La máquina deja un rastro de tinta y pensamientos
a un lado el viejo 38 y unos cuantos panfletos,
es el domingo de las elecciones y para algunos
el fraude es moneda corriente.
Un cartel en la calle llamaba a votar por
Palacios, enfrente los pibes jugaban a la rayuela
buscando una entrada anticipada al cielo.
El humo del cigarrillo rodeaba la radio de la cual
salían las descargas y mensajes contando noticias en
fragmentos que podían ser creídas o ignoradas
por la parcialidad futbolera más atenta al balón
que a cuestiones políticas.
El viejo Domingo siguió haciendo sonar la Remington 1920
hasta el atardecer, luego se fue de la mano de la
pequeña Ana a dar una vuelta por la plaza.
La rayuela yacía abandonada en la vereda,
los niños habían encontrado el camino del adulto.
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