jueves

Supernova

Me cubrí de excusas y me volví uno más en este viaje
a través de los mares literarios me perdí,
buscando el universo de Crugg
me encontré con un magiar
que trataba de sobrevivir en un mundo
lleno de incomprensiones
y principios que se echaban a la basura.

Encontré la desazón en un viaje a Bariloche,
tal vez por no comprender las diferencias
generacionales usé una metáfora
para que Melany se indignara
y falté al último adiós de personas
a las que no puedo reemplazar.

Ahora lo único que queda son sus nombres
en los muros de un lugar al que quiero,
pero que no será lo mismo sin uno de ellos
porque incluso el krakén se ha vuelto
parte de la leyenda, al huir con el príncipe
hacia los reinos de Mariel.

Es eso y un par de enredos
que quedan tras la última apuesta
a alguien que sigue a un técnico Bizarro
y las aulas vacías por aquellos
que parten hacia Demacia.

Al 6° que se fue.

Delirio marino

Y sí mi buen Kraspo, uno no puede andar por ahí saltando entre las olas porque su fortuna ha cambiado. Aunque es entendible la necesidad acuciante que nos invade cuando el calendario anda cerca del final del mes.

Pero incluso con eso uno no se puede poner a cantar como si nada importara, dado que nunca sabemos quién puede estar mirando y volviéndonos una instantánea que nosotros ignoramos.

La única certeza de ser víctima de un ojo eléctrico es cruzarnos con un rostro conocido en la escalera, que no duda en soltar una risita a nuestro paso.

Nefelibata


Ausentes y ocupados
todo transcurre en una pecera
especie de vidriera en la que mostramos
una eterna felicidad, nada de grises
todo a color, no hay fracasos sino
eternas victorias ignorando el resto.
Selección arbitraria de momentos,
gustos compartidos para que nos
vendan como portada de una red social
en la que todos somos amigos.
Anonimato digital desprovisto del dolor,
retoques a recuerdos que olvidamos
detrás de otra instantánea y un me gusta
infinito, colados en la realidad del otro
en tanto no vivimos la propia.

¡Qué vida! La auténtica vida está ausente. No estamos en el mundo. 
Quelle vie! La vrai vie est absente. Nous ne sommes pas au monde. 
Jean Nicolas Arthur Rimbaud
 

Qué


Qué es esto sino un rejunte de historias que se unen un primero de abril
y se separan cada mañana cuando te vas rauda por esa serpiente azul
que es la interbalnearia, pese a que nos volveremos a ver cuando caiga el sol.

Qué son los últimos ocho años sino un par de minutos llenos de alegrías
compartidas y silencios profundos que siguen a mi pérdida de paciencia,
una especie de trueno en medio de un día de treinta y tantos grados.

Qué fue de eso llamado soledad que a veces trata de volver cuando no estás
para que la perra le muerda las faldas y tenga que largarse a otra parte,
en tanto espero que las calles que nos separan momentáneamente nos reencuentren.

Qué hermoso ha sido descubrir que nos amamos pese a que muchas veces
no coincidimos en nada y la paz que te rodea contrasta con el peor de los días
cuando el domingo termina sin goles o algo que estaba entero termina rompiéndose.

Te amo y en esas dos palabras se resume todo.

viernes

Balneario Reta


Reta, Balneario Reta, Océano o Balneario Océano se encuentra ubicado en el sur del Municipio de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires. Es una pequeña población costera que mantiene aún la vieja cadena de médanos, una cosa bastante rara en la región dado que la mayoría de las playas han sufrido las acciones del ser humano que se traducen en quita de arena para poder construir.

Ello genera que el mar no tenga contención alguna a la hora de avanzar, socavando los cimientos de las construcciones aledañas a la línea de marea o bien dejando poco o nada de playa en las horas de pleamar.

Tal vez las únicas excepciones a este cuadro las constituyen las playas de Necochea, Valeria del Mar y el sur de Villa Gesell, en las que existen lugares en los que todavía parte de las dunas existen. Aunque paulatinamente el avance urbano les va ganando lugar.
Reta posee una población estable entre 750 y 1000 habitantes, las principales actividades se relacionan con el turismo, construcción, pesca artesanal, mantenimiento de redes eléctricas o empleo público.

Sus calles son de tosca, el asfalto llega hasta la entrada de la localidad desde el año 2012, el centro de salud primaria abrió en el año 2013, la secundaria en el 2010. Pequeñas mejoras para un lugar que crece pero que incluso hoy mantiene mucho de su pasado intacto.

La conservación de las playas y médanos siempre ha sido una obligación de quienes viven allí y los que vamos cada tanto.

martes

Justicia

Una justa composición de intereses,
nada más que eso aparte del montaje
escénico y el teatro de títeres que se
prestan para eso llamado justicia.

El símbolo de libra mancillado,
una vieja armadura que ya no brilla
letra muerta de una sociedad
que busca siempre una excusa. 

La norma es algo vacío
sin memoria y sin el equilibrio
que da la balanza,
inclinándose en favor del que tiene dinero
mientras las víctimas esperan
que le devuelvan aquello 
que nunca volverá.

                                                  Proveer de conformidad,
                                                  no será justicia.

Pensé

Pensé que era libre pero vivo atado por obligaciones tributarias y electorales, derecho de paso por circular en rutas llamadas libertad, tiempo invertido en conseguir un mango para cubrir agujeros que son grandes. 

Sobreviviendo por el crédito, una forma de hipotecar sueños y convencernos de que tenemos algo cuando en realidad es extender la condena a esto de subsistir, empeñando horas en volver a intentar tapar la entrada de agua. 

Siempre habrá algo que pagar mientras estemos aquí y otro tanto cuando nos hayamos ido, hasta los que no están deben tributar. Es eso o un osario.

miércoles

Arcadia

Arcadia es una civilización llena de buenos momentos y frustraciones para los que buscamos poner nuestro ego al tope del ranking. Ahí gastamos diez pesos que valían como mil de ahora y pusimos a cuatro tortugas con nombres de pintores a combatir villanos. Hicimos equipo con mi hermano y mi primo para contener una tormenta alienígena, pero nos quedamos sin llegar al final de Double Dragon. Ahí viven los clásicos de SNK peleando contra luchadores callejeros para definir quién es el Rey de los Luchadores. En ella el cancerbero te deja expuesto a menos que tu capacidad goleadora sea demoledora y tu defensa raspe al rival. Ahí Arturo llega a levantar la espada en la piedra, los jinetes cabalgan al atardecer y Pesina encarna a Cage, Sub Zero, Scorpion y Reptile. Ahí la bruja vuela sobre un puente para llevarte a pelear al foso si logras una victoria perfecta. Un valiente guerrero corre sobre una patineta sorteando obstáculo y rescatando a su amada, Mario y Luigi derriban tortugas. Ahí me quedo en la siguiente vida esperando un crédito de un desconocido para jugar una partida más. Ahí soy feliz, jugador y funciona como válvula de escape a mis miserias. Ahí la señora Pac Man huye de sus fantasmas, metáfora de eso de querer escapar a la rutina.

Kraspo

Arrastra los pies cuando llega al primer piso, se sienta atrás dejándole el papel principal a otros pero no duda en salir a escena cuando el naufragio es evidente. Y a veces no basta con capear la tormenta allá arriba en el palo principal, a veces hace falta algo más y ella lo sabe. 
Por eso tal vez por lo bajo refunfuña porque por más que existan cosas que superan lo que pueda hacer en el aula, le sigue doliendo ver como se pierden oportunidades. Pero la batalla siempre vale la pena así que esperando la vuelta de Odiseo ella deshace y revisa lo hecho, conformarse implica fracasar por lo que no duda en borrarlo todo para empezar de cero. 
Aunque lo único que motiva esto es saber que existen pequeños oasis en los que refugiarse de la tormenta, igual a esos rayos de sol que surgen por detrás de un telón tormentoso. Alguien en quien depositar el futuro, una utopía en medio de esta generación de instantáneas y touch screen. 
Vale la pena entonces.

Malos hábitos

Las cosas que deje para otro momento nunca las terminaré, la ira de una tarde calurosa tira por la borda todo lo que predico con tanto énfasis y lastima al que me pone el hombro en los días difíciles. 

Tanto aguante tiene que terminar en algún punto dando paso a la soledad y al olvido, la misma que nos rodea cada mañana que el can comparte conmigo cuando nos quedamos sin vos.

sábado

Paisaje

El viento agita las sombras que la luna refleja sobre la pared,
me vuelve parte del paisaje cuando me dirijo al refugio detrás de la casa 
una noche de verano que se parece más al otoño.

Me he vuelto parte del paisaje con el correr del tiempo
sintiendo eso que es crecer para volverme un adulto,
enterrando la inocencia de un niño al que no conozco.

El viento silba y el humo de la pipa baila entre sus brazos,
silba como siempre lo ha hecho dándole un aviso a este mundo
de que el aún sigue aquí pese a que lo ignoran.

Aún seguimos aquí pese a esos intentos de contarnos
que sólo somos mercancía electoral 
a la que desangrar en forma bienal.

Aunque preferimos esto a la aguja impositiva
que nos clavan mensualmente 
para mantener a los gusanos con vida.

Lo curioso es que estos se alimentarán
de los despojos de todos aquellos que se consideran
demasiados poderosos, pero que a la larga forman parte 
de las sombra del tiempo.

Lo nuestro es más poético mi querido viento. 

Pierluigi

La casa está en silencio, la familia se ha ido a pescar al Médano Blanco y aprovecha la ocasión para encender su pipa una vez más. De pronto el altillo empieza a desvanecerse igual que el humo que se escurría por uno de los ventiluces. 

El paisaje a su alrededor cambió por completo, se sentó sobre una nube viendo a una tormenta alejarse hacia el oeste como un río debajo de sus pies. Escuchó los ladridos de un can que corría a su encuentro cual Peritas al ver a Alejandro pisando los Campos Elíseos y el llanto de un pequeño que llegaba un diez de septiembre.

Así que dejó la pipa atrás mientras se dirigía al encuentro de su viejo amigo en un paisaje  semejante al de la Italia de su infancia, incluso el bardo estaba ahí esperándolo para mostrarle su última obra cumbre.

Y ahora aquí en el páramo he de encender la vieja flama, viendo al humo irse hacia lo alto.

Diez segundos bastan

Volvíamos de General Lavalle a Santa Teresita, la serpiente azul zigzagueaba buscando la sal del mar y lucía realmente desierta. La Ruta 11 era en ese momento la némesis de su versión estival, desierta pero con la compañía del sol. Al viento lo habían visto dirigirse hacia Pavón hacía ya un rato, dicen los curiosos que se escapó hasta Mar del Plata cambiando una costa por otra.

Encendí la radio, el programa "Tirando paredes" recién comenzaba, pero en lugar de hablar de los partidos de esa tarde a Román se le ocurrió leer un cuento. ¿Un cuento? Usted que tiene nombre de romántico y apilador de oponentes en Palestra Italia ¿cómo se le ocurre empezar con eso? Seguro que si esto venía luego de las noticias del siguiente encuentro de Boca no le hubiera dado ni cinco de pelota.

Pero bueno, me quedé enganchado a esa parte de programa igual que un pedazo de nilón que viajaba colgado de la antena del auto. El personaje central de la historia pasaba desapercibido, vivía a través de las vidas de los otros personajes pero al final de cuentas los reunía a todos.

Desde el Negro Enrique que le daba un pase para su pierna menos hábil hasta el golero británico llamado Pedro quien quedaría ridiculizado por toda la eternidad. Una rara forma de contar una historia dejando de lado al actor principal para centrarse en los demás personajes.

Casi al final del relato en la parte en la que describe cómo dos personas llevan un bidón con kerosén por una calle embarrada, no contuve más el llanto y vino la catarata. Mi señora no entendía nada, pensó que alguno se había ido de este mundo.

No logré explicarle con palabras lo que las lágrimas justificaban, es que recién ahora encuentro las frases para poder decir todo esto. El Diego pasa como el viento entre oponentes y compañeros, dejando congelado el Estadio Azteca, la imagen es una poesía sin letras, la optimización del uso del tiempo para hacer de diez segundos una obra homérica.

Pero el sólo aparece al final igual que el llanto. Tal vez ahora sí pueda explicar "quién es, quién ha sido y quién será hasta el fin de los tiempos".  

Nota: 10,6 segundos es una obra de Hernán Casciari, el enlace lleva a su blog. 

Arcadia II

Yo era el nueve del equipo pero jugaba en posición de extremo izquierdo, pese a ser diestro. El que llevaba la diez era el centro delantero y el once nuestro wing derecho. Eramos un equipo que se fue puliendo con los años que parecían no querer pasar, excepto para los de afuera.

El primer juego era contra la escuadra nipona, los organizadores del torneo y eso se notaba bastante. Aunque es fácil hablar con el resultado puesto, enseguida el diez había recibido un pase del número seis y con una soberbia media chilena la mandó a guardar.

Sin embargo tratamos de anotar el tercer gol antes del segundo, parecía que estábamos cerca pero no lográbamos acertar el tiro de gracia. Hasta que el once mandó un centro y me tocó anotar con el arco a mí merced.

Una cosa que siempre noté en todos estos años como jugador de la Celeste es la forma en la que los arqueros cometían varios errores, sin importar el equipo en el que jugaran, como quedarse en el primer palo cuando venía un centro desde el borde de la línea de córner o dar un salto al mejor estilo bloqueo de voley en el momento en el que un delantero ejecutaba una media chilena o una tijera.

Pero bueno, de los goles vivimos así que no importa la forma en la que lleguemos a ello. 

No tuvimos demasiada oposición, los del norte eran buenos en otros deportes, la escuadra orange prometía más de lo que cumplía, nuestros eternos rivales (los cariocas) estaban pasando una etapa de transición e incluso los sajones no fueron rivales de fuste.

En las semifinales nos aguardaban los tanos, siempre difíciles y en esta ocasión ultra ofensivos. A nuestro técnico se le quemaron los papeles, esperaba a un equipo más retrasado en el campo y no un oponente tan agresivo.

El medio campo tuvo mucho trabajo, el seis y el siete pelearon mano a mano contra jugadores que tenían aprendido el manual del mediocampista rasposo escrito por Gennaro.

Pero así y todo salimos victoriosos, el diez recibió un pase del once tras una asistencia del seis que por única vez pudo pasar al ataque y con una soberbia media tijera la mandó a la ratonera. El arquero tano quedó pagando.

Llegamos a la final contra los germanos, el partido más complicado por el roce físico y las protestas al árbitro que siempre estaba lejos de la jugada. Por alguna cuestión azarosa nos tocaba el mismo tipo siempre, vivía lejos de la jugada y generalmente en el piso al ser arrollado por un jugador o por el balón.

El juez era miembro de una asociación internacional llamada G.O.D., quienes organizaban partidos contra los campeones de los torneos. Un nombre demasiado pretencioso para lo que este tipo podía dar a la hora de impartir justicia.

La final fue muy disputada, logramos acertar el gol de entrada pero el medio sufría los embates de los teutones y la zona era una autopista.
La defensa quedó expuesta por primera vez, los esfuerzos de nuestro líbero y capitán no fueron suficientes, el cancerbero recibió en una jugada su primer gol. 

Esto nos desmoralizó un poco, estábamos 1 a 1 y cometimos el error de no frenar la pelota para pensar las jugadas. Fue un frenesí que nos invadió optando por devolver golpe por golpe, hacha y más hacha, el director técnico gritaba desaforado, no le prestamos atención hasta que los tres pitazos sonaron ominosos.

Los de verde miraban al juez, este a nosotros, mis compañeros y yo a nuestro capitán, al final el árbitro sacudió la cabeza. No había más tiempo, ni penales, ni créditos.

El jugador había dejado el arcade y volvía a la escuela, esperaríamos durante años hasta que volviera con un crédito y un pequeño igual a él para así dar la vuelta olímpica.

Ese día le ganamos a Germania 6 a 0. Ni la vieron.

Nota: este es mi homenaje a todos los juegos de fútbol de arcade (máquina a fichas) que he terminado. Y la regla para ello es usar sólo un crédito, no vale continuar. Eso es ser un jugador hardcore.

Un poco la historia está influenciada por "Memorias de un wing derecho" del Negro Fontanarrosa, el cual he leído el año anterior en una recopilación llamada "Los mejores cuentos de fútbol". La selección de cuentos estuvo a cargo de Eduardo Sacheri. 

En ese cuento basó la película "Metegol" Juan José Campanella.

lunes

Sobre las sesiones de un naufragio

La idea surge tras una visita a mi hermano allá en Tigre, el paisaje, los muros, las mascotas (los dos huargos), la historia de la familia, etc., todo marca un punto de partida para poder crear esto.

Simplemente he tomado el celular y usado la función de grabar para poder generar una idea en forma espontánea, una especie de borrador virtual si se quiere. Recuerdo haber visto un programa en el canal Encuentro en el que se reproducía una grabación de Julio Cortázar.

Al menos la forma de instrumentar la idea proviene de ahí, posteriormente comencé con esto de ponerle los subtítulos que implican también una forma de pulir la idea original (de ahí las diferencias entre audios y textos).

Esto último también es una excusa para poder permitirles leer a quienes no oyen.



Las imágenes han sido tomadas por Patricia Candia.

domingo

Un vaquero en la lluvia

Ya escribía en esa época pero todo eso se ha perdido en los dominios de Prometeo, sin embargo de las cenizas surge la vida y así la inspiración vuelve.
Con este blog pasó lo mismo en numerosas ocasiones, lo único que una vez que nos ubicamos aquí ya no nos fuimos.
Cowboy Bebop, el anime dirigido por Shin'ichiro Watanabe, influyó en el nombre "camina en la lluvia", el resto es empirismo (experiencia pura) es decir el hecho de vivir y transitar esa vida.

  

Camazote

Sobre las ruinas de nuestras ciudades levantaron sus monumentos y desde ellos nos adoctrinaron para que sirvamos a otra esfinge, debiendo tributarles con metal dorado para que nos mantuvieran vivos en el yugo de nuestras miserias. 

Perdimos la memoria de lo que eramos reemplazándola por constantes sufrimientos, tan solo la calzada de piedra conservaba algo de los recuerdos de la época en la que le rendíamos culto a la Madre Tierra.

Pero una noche el nuevo gobernador fue degollado, sus hombres buscaron en vano hasta el amanecer. Allí se les reveló que un campesino había visto al posible perpetrador dirigirse hacia la casa de la víctima y luego huir de regreso a la selva.

Las huellas los llevaron hacia los restos de las afueras de la vieja ciudad, allí se alzaba el templo del Dios Murciélago. Ninguno de ellos volvió con vida, cada vez que algún invasor se acercaba demasiado a ese lugar corría la misma suerte.

Cada vez que la injusticia se tornaba imposible de soportar, aparecían los cuerpos mutilados de quienes eran un mal enquistado en esta tierra. O simplemente desaparecían en el fondo de un cenote. 

El Camazote se ocupaba de todos ellos.

Si Bruno Diáz fuera latino, sería el Camazote. 

martes

Un Boca contra River o viceversa

Empecé con la idea de una metáfora para definir un poco lo que es nuestra realidad cotidiana, en los dos clubes más emblemáticos de Argentina encontré lo que buscaba al ver un poco lo que ha sido la "batalla" histórica entre dos gigantes nacidos en un barrio como La Boca.

Un poco la rivalidad entre River y Boca refleja bastante lo que es la mediocridad instalada en nuestra sociedad: si a uno le va mal al otro le tiene que ir peor para poder conformarnos.

De ahí el vale todo instalado en el campo de juego, la protestas absurdas, la falta de visitantes, el trato al oponente como si fuera un enemigo al que hay que exterminar, los cantos xenófobos, la prensa que se hace eco de todo lo que ocurre y lo pinta como si fuera el fin del mundo, el énfasis desmedido en algo que sólo es un espectáculo deportivo pero que vale más que cualquier otro aspecto de nuestras vidas, los negocios para lavar plata, la vida de las estrellas en color amarillo, las muertes, los barras que son carne del mejor postor y forman sindicatos pero de laburar ni hablar, etc., etc., etc.

River Plate, del descenso a la vuelta a primera división y la conquista de América.
Homero no lo hubiera escrito mejor.


 

Argentina

Descubrí el secreto de nuestra existencia
algo que ha permanecido oculto desde
los tiempos de las colonias,
sepultado debajo de los rascacielos
de la ruidosa Buenos Aires.

Descubrí que no hay cura para esto
porque precisamente el problema
somos nosotros, los argentinos.

Una sociedad sin valores y sin moral
repleta de avivadas, de muertes inexplicables,
de genios que se suicidan mientras los bastardos
siguen con sus discursos demagógicos
y la otra epidemia incurable
que es cazar la manija para seguir juntando
fortunas a costa de un Pueblo ignorante y con hambre.

Descubrí que eso del federalismo se parece a una 
distopía dado que dentro de la General Paz
nadie quiere que realmente ocurra,
un Boca y River sin ganadores
ya que el otro tiene que perder para que yo
no me sienta tan fracasado.

Una elección entre dos males,
malo y muy malo
pero malo al fin
mientras educamos a nuestros descendientes
con excusas para poder zafar de casi todo
excepto de la mediocridad de quien se conforma
con ver la vida pasar en tanto no le metan
la mano en el bolsillo.

jueves

De O'Higgins a Océano

I)
Aviones que van y pasan por sobre nuestras cabezas, hormigas ajetreadas aquí abajo mendigando pedazos de confort y deambulando por la calle sin prestar atención al paisaje.
Pequeños momentos que registramos tarde cuando nos sumergimos en la rutina y anhelamos escaparnos a esos lugares lejanos como si el hogar no nos diera paz. Es que ese espacio en el que discurre nuestra existencia parece estar contaminado y lo tornamos una estación de paso.
Tan sólo eso, como si la felicidad fuera un paraíso lejano. Lo malo es que los actores de ambos escenarios somos los mismos, como una figura que se repite.

II)

Junté las colillas para armar un cigarrillo
y recorrí más de una alcantarilla
en ese peregrinaje urbano.
Sin nada que comer galgueando las mañanas
al calor de un océano de fuego y por las noches
haciendo sonar la vigüela
bajo la luz de mi única compañía, la luna.
Feo andar por este mundo tan lleno
de letras frías y derechos vacíos.
Feo recorrer el mismo camino que Gesú
en tanto las riquezas se concentran como siempre.
Nada ha cambiado pese a todos esos tratados.

III)

Deja ya esas tablas y pon tu mente aquí profeta. Necesitamos de tus brazos llevándonos a la costa a salvo de las plagas. Los discursos están bien para una fogata pero aquí los saurios vienen como juncos a la carga y si no tiras de la soga nada quedará.

Ven, deja ese pergamino sin terminar que para eso está la mañana cuando todos duermen y te pones a escribir esos versos que sólo tú entiendes.

Déjalo todo ahora, únete a este viaje llamado vivir.

IV)

Tantas veces te apropias de este lugar y otras tantas lo barro durante la noche quedándome con recuerdos que tú ya no atesoras, incluso con despojos de esa excursión como si yo mereciera ese trato.

He guardado secretos que la humanidad aún ignora y visto a civilizaciones enteras hundirse en el fondo pese a lo poderosas que eran.

Y ahora vos con tus toneladas de basura me amenazas como Edgardo encima de un bonsái, sabiendo que incluso después de ti seguiré aquí.

Así que más respeto que un día debes volver al océano y ahí morarás entre mis tesoros.

Precioso tesoro.

V)

Caras que no están,
rostros que se alejan
en la inmensidad.
El corazón se pone en modo nostalgia
la sombra de la adolescencia recorre
una calle vacía y entra en una casa
que ahora opera como mercado.
Mi nombre es el de un desconocido
preguntando entre las paredes de
la historia sobre la vida de alguien
a quien no veo hace décadas.
De cada uno de ellos tengo un pequeño
recuerdo por si al tiempo le gustara
jugar con los sentimientos y es con ello
que me voy de regreso al océano.

VI)

Océano, 04/01/2018

Va y vuelve, un mate amigo nos sigue como una sombra. Retumba el mar, el viento juega entre los médanos, todo está en calma.
El sol se ha extraviado entre las nubes, llovizna marcando la renovación del año nuevo.
La tierra se aquieta, las piedras se rebelan al bodrio urbanizado y muestran el pasado presente.
Hoy accedí a tu bitácora viejo, allá al comienzo del Pueblo que sigue en estas letras saladas.
Allá pero cerca.

VII)

Crugg es una isla en medio de un océano de ignorancia e hipocresías que arrastra todo como un maelstrom.
Un manojo de esperanzas viendo al futuro con los ojos cansados, una flor recubierta de espinas pero sin dejar de lado el hecho de la belleza del amanecer.
Una tormenta que se desata tras el intenso calor, un faro para los que navegamos buscando tierras seguras.
Un antes y un después en medio de la batalla que entablamos contra la ignorancia de este mundo de instantáneas en la que todo es presente y se ignora el pasado.
La genialidad encarnada a la que cederle la armadura de libra.

VIII)

Trepé la pared derruida y el can del otro lado ladró, pero el Negro me reconoció enseguida lamiéndome la mano como señal de bienvenida.
Él es quien cuida las horas vacías por las ausencias de los que nos alejamos del Pueblo, sus canas denotan los granos de arena que se escurren despacio.
Su sombra vigila la hora de la siesta, aullándole a la luna como una señal desesperada y transmitiendo un mensaje que equivale a una pena entre las estrellas que observo desde el pago lejano.