jueves

Las noches de verano

Las noches frías de verano contrastan con
el calor del fuego, el humo asciende al cielo
y se pierde a lo lejos en las estrellas que
brillan como nunca. 
Tal vez esta es la época de mayor de paz
en la que finalmente nos vemos liberados
de las ataduras, de las rutinas que van
de febrero a diciembre.
Un poco recordando otras épocas cuando
llega el momento de las fiestas y cierta
nostalgia, alguna lágrima que otra por los
que no están o por los que están pero pareciera
que no y otro tanto por los momentos que uno vive.
La alegría y las lágrimas se mezclan en una especie
de crisol, que no es más que estar vivo y saber
que uno existe, que es más que simplemente
un mero contribuyente, más que sólo carne y huesos.
Ahí entra la sangre como el fuego que en este 
momento arde, esperando limpiar las impurezas del metal.


Fin de año

El año se va, en realidad no es más que un espejismo, es una continuación. Uno se lo puede tomar bien o mal, desear que llegue ese punto para marcar una especie de quiebre.
Pero en realidad el quiebre se puede hacer antes si la situación viene mala, el tema es convencerse de eso, buscar el espacio para poder desarrollar algo que realmente lo reconforte a uno y no quedarse simplemente atrapado en la rutina, que lamentablemente la rutina no es vivir.  
Vivir es absolutamente experimentar, es exactamente lo contrario, la rutina no es más que una repetición de hábitos bien o mal aprendidos, a los cuales uno de pronto empieza con ese cansancio, el hastío, y es necesario intentar otra cosa. 
Pero realmente uno puede encontrar las formas distintas de encarar determinados asuntos, simplemente viéndose frente al espejo, o sea la respuesta está en uno, no hay otra cosa.


miércoles

Lluvia de enero 2019

El inconfundible sonido de la lluvia a comienzo
del año, truenos y relámpagos aparte del coro
de ranas pidiendo más y más agua.

martes

03 de marzo de 1945


03 de marzo de 1945

Antes que el invierno avance demasiado dejamos todo atrás, incluida a la perra que se perdió en la bruma del muelle, la última Navidad fue la peor de todas dado que el éxodo era inevitable siendo que la destrucción nos rodeaba. Lo que no se encontraba en ruinas estaba ocupado, la pena por haber seguido directa o indirectamente al vencido, aunque no hacerlo era equiparable a la muerte en las manos de las patrullas negras. Todo lo que no se ajustara a los designios de un demente era considerado una traición, los soldados marcharon a la guerra y muchos, demasiados, no regresaron. Los que lograron sobrevivir enfrentarían la deshonra de la derrota, la culturización a través de la ocupación de otra fuerza escudada detrás del manto de la libertad.
Antes de que el invierno hubiera avanzado viajamos hacinados en la bodega de una barca con el nombre de Ana, para llegar como proscritos a un barrio de marginales que nos recibió con sus calles de adoquines y su mezcla de palabras en una especie de caldero del que resultarían términos que están presentes en nuestro ADN, de forma tal que nos marca a través de los lustros.
Llegamos al final del verano en una especie de viaje en el tiempo como ya lo he dicho otras veces, tal vez por eso cuando el otoño vino acá, en el lejano Vecchiano la primavera comenzó la etapa de la reconstrucción. Las heridas cerradas en un lugar se abrieron por estos lares, dejando el granero a merced del saqueo y de un montón de títeres que repetían un mensaje un tanto parecido, de pronto la destrucción se instaló también acá. Gente avezada en estos temas pudo simplemente irse a tiempo, muchos otros se quedaron y construyeron para que otros se beneficiaran con el sudor, de ellos quedan pocos lamentablemente en tanto los piojos se han multiplicado comiendo las cascaras del grano que comenzaba a ponerse oscuro. Luego los discursos tan bien aprendidos, captando la atención de aquellos que pensaban en lo que podían perder y no en lo que poseían en realidad, así se cruzó una nueva barrera en el cambio de siglo pero siguiendo con los pedazos de lo que pudo ser. Nací precisamente al final del espectáculo macabro, pero permanezco entre las ruinas de la obra repetida en formato de saqueo y promesas de una democracia, que sigue siendo tal cosa sólo en los papeles. Ana no tuvo tanta suerte, su memoria perdura mientras olvidamos la de aquellos que tenían una idea de trabajo y crecimiento desde esa base.

Sábado, 27 de marzo de 1943

Querida Kitty:
El curso de taquigrafía ha terminado. Ahora empezamos a practicar la velocidad. ¡Seremos unas hachas! Te voy a contar algo más sobre nuestras «asignaturas matarratos», que llamamos así porque las estudiamos para que los días transcurran lo más rápido posible, y de ese modo hacer que el fin de nuestra vida de escondidos llegue pronto. Me encanta la mitología, sobre todo los dioses griegos y romanos. Aquí piensan que son aficiones pasajeras, ya que nunca han sabido de ninguna jovencita con inclinaciones deístas. ¡Pues bien, entonces seré yo la primera!
El señor Van Daan está acatarrado, o mejor dicho: le pica un poco la garganta. A causa de eso se hace el interesante: hace gárgaras con manzanilla, se unta el paladar con tintura de mirra, se pone bálsamo mentolado en el pecho, la nariz, los dientes y la lengua y aun así está de malhumor.
Rauter, un pez gordo alemán, ha dicho en un discurso que para el 1 de julio todos los judíos deberán haber abandonado los países germanos. Del 1 de abril al 1 de mayo se hará una purga en la provincia de Utrecht (como si de cucarachas se tratara), y del 1 de mayo al 1 de junio en las provincias de Holanda Septentrional y Holanda Meridional. Como si fueran ganado enfermo y abandonado, se llevan a esa pobre gente a sus inmundos mataderos. Pero será mejor no hablar de ello, que de sólo pensarlo me entran pesadillas.
Una buena nueva es que ha habido un incendio en la sección alemana de la Bolsa de trabajo, por sabotaje. Unos días más tarde le tocó el turno al Registro civil. Unos hombres en uniformes de la Policía alemana amordazaron a los guardias e hicieron desaparecer un montón de papeles importantes.



Texto perteneciente al “Diario de Ana Frank”, el texto ha sido extraído del blog http://eldiariodeanne.blogspot.com/.

Audio disponible en: SoundCloud/Ana Frank




sábado

Continuando


Un paso más, debo seguir hacia adelante, los errores son simplemente formas de aprender, no es que lo de antes no sea importante pero esta es una constante evolución mutando la escritura con el paso de los años hasta transformarla en una obra definitivamente concluida. Así que no veré hacia atrás, lejos yacen los días bajo los álamos en los que garabateaba formas sobre una libreta de almacenero y en espacios vacíos en las márgenes de los folletos que se convirtieron en basura, luego llegaría el fuego purificando esos borradores pero también la lluvia hasta que el hábito de deambular bajo ella se ha vuelto una costumbre. No entiendo la razón por la que los demás huyen presurosos, ayer encontré de nuevo esa maravilla que es pedalear bajo una llovizna en tanto las pequeñas partículas de tierra se adhieren al cuadro y terminan por completar la escena, pintando el negro con manchas blancas semejantes a las estrellas en la fría noche del verano. Las líneas de gris se recubren de azul, el lenguaje comunica aunque a ciertos ágrafos se les haya ocurrido lo contrario e intenten imponer términos que carecen de sentido, tratan en vano de conseguir igualdad mediante imposiciones tornándose victimarios tras haber sido víctimas y cosificándolo todo para así justificar su modelo bastardo. En tanto la tinta tiñe las hojas de azul, dejando la sangre y el sudor en cada pequeña creación, más difícil que destruir dado lo qué implica sacar a la luz ideas nuevas lanzándolas al espacio en donde nuestras existencias se desarrollan, pese a que ciertos sectores se dedican únicamente a tratar de doblegar escudados en un argumento barato adquirido en una tienda de rebajas.  

lunes

Alarma


Truenos, rayos y centellas, las tropas enemigas ya están cerca así que he de dar la alarma dado que todos duermen. Todos incluye en realidad a los dos defensores, uno de los cuales debe haber sido una locomotora en otra vida dado cómo ronca, pero es mejor que nada. En unos momentos caerán sobre nosotros, mejor la espada en mano aunque sea en calzones que la sorpresa de las llamas, los muros cayendo y los gritos de las víctimas. Así que he de cumplir con mi deber abandonando un instante la atalaya que me sirve de cubil, ingresando en las penumbras que la batalla entre luz y oscuridad genera, la bestia helada gruñe, también ella siente la presencia de los invasores, en particular del calor agobiante al que le debe hacer frente tan sólo con agua congelada. Pues bien, en un instante he dado con la puerta de la mazmorra y me he situado al lado del jefe, aunque este no me dio ni cinco así que le apliqué una técnica milenaria muy conocida entre los caninos: el famoso lengüetazo en el brazo. Como por arte de magia ocurrió lo que esperaba, una puteada de parte de Piero en medio de la oscuridad y la Negra se retiró hacia el garaje, a esperar la tormenta con la cabeza debajo del auto.
Desagradecido.