Por una de esas cosas inexplicables de la vida llegó a mis jóvenes manos un ejemplar de la serie "Cosmos", obra del genial Carl Sagan y a mis diez años me puse a leerla sin analizar nada (dado que no tenía tal capacidad). Desde entonces he sentido un peculiar respeto por el universo y la pequeñez que nos envuelve, tanta como la sensación de ver al océano desde una orilla. Así, el segundo de los libros creados entre finales de 2018 y mediados de 2019 necesariamente conduce al espacio, la literatura en este sentido es semejante al mismo éter dada su condición de infinita.
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