jueves

Microrrelato: Agua


Uno debe simplemente adaptarse a ciertas cuestiones igual que la marea besando en ciertos momentos las rocas en la playa para luego contentarse con esperar el momento en el que regresará a manchar la falda pétrea, adaptándose a la forma de la superficie nueva tras los años de desgaste que culmina con un templo a la arena ahí abajo que se une por siempre al océano. Entonces el silencio apenas interrumpido por el oleaje que rugirá en los momentos de gloria para apaciguarse durante las noches templadas del  estío, en tanto que en el invierno desafía poderoso a la helada.


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