por la mañana, a que llegara su viejo visitante.

Y éste apareció a eso de las 11:00. Se veía distinto, ya no era aquel niño que le arrojaba piedras. Ahora era un hombre, pero la misma persona, que al igual que él había soportado el paso del tiempo.

_ ¿Dónde está? inquirió su visitante.  ¿Dónde dejaste a mi viejo? 

Hubo una pausa que pareció un siglo. 

_¡No seas tan cobarde de llevarte el secreto!

El anciano no respondió, por una de esas casualidades su nieta más pequeña estaba ahí. El hombre la vio, dio media vuelta y se marchó.

_ ¿Quién era ese hombre? preguntó la niña.

_ No me acuerdo, nunca me acuerdo cómo se llama respondió su abuelo.

Pero algo extrañamente familiar había salido a la luz, le recordaba a alguien de otra época. Aunque también a él lo había olvidado, al rato todo era una anécdota más. Una que pronto olvidaría.

Sin embargo los pueblos guardan celosos la memoria de aquellos que nos han sido arrebatados.

Hipnos

Atiza el fuego, mientras te cuento lo que he visto antes de que llegaras. De esta forma tú le contarás a los que vengan luego lo que has vivido antes de su nacimiento.

Esta es la ocasión perfecta, estamos para esto y luego simplemente nos perderemos en el sueño eterno. Al viejo Hipnos le agradará que lo evoquemos cuando golpeemos las copas y murmuremos en sueños el nombre de alguien que se ha ido.

Es por ello que el calor del fuego me fascina tanto, el sopor en el que me veo inmerso es la antesala de esas imágenes oníricas en donde todo está bien. 

Ahí estamos todos.

Pabellón

El mar tiene esas cosas, a veces simplemente se guarda sus secretos y otras te los arroja en la cara. 
O en éste caso a tus pies.

Di de lleno con un náufrago en medio de la playa brumosa, era tan espesa la niebla pero igual de silencioso el paisaje.

La vieja bicicleta voló a un costado, el pobre diablo yacía desmayado y lo arrastré hasta la cabaña. 
Me llamaron loco por construir en ese lugar, inadaptado por vivir fuera de la sociedad.

Así que aticé el fuego y me dormí, soñé con criaturas monstruosas que moraban en lo profundo. 
Una de ellas se había perdido, sus hermanas venían a reclamarla al reino de la tierra.

El golpe de la puerta al ser abofeteada por el viento me despertó, mi visitante se había marchado y mi bicicleta con él.

Seguí el rastro que dejaba en la arena de la playa, hasta las inmediaciones del barco hundido.

Allí encontré mi medio de transporte y alcancé a ver una imagen que la niebla desdibujaba en medio del mar. 
Un enorme barco se alejaba, mientras por estribor el esquife era cargado.

Rumbo al sur se iban, flameando en lo alto el pabellón moderno de los piratas.

lunes

"D." y "P".

El Señor “D” se ha vuelto una constelación y persigue los pasos de Orión en el cielo nocturno, no sea cosa que pierda la costumbre de disputar cada trozo con el viejo Pierre.

A veces en sus correrías hacen estallar los asteroides iniciando una lluvia de fuegos artificiales en el manto oscuro, lástima que los únicos atentos a éste espectáculo sean unos ojos que pecan de inocentes.

Así que los adultos no les creen, pero cada tanto alguno recuerda que fue niño y alza la vista para volver maravillado a esta vida que es genial aunque no nos demos cuenta.