El día después no vuela una mosca por aquí, hemos vuelto a la realidad de un golpe seco. Todo ocupa el lugar que le corresponde, nuestras necesidades son más grandes que la pelotita rodando. Empecemos por los valores que se han perdido, por las vidas que se van por falta de condiciones y la memoria a corto plazo que nos hace repetir el mismo error en forma de enfermedad crónica.
Por las mismas caras ofreciendo la solución definitiva al problema que ellos generaron, por aquellos que justifican un robo esperando una parte, por la violencia para con los nuestros.
Basta con tener una idea distinta, el otro ya nos pone en la vereda de enfrente para así justificar su existencia.
Y sin embargo estamos en el mismo navío, haciendo agua por todas partes. Pero mientras pueda evitar mojarme no importa cómo, incluso a costa del otro.
Argentina.
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