La
sopa estaba lista, una buena forma de combatir el frío que como un invasor se
hace sentir después del viento y la lluvia. Sin embargo anoche la ventisca no
impidió que encendiera el fuego una vez más ahí en el fondo de casa, las ramas
que el temporal dejó tiradas sirvieron para alimentar a la bestia a la espera
de que los viajeros llegaran. Vino de por medio, anécdota que va y vuelve, un
buenas noches de dos de las personas y el sitio quedó para rememorar las épocas
de estudiantes apretujados junto a una computadora en la que la fantasía se
despliega. La medianoche se fue sucediéndola tres horas y medias que culminaron
con el dúo riéndose de cualquier cosa, yéndose a dormir en una casa cuyos
únicos sonidos a esas alturas eran las de las teclas siendo usadas como botones
de un arcade imaginario.
Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons Atribución 2.5 Argentina conforme se describe en la página intitulada "Creative Commons". "No hay nada como escribir. Todo lo que haces es sentarte frente a la máquina de escribir y sangrar" (Ernest Hemingway).
sábado
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