I).
La luz descendió de los cielos y el rey salió a recibir al emisario.
Le mostró la grandeza de su palacio, las altas torres y los soldados de armaduras bruñidas.
Los comercios dentro de la ciudad, las estatuas de los héroes y el enorme mausoleo que custodiaba el descanso de los señores de antaño.
El ángel vio al pueblo fuera de las murallas, las enfermedades, los saqueos y a las mujeres llevando a los niños consigo, trabajando de sol a sol para mantener a los de adentro.
Contempló los cimientos de aquella fortaleza, levantados sobre la muerte de cientos de seres y abandonó aquel lugar.
El rey lo observó partir al atardecer, las sombras cayeron sobre él.
II).
El ser alado vio las marcas de la perversión en los ojos de aquella emperatriz, un ejército de cuervos a su servicio, un soberano títere y un montón de alfiles obsecuentes.
Ella movía un dedo y la cabeza de un oponente rodaba, su trono se alzaba sobre cráneos, vanidad y humo.
Apenas soportó esa antítesis de la obra de su Padre, de un manotazo la escena desapareció y ante sus ojos aparecieron otras imágenes.
Lejos quedó el reino de las tierras devastadas, lejos las excusas, la pereza y ese brillo frío que emanaba de sus dos ojos.
III)
Ante el aparecieron los niños corriendo en la plaza, una multitud aclamando a un nuevo elegido.
Pensando en lo que podía obtener, no en los que quedarían atrás. El alma era encerrada junto con el futuro de sus hijos.
Vio las llamas alcanzar el cielo, la tierra muriendo por la contaminación y el mar dejando sobre las costas los despojos de lo que alguna vez fue la humanidad.
Entonces una cortina de lluvia cambió su visión.
IV)
La víctima se convirtió en victimario, asesinando a sus hermanos y excusándose, antes o después, el pecado siempre vivo.
Sobre una franja de sal y de rocas, debajo los recursos abundaban, había para todos los que allí vivían pero alguien lo quería todo para sí.
Los perseguidos morían atravesados por las balas o destrozados con las minas terrestres. Luego todo era silencio.
Una mentira sosteniendo a otras mentiras, la catarata ya no se detenía y los condenaba al olvido.
V)
Vio a un hombre en un páramo desolado, gritándole al viento y eclipsando el sonido del océano. La borrasca que venía del sur cortaba todo lo que encontraba, pero a él no parecía importarle.
Maldijo a su creador por haberlo dejado solo, con apenas un fuego que se negaba a extinguirse y un montón de recuerdos.
Una lagrima rodó cuesta abajo, el ángel pensó que había sido el mar pero al final se percató de que su sufrimiento era el propio.
Entonces el telón volvió a caer.
VI)
La mujer llevaba a su hija a cuestas cada día de la semana. Le enseñaba a comunicarse con sus hermanos, a través de pequeñas señas.
Se le estruja el corazón cada vez que escucha una palabra saliendo de su pequeña garganta, es como si arriba alguien encendiera una fogata a la vez hasta que el cielo tenga el color del sol.
La madre no sabe de rendirse, ni aún vencidos ella continua y su pequeño retoño crece, un poco obstinada tal vez. Pero incluso en la belleza existe la imperfección.
Entonces llegamos a la última escena.
VII)
El ser alado ha recorrido un millón de años luz, ante sus ojos aparece un anciano cuidando un viejo álamo de las hormigas que lo asedian.
El viento inclemente le arranca las hojas, le pega en el rostro lleno de cicatrices y de tiempo, las mismas que vio en los brazos de alguien que se ha quedado de éste lado.
Sus manos enormes acarician la superficie marcada del viejo árbol, plantado por alguien que se fue tras padecer cientos de batallas.
Alguien tomó el estandarte siguiendo su lucha.
El ángel lo ha visto todo, son retazos de esperanza los que recogió y vuelve a lo alto, en donde su Padre espera.
Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons Atribución 2.5 Argentina conforme se describe en la página intitulada "Creative Commons". "No hay nada como escribir. Todo lo que haces es sentarte frente a la máquina de escribir y sangrar" (Ernest Hemingway).
jueves
Lazos
Se detuvo frente al precipicio
a la espera de su hermano,
un lobo gris, famélico por los años,
lleno de las cicatrices
de enfrentamientos.
Una sombra gigante lo cubrió
cuando la bestia negra apareció
cerca de él, contemplando la caída del sol
mientras la cachorra del recién llegado
jugueteaba con la cola del anciano.
La madre emergió de la cueva
llamando a la pequeña,
filtrándose un rayo de sol
que unió a la bestia con su pareja.
Mientras el sol desaparecía
el viejo lobo aulló una última
vez, esperanzado como siempre
que los dos hermanos perdidos
lo oyeran esta vez.
Luego giró siguiendo
al gigante, buscando
refugio de la tormenta.
A Lara, Palenciano y Gonzalez.
a la espera de su hermano,
un lobo gris, famélico por los años,
lleno de las cicatrices
de enfrentamientos.
Una sombra gigante lo cubrió
cuando la bestia negra apareció
cerca de él, contemplando la caída del sol
mientras la cachorra del recién llegado
jugueteaba con la cola del anciano.
La madre emergió de la cueva
llamando a la pequeña,
filtrándose un rayo de sol
que unió a la bestia con su pareja.
Mientras el sol desaparecía
el viejo lobo aulló una última
vez, esperanzado como siempre
que los dos hermanos perdidos
lo oyeran esta vez.
Luego giró siguiendo
al gigante, buscando
refugio de la tormenta.
A Lara, Palenciano y Gonzalez.
MDQ
Te extraño,
tus sábados apacibles,
recorrer las calles desiertas
del invierno, la nostalgia
del final de año, la sarrasón,
la luna sobre Alfonsina,
los amigos a los que pude conocer,
las voces acalladas de lo que no fue,
tener veinte e incertidumbres,
batallar hasta medianoche,
escribir poesía y añorar tus besos.
Todo tiene tu nombre
Mar del Plata.
tus sábados apacibles,
recorrer las calles desiertas
del invierno, la nostalgia
del final de año, la sarrasón,
la luna sobre Alfonsina,
los amigos a los que pude conocer,
las voces acalladas de lo que no fue,
tener veinte e incertidumbres,
batallar hasta medianoche,
escribir poesía y añorar tus besos.
Todo tiene tu nombre
Mar del Plata.
Lavando
La lluvia caía,
eran las cuatro de la mañana
y yo le quitaba las manchas
al pantalón blanco que había usado
en esa última salida.
El lugar se llamaba La Luna,
como muchas otras cosas
ha desaparecido quedando
el recuerdo.
En eso el anciano llegó y comenzó
a reírse de mis protestas,
al parecer el desencanto
combinado con los insultos
que estaba propinando
era algo divertido.
Supongo que esa fue la noche
en la que dejé la crisálida
y atrás quedó el niño
para que la bestia tomara
su lugar en éste mundo loco.
No fue la primera ni la última
vez en que me sentí así,
una constante en esta existencia
mientras los años pasaban
y me cerraba cada vez más
sobre mí mismo.
eran las cuatro de la mañana
y yo le quitaba las manchas
al pantalón blanco que había usado
en esa última salida.
El lugar se llamaba La Luna,
como muchas otras cosas
ha desaparecido quedando
el recuerdo.
En eso el anciano llegó y comenzó
a reírse de mis protestas,
al parecer el desencanto
combinado con los insultos
que estaba propinando
era algo divertido.
Supongo que esa fue la noche
en la que dejé la crisálida
y atrás quedó el niño
para que la bestia tomara
su lugar en éste mundo loco.
No fue la primera ni la última
vez en que me sentí así,
una constante en esta existencia
mientras los años pasaban
y me cerraba cada vez más
sobre mí mismo.
Nosotros
Somos cientos,
somos uno solo,
un único pueblo,
una sola bandera
flameando en el viento.
Un estandarte azul,
roja la sangre
en vano no ha sido derramada,
levantándose cuando los demás
caigan pidiendo misericordia.
Una fría venganza
blanca como el hielo,
que nos invadirá
resurgiendo de nuevo
todo vivo, latiendo,
verde esperanza
para los que creen
y luchan hasta el final.
Un océano azul
sacudiendo a la tierra,
sacrificios,
peldaños de acero
levantando a nuestra Patria,
los lazos son un látigo
en nuestras manos.
Nuestra sangre,
nuestro juramento,
nuestra palabra
un grito de batalla,
azul como un cielo despejado
fuerte como la tormenta
que azotó a los que rieron
y que en el atardecer
vieron surgir un pedazo de tierra,
un brazo de la península
al otro lado del mar,
coronada de cientos
de rayos dorados.
somos uno solo,
un único pueblo,
una sola bandera
flameando en el viento.
Un estandarte azul,
roja la sangre
en vano no ha sido derramada,
levantándose cuando los demás
caigan pidiendo misericordia.
Una fría venganza
blanca como el hielo,
que nos invadirá
resurgiendo de nuevo
todo vivo, latiendo,
verde esperanza
para los que creen
y luchan hasta el final.
Un océano azul
sacudiendo a la tierra,
sacrificios,
peldaños de acero
levantando a nuestra Patria,
los lazos son un látigo
en nuestras manos.
Nuestra sangre,
nuestro juramento,
nuestra palabra
un grito de batalla,
azul como un cielo despejado
fuerte como la tormenta
que azotó a los que rieron
y que en el atardecer
vieron surgir un pedazo de tierra,
un brazo de la península
al otro lado del mar,
coronada de cientos
de rayos dorados.
Las rosas nacieron
Las rosas nacieron en el primer amanecer,
volando sus pétalos al viento al llegar el ocaso
repartiéndose por toda la tierra nueva
hasta los confines mismos.
Entonces, cuando el último de los mensajeros
llegó a su destino apareció la creación
más imperfecta, sus hijos heredarían
éste nuevo mundo y llevarían por siempre
la marca de la rosa como muestra de
belleza y crueldad, dos cosas que pueden
vivir juntas en diferentes formas.
El planeta recién formado les ofreció
todo lo que podían necesitar para vivir,
respirando un aire puro sin ningún
rastro de contaminación y nadando
en el joven mar que todo lo rodeaba.
Lo que no pueda ser explicado termina con un monumento,
muchas voces se alzan en la noche para acallar
a los que no están de acuerdo con esta idea.
Ideas, son peores que espinas y puñales
el fuego de los intolerantes ha de quemarlas
hasta que no queden recuerdos, sólo cenizas.
Una niña huye de la desolación que invadió su aldea,
corre presurosa por el bosque plagado de lobos
y el miedo le corta el alma, no hay lugar a donde regresar
en un mundo lleno de peligros.
volando sus pétalos al viento al llegar el ocaso
repartiéndose por toda la tierra nueva
hasta los confines mismos.
Entonces, cuando el último de los mensajeros
llegó a su destino apareció la creación
más imperfecta, sus hijos heredarían
éste nuevo mundo y llevarían por siempre
la marca de la rosa como muestra de
belleza y crueldad, dos cosas que pueden
vivir juntas en diferentes formas.
El planeta recién formado les ofreció
todo lo que podían necesitar para vivir,
respirando un aire puro sin ningún
rastro de contaminación y nadando
en el joven mar que todo lo rodeaba.
Lo que no pueda ser explicado termina con un monumento,
muchas voces se alzan en la noche para acallar
a los que no están de acuerdo con esta idea.
Ideas, son peores que espinas y puñales
el fuego de los intolerantes ha de quemarlas
hasta que no queden recuerdos, sólo cenizas.
Una niña huye de la desolación que invadió su aldea,
corre presurosa por el bosque plagado de lobos
y el miedo le corta el alma, no hay lugar a donde regresar
en un mundo lleno de peligros.
La lluvia limpia
La lluvia limpia y purifica
excepto los recuerdos
que se agolpan queriendo salir.
Repiquetea sobre el metal
anunciando que he perdido
la batalla una vez más,
después de una noche de copas
todo aflora inevitablemente.
Y así los sentimientos contenidos
se desbordan como el agua
buscando un cauce que la
deje correr por la llanura.
Es así, la lluvia todo lo lava
menos lo que aún tenemos
guardado en el corazón.
excepto los recuerdos
que se agolpan queriendo salir.
Repiquetea sobre el metal
anunciando que he perdido
la batalla una vez más,
después de una noche de copas
todo aflora inevitablemente.
Y así los sentimientos contenidos
se desbordan como el agua
buscando un cauce que la
deje correr por la llanura.
Es así, la lluvia todo lo lava
menos lo que aún tenemos
guardado en el corazón.
Onírico
La noche ha puesto su manto protector
sobre éste viaje que emprendo,
nuevamente en la ruta
hacia lo desconocido voy.
En el sueño que me ha aturdido
veo cómo al final del pasillo
ella contempla la calle.
Cientos de personas pasan
ante sus ojos, los rostros borrosos
ven hacia otra parte mientras
espera lo que nunca llegará.
sobre éste viaje que emprendo,
nuevamente en la ruta
hacia lo desconocido voy.
En el sueño que me ha aturdido
veo cómo al final del pasillo
ella contempla la calle.
Cientos de personas pasan
ante sus ojos, los rostros borrosos
ven hacia otra parte mientras
espera lo que nunca llegará.
La llama se apaga
Cruzaron el océano
dragones dejando
una estela de fuego y destrucción,
apagando la llama
una burla del destino.
Azotaron los puertos del invasor,
destruido en un instante
nunca supo que lo causó.
Mis ojos son cientos
todo lo ven desde el cielo
aunque parezca uno,
tus trucos no te servirán conmigo
pues soy el martillo cayendo implacable,
guiado por la mano de acero
llamada castigo.
dragones dejando
una estela de fuego y destrucción,
apagando la llama
una burla del destino.
Azotaron los puertos del invasor,
destruido en un instante
nunca supo que lo causó.
Mis ojos son cientos
todo lo ven desde el cielo
aunque parezca uno,
tus trucos no te servirán conmigo
pues soy el martillo cayendo implacable,
guiado por la mano de acero
llamada castigo.
Palabras
Palabras vueltas versos,
sólo eso tengo y demasiadas veces
las he usado para inventar excusas.
Formas tontas de justificar
los errores que he cometido,
pero vos con tu silencio
desarmas los muros que levanto.
Palabras, sólo eso, silabas que
se desgranan al calor de tus caricias,
silabas que no sirven para explicar
cómo suena la lluvia.
Palabras, si fueran lingotes de oro
sería un mal comerciante
dado que como el mar me desprendo
de todo, excepto de aquello que
para otros no tienen valor.
Valor, a las palabras se les da poco
hoy en día, todo tiene que ser
algo que brille y se ostente.
Existencia fútil, palabras que acompañan
una discusión entre dos que dicen
lo mismo pero se niegan a escucharse.
Palabras, las del adiós que alguna
vez nos dimos en medio de un portazo.
sólo eso tengo y demasiadas veces
las he usado para inventar excusas.
Formas tontas de justificar
los errores que he cometido,
pero vos con tu silencio
desarmas los muros que levanto.
Palabras, sólo eso, silabas que
se desgranan al calor de tus caricias,
silabas que no sirven para explicar
cómo suena la lluvia.
Palabras, si fueran lingotes de oro
sería un mal comerciante
dado que como el mar me desprendo
de todo, excepto de aquello que
para otros no tienen valor.
Valor, a las palabras se les da poco
hoy en día, todo tiene que ser
algo que brille y se ostente.
Existencia fútil, palabras que acompañan
una discusión entre dos que dicen
lo mismo pero se niegan a escucharse.
Palabras, las del adiós que alguna
vez nos dimos en medio de un portazo.
La idea
La idea es la chispa, el tema está en avivarla
y sacar algo concreto.
Esto no es una tarea fácil, muchas veces
lo que empieza siendo un proyecto
prometedor se termina estancando.
Otras, es necesario probar para
descartar y seguir intentando.
Pero nada se pierde del todo,
siempre queda ese primer ladrillo
que puede volverse en otro momento
un diamante.
y sacar algo concreto.
Esto no es una tarea fácil, muchas veces
lo que empieza siendo un proyecto
prometedor se termina estancando.
Otras, es necesario probar para
descartar y seguir intentando.
Pero nada se pierde del todo,
siempre queda ese primer ladrillo
que puede volverse en otro momento
un diamante.
Primavera
La más virtuosa de éste hato de chiflados, soportando los embates de estos tiempos con una mueca burlona y media verónica en cada embestida.
Cruel sociedad en la que el poder controla al vulgo a rajatabla mientras las huellas del saqueo están a la vista, pero esperan que olvidemos.
Extraño paraíso en el que quien más se esfuerza más paga y el que menos hace más les exige. Extraña tierra tan amada llamada Argentina.
Digan que la esperanza es la única arca que siempre está llena.
...
¿Por qué he de tener el alma blanca si soy mota como el corazón de la noche?
Lo oscuro es lo inferior según el blanco civilizado, que no es más que un bárbaro con recursos dotado de las leyes que dobla a su favor con tecnicismos y excusas diplomáticas.
Cruel sociedad en la que el poder controla al vulgo a rajatabla mientras las huellas del saqueo están a la vista, pero esperan que olvidemos.
Extraño paraíso en el que quien más se esfuerza más paga y el que menos hace más les exige. Extraña tierra tan amada llamada Argentina.
Digan que la esperanza es la única arca que siempre está llena.
...
¿Por qué he de tener el alma blanca si soy mota como el corazón de la noche?
Lo oscuro es lo inferior según el blanco civilizado, que no es más que un bárbaro con recursos dotado de las leyes que dobla a su favor con tecnicismos y excusas diplomáticas.
Jenny
I) Invasor.
Y es así,
ahora el latino, antes mojado y delincuente,
es el que hace estallar todo el lugar
invocando el nombre de la gran nación.
Una cuestión cultural,
no sea que los culpen por los muros fronterizos
y la segregación racial que han desperdigado
por todas partes, nada peor que ser minoría
en tu propia casa blanquito.
El esclavo se vuelve sirviente,
montando un circo que todo lo vende
y mostrando sus posesiones,
la falta de cerebro no se nota.
Construyendo sobre pilas de huesos,
cenizas, con dinero cuyo color se asemeja
al de todos los árboles que derribaron
en su andar por éste nuestro único mundo.
II) Ritual.
Antes de que amanezca, cuando los ojos del mundo dependen de las luces artificiales y en las sombras reptan los réprobos, el abre la ventana de la cocina de su casa.
El agua fría ya le ha quitado el sueño en el que estaba inmerso, dejando salir de su madriguera a la enorme bestia negra.
No hay otros sonidos en la noche, apenas el de la cafetera impregnando del olor de ese líquido negro toda la habitación.
Debajo de la pileta yace una botella vieja, la que en éste día desenrosca y deja servida una medida de ginebra.
Cuando las primeras luces del amanecer comienzan a ganarle a la oscuridad levanta su copa y pronuncia el conjuro:
- A tu salud mi malvada hermana, repitiendo el ritual como todos los 30 de Julio de cada año.
Tras esto, bebe su café y se desliza afuera. La fortaleza deja salir a su solitario guerrero.
III) Ritual (Parte II).
Podó las plantas, alejó la maleza y se deshizo
del pasto que rodeaba los árboles pequeños.
Rigurosamente quitó todo rastro de imperfección
de su jardín, juntando los restos de su labor
en una enorme pira que finalmente encendió.
Danzó como un loco con una copa en la mano,
entonando una canción gutural y salvaje
bajo la fría luz de la luna de una noche
de verano en la que preparó su cena.
Y a la siguiente estación volvió a repetir
ese eterno ritual, ahí en algún lugar
de la costa atlántica en donde
se cruzan los tres arroyos.
IV) Camino.
Hasta hace un rato teníamos todo
el peso del año anterior sobre
nuestras espaldas, alegrías y tristezas
que se desprendían del calendario,
deshojado como las estaciones frías
mientras perseguimos conflictos
en esa costa lejana, pero siempre
mar al final de cuentas.
Vivir en las falas siempre ha sido
lo nuestro, como si el mar tuviera
un imán para atraernos
de regreso por el viejo camino,
que aunque renovado sigue
atesorando las huellas de todos
los que lo hemos recorrido.
Y ahora lo que queda es lo más importante,
veremos que uso le daremos al tiempo
que se nos ha concedido, olvidando
todo aquello que sea un lastre
en nuestro intento de ser mejores
personas día a día.
Nota: por falas debe leerse costas, conforme a la literatura de la Tierra Media.
V) Emperatricismo.
La reina lava sus culpas
entre humo y encajes,
antes mostraba interiores gratis
ahora los ofrece por unos cuantos cobres.
Afuera todo sigue su curso,
siempre tendrá un fiel lacayo
que le provea lo que necesita,
mientras detrás de esa fachada
el frío rostro esconde otras intenciones.
Su título nobiliario está camuflado
igual que ella, escondida, esperando
la siguiente ocasión para usar ese probador
con su próximo visitante.
Nota: la palabra “emperatricismo” no existe en el castellano, es lo que se dice un neologismo literario.
VI) Tengo.
Tengo una hermana,
dos hermanos,
una ahijada y varias sobrinas
y sobrinos que se han quedado
con una parte de mi corazón
negándose a abandonarlo
aunque les llegue un desalojo.
Una loba negra como la noche
que mi Amor encontró en la calle,
que vive al lado de la ventana
del cuarto donde las noches
más heladas no pueden hacer
nada frente al calor de nuestros cuerpos.
Todos los días antes de que el sol
venga a reclamar su reino de los cielos
ella se va por la ruta y nos quedamos
los dos viéndola partir por ese
camino repetido y viejo.
Al ver el desastre que dejas en mi
patio me he preguntado ¿si Dios
no estará haciéndome una de sus bromas?,
esto se repite cada vez que
desciendo del colectivo azul gastado
que me lleva hacia el trabajo,
viendo algún rostro que ya se va borrando
con el tiempo como la ruta con nuestro paso.
Tengo una Amiga
que nunca me llama
y a la que dejé ir por no gritarle
en la cara que era una locura
dejar morir lo que nos unía
y todo por un montón de celos estúpidos.
Tengo una Hermana
con la que no hay lazos de sangre,
sólo distancia y excusas al final
de una calle inundada
una noche de febrero cuando lo
mejor para todos fue irme de ahí
sintiéndome libre y triste a la vez,
porque con vos se fue una parte de mí.
Y aún ahora
pese a los muros que has levantado,
no puedo evitar ver un rostro
que no es más que un calco
de vos, aunque sonríe más
que lo que tú has reído en toda
tu vida mientras ese compañero
inseparable que elegiste
te deja sola después de veinte encendidos.
Y así se va pasando el tiempo
las calles se ven vacías esta mañana,
tendré que ponerme a arreglar
el desastre que Pietra deja en el patio
no sea cosa que en la noche cuando llegue
terminé desparramado en el piso
con tantos agujeros que hace.
VII) Sol.
Tantos problemas
esto debe hacerse de la forma
que tú quieres,
dulce aroma de la libertad
inundándome los pulmones.
Ya no oigo tus lamentos
ni tus pretensiones vanas,
mientras sigues hacia el acantilado
queriendo atrapar el brillo del sol
en tu locura materialista.
VIII) Manchas.
Corre la noche,
una bocanada de humo
se va hacia ella.
No hay estrellas esta vez
sólo dos manchas blancas,
ilusiones que aún quedan.
Estamos cerca
pero tan lejos
deshaciéndonos en el tiempo,
el camino es el mismo
inevitablemente fuimos hacia
la cascada llevados por una mano
experta en esto de tirar todo por la borda.
Carente de conciencia,
ciego hasta el momento de abandonarte
mientras detrás todo era una ruina
y la misma luna vio la partida.
IX) Inspiración.
Hace mucho tiempo
que no oigo al fuego crepitar,
la suave espuma blanca
caer despacio y
las estrellas en la noche
fría de verano.
Así, en esa mezcla de
calor y frío, los versos
surgen en el vaivén
del mar y una oleada tinta.
X) Jenny.
Su hermano vino a verme una tarde, apenas quedaba un poco del frío del invierno y la primavera lentamente se imponía.
Las calles seguían viéndose desiertas, las personas comenzaban de a poco a salir nuevamente de sus hogares tras la cruda estación.
Todo renacía alrededor, los recuerdos terminarían inundando aquella visita.
Tomé la vieja botella que escondía en la parte trasera de la oficina y desempolvándola me serví un trago largo. José se hizo presente en toda su magnitud.
Luego, sabiendo que aquello no tenía vuelta atrás afronté la realidad de los hechos y la frase se me escapó sin darme cuenta de que nuevamente me había quedado solo:
- Jenny estará contenta de que se vuelvan a encontrar.
Y es así,
ahora el latino, antes mojado y delincuente,
es el que hace estallar todo el lugar
invocando el nombre de la gran nación.
Una cuestión cultural,
no sea que los culpen por los muros fronterizos
y la segregación racial que han desperdigado
por todas partes, nada peor que ser minoría
en tu propia casa blanquito.
El esclavo se vuelve sirviente,
montando un circo que todo lo vende
y mostrando sus posesiones,
la falta de cerebro no se nota.
Construyendo sobre pilas de huesos,
cenizas, con dinero cuyo color se asemeja
al de todos los árboles que derribaron
en su andar por éste nuestro único mundo.
II) Ritual.
Antes de que amanezca, cuando los ojos del mundo dependen de las luces artificiales y en las sombras reptan los réprobos, el abre la ventana de la cocina de su casa.
El agua fría ya le ha quitado el sueño en el que estaba inmerso, dejando salir de su madriguera a la enorme bestia negra.
No hay otros sonidos en la noche, apenas el de la cafetera impregnando del olor de ese líquido negro toda la habitación.
Debajo de la pileta yace una botella vieja, la que en éste día desenrosca y deja servida una medida de ginebra.
Cuando las primeras luces del amanecer comienzan a ganarle a la oscuridad levanta su copa y pronuncia el conjuro:
- A tu salud mi malvada hermana, repitiendo el ritual como todos los 30 de Julio de cada año.
Tras esto, bebe su café y se desliza afuera. La fortaleza deja salir a su solitario guerrero.
III) Ritual (Parte II).
Podó las plantas, alejó la maleza y se deshizo
del pasto que rodeaba los árboles pequeños.
Rigurosamente quitó todo rastro de imperfección
de su jardín, juntando los restos de su labor
en una enorme pira que finalmente encendió.
Danzó como un loco con una copa en la mano,
entonando una canción gutural y salvaje
bajo la fría luz de la luna de una noche
de verano en la que preparó su cena.
Y a la siguiente estación volvió a repetir
ese eterno ritual, ahí en algún lugar
de la costa atlántica en donde
se cruzan los tres arroyos.
IV) Camino.
Hasta hace un rato teníamos todo
el peso del año anterior sobre
nuestras espaldas, alegrías y tristezas
que se desprendían del calendario,
deshojado como las estaciones frías
mientras perseguimos conflictos
en esa costa lejana, pero siempre
mar al final de cuentas.
Vivir en las falas siempre ha sido
lo nuestro, como si el mar tuviera
un imán para atraernos
de regreso por el viejo camino,
que aunque renovado sigue
atesorando las huellas de todos
los que lo hemos recorrido.
Y ahora lo que queda es lo más importante,
veremos que uso le daremos al tiempo
que se nos ha concedido, olvidando
todo aquello que sea un lastre
en nuestro intento de ser mejores
personas día a día.
Nota: por falas debe leerse costas, conforme a la literatura de la Tierra Media.
V) Emperatricismo.
La reina lava sus culpas
entre humo y encajes,
antes mostraba interiores gratis
ahora los ofrece por unos cuantos cobres.
Afuera todo sigue su curso,
siempre tendrá un fiel lacayo
que le provea lo que necesita,
mientras detrás de esa fachada
el frío rostro esconde otras intenciones.
Su título nobiliario está camuflado
igual que ella, escondida, esperando
la siguiente ocasión para usar ese probador
con su próximo visitante.
Nota: la palabra “emperatricismo” no existe en el castellano, es lo que se dice un neologismo literario.
VI) Tengo.
Tengo una hermana,
dos hermanos,
una ahijada y varias sobrinas
y sobrinos que se han quedado
con una parte de mi corazón
negándose a abandonarlo
aunque les llegue un desalojo.
Una loba negra como la noche
que mi Amor encontró en la calle,
que vive al lado de la ventana
del cuarto donde las noches
más heladas no pueden hacer
nada frente al calor de nuestros cuerpos.
Todos los días antes de que el sol
venga a reclamar su reino de los cielos
ella se va por la ruta y nos quedamos
los dos viéndola partir por ese
camino repetido y viejo.
Al ver el desastre que dejas en mi
patio me he preguntado ¿si Dios
no estará haciéndome una de sus bromas?,
esto se repite cada vez que
desciendo del colectivo azul gastado
que me lleva hacia el trabajo,
viendo algún rostro que ya se va borrando
con el tiempo como la ruta con nuestro paso.
Tengo una Amiga
que nunca me llama
y a la que dejé ir por no gritarle
en la cara que era una locura
dejar morir lo que nos unía
y todo por un montón de celos estúpidos.
Tengo una Hermana
con la que no hay lazos de sangre,
sólo distancia y excusas al final
de una calle inundada
una noche de febrero cuando lo
mejor para todos fue irme de ahí
sintiéndome libre y triste a la vez,
porque con vos se fue una parte de mí.
Y aún ahora
pese a los muros que has levantado,
no puedo evitar ver un rostro
que no es más que un calco
de vos, aunque sonríe más
que lo que tú has reído en toda
tu vida mientras ese compañero
inseparable que elegiste
te deja sola después de veinte encendidos.
Y así se va pasando el tiempo
las calles se ven vacías esta mañana,
tendré que ponerme a arreglar
el desastre que Pietra deja en el patio
no sea cosa que en la noche cuando llegue
terminé desparramado en el piso
con tantos agujeros que hace.
VII) Sol.
Tantos problemas
esto debe hacerse de la forma
que tú quieres,
dulce aroma de la libertad
inundándome los pulmones.
Ya no oigo tus lamentos
ni tus pretensiones vanas,
mientras sigues hacia el acantilado
queriendo atrapar el brillo del sol
en tu locura materialista.
VIII) Manchas.
Corre la noche,
una bocanada de humo
se va hacia ella.
No hay estrellas esta vez
sólo dos manchas blancas,
ilusiones que aún quedan.
Estamos cerca
pero tan lejos
deshaciéndonos en el tiempo,
el camino es el mismo
inevitablemente fuimos hacia
la cascada llevados por una mano
experta en esto de tirar todo por la borda.
Carente de conciencia,
ciego hasta el momento de abandonarte
mientras detrás todo era una ruina
y la misma luna vio la partida.
IX) Inspiración.
Hace mucho tiempo
que no oigo al fuego crepitar,
la suave espuma blanca
caer despacio y
las estrellas en la noche
fría de verano.
Así, en esa mezcla de
calor y frío, los versos
surgen en el vaivén
del mar y una oleada tinta.
X) Jenny.
Su hermano vino a verme una tarde, apenas quedaba un poco del frío del invierno y la primavera lentamente se imponía.
Las calles seguían viéndose desiertas, las personas comenzaban de a poco a salir nuevamente de sus hogares tras la cruda estación.
Todo renacía alrededor, los recuerdos terminarían inundando aquella visita.
Tomé la vieja botella que escondía en la parte trasera de la oficina y desempolvándola me serví un trago largo. José se hizo presente en toda su magnitud.
Luego, sabiendo que aquello no tenía vuelta atrás afronté la realidad de los hechos y la frase se me escapó sin darme cuenta de que nuevamente me había quedado solo:
- Jenny estará contenta de que se vuelvan a encontrar.
Imperio
Esclavos.
Cruza el túnel, siente las cadenas
caer y respira libre al fin
hasta que te manden en primera
fila a pelear por eso que
otros llaman darte la libertad
No te detengas, si no te matan
las balas de tus antiguos amos
lo harán las de aquello que
se llaman libertadores.
La noche cae, tiene el tono
de tu piel, el alba el de la
sangre que corre por las venas,
pero alguien piensa que es mejor
que mueras antes que aquellos
que se llaman civilizados.
Hay que pelear por mantener la libertad
que te han otorgado, ignorando que
nacimos libres y que un tono
semejante al de la piel de los cerdos
no te hace omnipotente.
Los huesos se acumulan,
los de todas las razas sobre la tierra
y son del mismo color,
incluso comparten el mismo destino:
el del polvo del tiempo.
Excusas.
Las cargas están listas,
esta noche habrá fuegos artificiales
y aún no llegan al día de su independencia.
La máquina se pone en marcha,
hay que expandirse a costa de que
otros deban ser pisados.
El barco espera en la bahía,
sus ocupantes ignoran el destino
que sus hermanos les han preparado.
Un subterfugio, eso solo hace falta,
y suficientes explosivos para que se vea
desde lejos, la conmoción dará paso
a la caza de brujas.
Ya no son antorchas y capuchas
pero todo el montaje viene oculto,
dando paso al primer acto de
esto de apoderarse del mundo.
Guerra.
Paz, paz, paz,
si la quieres porta un fusil
e invade la casa de tu vecino.
Seguro que no te hizo nada,
pero esa cara de fundamentalista
del miedo te hace tener que
apretar el gatillo.
Habla luego de derechos humanos,
pero siembra el campo de cadáveres
no sea cosa que piensen que lo afirmado
sea solo una letra muerta.
Recursos, recursos, recursos,
es necesario no pasar frío en invierno
y calentar a los descendientes de los
esclavos, los que se han sumido
en el mismo mar decadente que
el resto de los de piel rosada.
Total, los del sur hacen todo
el trabajo pesado y forman la
primera fila de la avanzada.
Insurgentes.
Rebelde,
nombre puesto a los que
defienden sus hogares ante
el avance de los aliados.
Muerte,
es todo lo que ellos traen
y unas cuantas excusas junto
con las municiones de sus armas.
Niños, hombres, mujeres,
todos caen ante las balas de los libertadores
y los gobiernos no son sino títeres.
El mundo observa impávido,
mientras puedan mantener su estatus
no importa lo que ocurra en otra parte.
Se llenan la boca hablando de derechos humanos
pero lo único que hay son humanos deshechos
por sus bombas, sus tratados internacionales
y su genocidio encubierto.
Rojo.
Nos trataron de ateos,
nuestros cuerpos recubrieron los cerros
mientras las riquezas de la tierra
eran transportadas hacia la civilización
al otro lado del mar.
Nos tildaron de comunistas,
permitiendo que un montón de bastardos
de nuestra propia sangre nos desaparecieran
mientras los demás miraban el balón correr.
Nos llaman ignorantes, tercermundistas
y retrasados, las municiones y los marines
reemplazan los libros y los docentes,
tu cultura de plástico se ha instalado
en la calle de mi barrio, pero yo me sigo
resistiendo a tener que asimilar
toda esa basura que pretendes venderme.
Tal vez deba comprar un lote en la luna,
si alguna vez los humanos llegan a esa
roca desierta de todo, incluso de vuestra
estupidez tridimensional.
Justicia infinita.
Dios, te invocamos cada vez que
estamos por bombardear un hormiguero
o rematar a un enemigo que ya está vencido.
Dios, guía nuestros misiles que buscan
la paz de éste mundo, haciendo de él
un paraíso en la tierra o una roca calcinada.
Dios, muéstrame la verdadera lengua
y no le pongas subtítulos, comida rápida
y casino para todos los que no son
de esa tierra de rubios resplandecientes.
¿Dios, cuántas veces te hemos nombrado
antes de caer en la barbarie? Los de afuera
no son nuestros hermanos, son incultos,
ignorantes, pobres y peligrosos.
Bárbaros, mojados que tratan de cruzar
el Mediterráneo y que por suerte para
los civilizados no lo logran.
Dios, dime dónde estás
o será que nos has dado la espalda
al vernos tan sanguinarios
y sin memorias.
La película se repite,
cada vez que hay que asesinar a alguien
aparecen los héroes portando sus armas
en esa pantalla gigante.
Dedicado a todos aquellos que forman parte de esa cultura llamada Civilización, los que han inspirado estas líneas mientras siguen con la matanza.
¡Libertad, fraternidad e igualdad!
Cruza el túnel, siente las cadenas
caer y respira libre al fin
hasta que te manden en primera
fila a pelear por eso que
otros llaman darte la libertad
No te detengas, si no te matan
las balas de tus antiguos amos
lo harán las de aquello que
se llaman libertadores.
La noche cae, tiene el tono
de tu piel, el alba el de la
sangre que corre por las venas,
pero alguien piensa que es mejor
que mueras antes que aquellos
que se llaman civilizados.
Hay que pelear por mantener la libertad
que te han otorgado, ignorando que
nacimos libres y que un tono
semejante al de la piel de los cerdos
no te hace omnipotente.
Los huesos se acumulan,
los de todas las razas sobre la tierra
y son del mismo color,
incluso comparten el mismo destino:
el del polvo del tiempo.
Excusas.
Las cargas están listas,
esta noche habrá fuegos artificiales
y aún no llegan al día de su independencia.
La máquina se pone en marcha,
hay que expandirse a costa de que
otros deban ser pisados.
El barco espera en la bahía,
sus ocupantes ignoran el destino
que sus hermanos les han preparado.
Un subterfugio, eso solo hace falta,
y suficientes explosivos para que se vea
desde lejos, la conmoción dará paso
a la caza de brujas.
Ya no son antorchas y capuchas
pero todo el montaje viene oculto,
dando paso al primer acto de
esto de apoderarse del mundo.
Guerra.
Paz, paz, paz,
si la quieres porta un fusil
e invade la casa de tu vecino.
Seguro que no te hizo nada,
pero esa cara de fundamentalista
del miedo te hace tener que
apretar el gatillo.
Habla luego de derechos humanos,
pero siembra el campo de cadáveres
no sea cosa que piensen que lo afirmado
sea solo una letra muerta.
Recursos, recursos, recursos,
es necesario no pasar frío en invierno
y calentar a los descendientes de los
esclavos, los que se han sumido
en el mismo mar decadente que
el resto de los de piel rosada.
Total, los del sur hacen todo
el trabajo pesado y forman la
primera fila de la avanzada.
Insurgentes.
Rebelde,
nombre puesto a los que
defienden sus hogares ante
el avance de los aliados.
Muerte,
es todo lo que ellos traen
y unas cuantas excusas junto
con las municiones de sus armas.
Niños, hombres, mujeres,
todos caen ante las balas de los libertadores
y los gobiernos no son sino títeres.
El mundo observa impávido,
mientras puedan mantener su estatus
no importa lo que ocurra en otra parte.
Se llenan la boca hablando de derechos humanos
pero lo único que hay son humanos deshechos
por sus bombas, sus tratados internacionales
y su genocidio encubierto.
Rojo.
Nos trataron de ateos,
nuestros cuerpos recubrieron los cerros
mientras las riquezas de la tierra
eran transportadas hacia la civilización
al otro lado del mar.
Nos tildaron de comunistas,
permitiendo que un montón de bastardos
de nuestra propia sangre nos desaparecieran
mientras los demás miraban el balón correr.
Nos llaman ignorantes, tercermundistas
y retrasados, las municiones y los marines
reemplazan los libros y los docentes,
tu cultura de plástico se ha instalado
en la calle de mi barrio, pero yo me sigo
resistiendo a tener que asimilar
toda esa basura que pretendes venderme.
Tal vez deba comprar un lote en la luna,
si alguna vez los humanos llegan a esa
roca desierta de todo, incluso de vuestra
estupidez tridimensional.
Justicia infinita.
Dios, te invocamos cada vez que
estamos por bombardear un hormiguero
o rematar a un enemigo que ya está vencido.
Dios, guía nuestros misiles que buscan
la paz de éste mundo, haciendo de él
un paraíso en la tierra o una roca calcinada.
Dios, muéstrame la verdadera lengua
y no le pongas subtítulos, comida rápida
y casino para todos los que no son
de esa tierra de rubios resplandecientes.
¿Dios, cuántas veces te hemos nombrado
antes de caer en la barbarie? Los de afuera
no son nuestros hermanos, son incultos,
ignorantes, pobres y peligrosos.
Bárbaros, mojados que tratan de cruzar
el Mediterráneo y que por suerte para
los civilizados no lo logran.
Dios, dime dónde estás
o será que nos has dado la espalda
al vernos tan sanguinarios
y sin memorias.
La película se repite,
cada vez que hay que asesinar a alguien
aparecen los héroes portando sus armas
en esa pantalla gigante.
Dedicado a todos aquellos que forman parte de esa cultura llamada Civilización, los que han inspirado estas líneas mientras siguen con la matanza.
¡Libertad, fraternidad e igualdad!
Puedo recordar
Puedo recordar el primer día de clases,
un agujero en la hoja de tanto borrar,
un golpe con un tirante en la rodilla.
La ternura de Angélica,
los consejos de Zulma,
la sonrisa de Elda.
La voz de mi nonna llamándome desde
la puerta de su casa, ese gol fatídico
lejos en el tiempo y un par de ojos traviesos
burlándose de los sueños adolescentes.
Una tarde en la que cae el sol de diciembre
mientras el colectivo vuelve a casa
y el último saludo a un amigo
al que no volveré a ver más.
Tenías razón, siempre.
un agujero en la hoja de tanto borrar,
un golpe con un tirante en la rodilla.
La ternura de Angélica,
los consejos de Zulma,
la sonrisa de Elda.
La voz de mi nonna llamándome desde
la puerta de su casa, ese gol fatídico
lejos en el tiempo y un par de ojos traviesos
burlándose de los sueños adolescentes.
Una tarde en la que cae el sol de diciembre
mientras el colectivo vuelve a casa
y el último saludo a un amigo
al que no volveré a ver más.
Tenías razón, siempre.
Imagina
Purgatorio,
si existe debe verse así.
Almas cansadas,
obligadas a transitar por esos
escalones entre los despojos
del ayer y la incertidumbre del mañana.
Buscando entre las grietas
algo llamado justicia,
que en éste plano
no es más que un escrito sellado.
Los que la administran
se atrincheran entre expedientes,
asistidos por un ujier
que evite las brechas en el muro
de la inoperancia, la lentitud
y la falta de ganar para otorgar
eso que llaman justicia.
Justicia,
algo que ni un ejército de cuervos
logran conseguir.
Ir a la justicia,
poner tu nombre en la sala de espera
para que otros sopesen cuánto
le corresponde en éste plano temporal.
¡Imagina un mundo sin todas esas cosas!
si existe debe verse así.
Almas cansadas,
obligadas a transitar por esos
escalones entre los despojos
del ayer y la incertidumbre del mañana.
Buscando entre las grietas
algo llamado justicia,
que en éste plano
no es más que un escrito sellado.
Los que la administran
se atrincheran entre expedientes,
asistidos por un ujier
que evite las brechas en el muro
de la inoperancia, la lentitud
y la falta de ganar para otorgar
eso que llaman justicia.
Justicia,
algo que ni un ejército de cuervos
logran conseguir.
Ir a la justicia,
poner tu nombre en la sala de espera
para que otros sopesen cuánto
le corresponde en éste plano temporal.
¡Imagina un mundo sin todas esas cosas!
Quién leerá esto
Henos aquí sacando letras de entre el barro y la pobreza,
tú nos llamas ignorantes y consumes todo lo que te venden
deseando cualquier cosa que esté disponible.
Vives pendiente de lo que hacen los demás,
tu vida está en oferta en una gran vidriera
para que los otros la puedan comparar.
Todo se reduce a unos cuantos caracteres,
a un gran circo de vanidosos y palabras
vacías, sorna en plenitud.
A esta inmundicia virtual
en la que las relaciones son infinitas
pero ninguna real.
tú nos llamas ignorantes y consumes todo lo que te venden
deseando cualquier cosa que esté disponible.
Vives pendiente de lo que hacen los demás,
tu vida está en oferta en una gran vidriera
para que los otros la puedan comparar.
Todo se reduce a unos cuantos caracteres,
a un gran circo de vanidosos y palabras
vacías, sorna en plenitud.
A esta inmundicia virtual
en la que las relaciones son infinitas
pero ninguna real.
Ilusiones
He venido desde el barro del despojo a posarme sobre
tus hombros y quitarme los recuerdos de la noche
pasada cuando confíe en ti y me traicionaste.
El camino concluía en ese verde prado pero pronto
descubrí que era la forma con la que atraías a tus victimas
hacia tu fortaleza, sometiendo sus sueños y aplastando
sus vidas si osaban revelarse.
La vida en está prisión transcurría segundo a segundo
con golpes de pico sobre las piedras, buscando el oro
que le siguiera dando brillo a tu vida.
Un día alguien encendió la mecha y todo empezó a arder,
tus guardias eran meras ilusiones, esa prisión se desvaneció
quedándonos los dos solos mientras tu gritabas y derramabas
lágrimas secas tratando de justificarte.
Al final encontré el camino que extravíe hace tanto
por quedarme bajo tu falso calor y ahora el barro se adhiere
de nuevo a mis botas mientras me voy por él,
dejando atrás la columna de humo que cubre tu decadente existencia.
tus hombros y quitarme los recuerdos de la noche
pasada cuando confíe en ti y me traicionaste.
El camino concluía en ese verde prado pero pronto
descubrí que era la forma con la que atraías a tus victimas
hacia tu fortaleza, sometiendo sus sueños y aplastando
sus vidas si osaban revelarse.
La vida en está prisión transcurría segundo a segundo
con golpes de pico sobre las piedras, buscando el oro
que le siguiera dando brillo a tu vida.
Un día alguien encendió la mecha y todo empezó a arder,
tus guardias eran meras ilusiones, esa prisión se desvaneció
quedándonos los dos solos mientras tu gritabas y derramabas
lágrimas secas tratando de justificarte.
Al final encontré el camino que extravíe hace tanto
por quedarme bajo tu falso calor y ahora el barro se adhiere
de nuevo a mis botas mientras me voy por él,
dejando atrás la columna de humo que cubre tu decadente existencia.
Reflejado
Nunca fue de ansiar demasiado algo, sabiendo que con trabajo
y dedicación era posible conseguir un mejor pasar pero sin caer
en esa vorágine propia de esos tiempos, consumista y llena de vacío.
Así que le gustaban las cosas sencillas, una copa de vino al anochecer,
un fuego en la noche viendo la leña crepitar, la pequeña casa cerca
del mar en donde pasaba las horas escribiendo cuando decidía
escaparse de toda esa locura festiva, en la que las personas eran
atraídas como polillas por vidrieras consumistas.
Y los días se volvían una eternidad mientras él no dejaba
que la tempestad lo arrastrara.
y dedicación era posible conseguir un mejor pasar pero sin caer
en esa vorágine propia de esos tiempos, consumista y llena de vacío.
Así que le gustaban las cosas sencillas, una copa de vino al anochecer,
un fuego en la noche viendo la leña crepitar, la pequeña casa cerca
del mar en donde pasaba las horas escribiendo cuando decidía
escaparse de toda esa locura festiva, en la que las personas eran
atraídas como polillas por vidrieras consumistas.
Y los días se volvían una eternidad mientras él no dejaba
que la tempestad lo arrastrara.
Ídolos
Ídolos en un pedestal que vale millones,
figuritas repetidas de juegos y portadas
la victoria sigue siendo ajena
pese a la contribución por evitarlo
hay un solo Mascherano,
lamentablemente.
Los huevos que faltan
sobran en las publicidades,
en tanto el barrilete se aleja
en el cielo de Halley.
figuritas repetidas de juegos y portadas
la victoria sigue siendo ajena
pese a la contribución por evitarlo
hay un solo Mascherano,
lamentablemente.
Los huevos que faltan
sobran en las publicidades,
en tanto el barrilete se aleja
en el cielo de Halley.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)