1925 (fragmento del libro "Omnes Me")

 Aquel año la Selección Argentina ganó su segunda Copa América, el torneo de selecciones más viejo del mundo (contando un poco más de cien años) y sin dejar de lado que en 1908 ya se había disputado este deporte a nivel olímpico. El 05 de marzo de 1925, antes de que varios de nosotros siquiera fuéramos una concepción en la mente de nuestros ancestros, Boca Juniors jugó contra el Celta de Vigo iniciando la Gira por Europa de 1925. Se trataba de un combinado de la entidad boquense con refuerzos provenientes de Rosario Central, Tiro Federal, El Porvenir, Argentinos Juniors y Huracán de Parque de los Patricios. Aquella gesta, dada la falta de conexiones como las conocemos y todos sus problemas, aparece retratada en blanco y negro aunque fue a todo color dado que de los dieciocho encuentros Boca ganó 15, empató 1 y perdió 2. No obstante ello, el reconocimiento más importante que existe no es en sí haber representado a Argentina fuera de su naciente seleccionado sino avisarle setenta y cinco años antes al Real Madrid que del otro lado del océano hay un monstruo que por lo general se sale con la suya. Cruzaron España, Alemania y Francia, muy lejos en esos tiempos posteriores a la Primera Guerra que se repetiría en una versión peor (el humano se supera en lo nefasto también). Entre los jugadores del club hay un hincha, se llama Victoriano Agustín Caffarena Díaz y de él nace la leyenda del Jugador N° 12. Aquí es a dónde quería llegar dado que las banderas cuelgan en el viento pero muchos ignoran el porqué, asociando simplemente la cuestión a la propia barrabrava que a los simpatizantes en sí. Lo primero es mentira, ya que es fácil quedarse con el nombre para sacar provecho escudados en la gloria que no consiguieron, lo segundo es incierto dado el desconocimiento que la mayoría tiene incluso pudiendo leerlo en un segundo (de hecho no lo hacen). Llevaron un juego amateur a una versión distinta significando una suerte de descubrimiento del Viejo Continente, a la inversa del hecho histórico de 1492, seis años antes de que un 31/05/1931 comenzara el fútbol profesional por acá. Los mundiales no existían todavía pero aquel equipo en azul y amarillo estaba anunciando la confrontación definitiva, sacando a los postulantes de su comodidad a la vez que le demostraban que existían rivales en todas partes del globo. La historia de Victoriano con Boca no quedó sólo en aquel hecho dado que en 1926 le encomendó a Ítalo Goyeche la composición del himno de Boca Juniors, cuyo estribillo viene a colación: “Con tu enseña victoriosa que es de oro y cielo azul, en la Cancha se entusiasma nuestra fuerte juventud. Electrizan tus colores Viejo Boca vencedor y en los campos de combate es glorioso tu pendón”. El Totto, el otro, fue también presidente de La República Independiente de La Boca en la década de 1960 hasta su partida en 1972 aunque sólo se muere realmente cuando comenzamos a hablar en pasado. Si no ya habríamos olvidado a Alejandro y a César, cuyos tiempos son tan lejanos a los nuestros pero se parecen.

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