La idea es la chispa, el tema está en avivarla
y sacar algo concreto.
Esto no es una tarea fácil, muchas veces
lo que empieza siendo un proyecto
prometedor se termina estancando.
Otras, es necesario probar para
descartar y seguir intentando.
Pero nada se pierde del todo,
siempre queda ese primer ladrillo
que puede volverse en otro momento
un diamante.
Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons Atribución 2.5 Argentina conforme se describe en la página intitulada "Creative Commons". "No hay nada como escribir. Todo lo que haces es sentarte frente a la máquina de escribir y sangrar" (Ernest Hemingway).
jueves
Primavera
La más virtuosa de éste hato de chiflados, soportando los embates de estos tiempos con una mueca burlona y media verónica en cada embestida.
Cruel sociedad en la que el poder controla al vulgo a rajatabla mientras las huellas del saqueo están a la vista, pero esperan que olvidemos.
Extraño paraíso en el que quien más se esfuerza más paga y el que menos hace más les exige. Extraña tierra tan amada llamada Argentina.
Digan que la esperanza es la única arca que siempre está llena.
...
¿Por qué he de tener el alma blanca si soy mota como el corazón de la noche?
Lo oscuro es lo inferior según el blanco civilizado, que no es más que un bárbaro con recursos dotado de las leyes que dobla a su favor con tecnicismos y excusas diplomáticas.
Cruel sociedad en la que el poder controla al vulgo a rajatabla mientras las huellas del saqueo están a la vista, pero esperan que olvidemos.
Extraño paraíso en el que quien más se esfuerza más paga y el que menos hace más les exige. Extraña tierra tan amada llamada Argentina.
Digan que la esperanza es la única arca que siempre está llena.
...
¿Por qué he de tener el alma blanca si soy mota como el corazón de la noche?
Lo oscuro es lo inferior según el blanco civilizado, que no es más que un bárbaro con recursos dotado de las leyes que dobla a su favor con tecnicismos y excusas diplomáticas.
Jenny
I) Invasor.
Y es así,
ahora el latino, antes mojado y delincuente,
es el que hace estallar todo el lugar
invocando el nombre de la gran nación.
Una cuestión cultural,
no sea que los culpen por los muros fronterizos
y la segregación racial que han desperdigado
por todas partes, nada peor que ser minoría
en tu propia casa blanquito.
El esclavo se vuelve sirviente,
montando un circo que todo lo vende
y mostrando sus posesiones,
la falta de cerebro no se nota.
Construyendo sobre pilas de huesos,
cenizas, con dinero cuyo color se asemeja
al de todos los árboles que derribaron
en su andar por éste nuestro único mundo.
II) Ritual.
Antes de que amanezca, cuando los ojos del mundo dependen de las luces artificiales y en las sombras reptan los réprobos, el abre la ventana de la cocina de su casa.
El agua fría ya le ha quitado el sueño en el que estaba inmerso, dejando salir de su madriguera a la enorme bestia negra.
No hay otros sonidos en la noche, apenas el de la cafetera impregnando del olor de ese líquido negro toda la habitación.
Debajo de la pileta yace una botella vieja, la que en éste día desenrosca y deja servida una medida de ginebra.
Cuando las primeras luces del amanecer comienzan a ganarle a la oscuridad levanta su copa y pronuncia el conjuro:
- A tu salud mi malvada hermana, repitiendo el ritual como todos los 30 de Julio de cada año.
Tras esto, bebe su café y se desliza afuera. La fortaleza deja salir a su solitario guerrero.
III) Ritual (Parte II).
Podó las plantas, alejó la maleza y se deshizo
del pasto que rodeaba los árboles pequeños.
Rigurosamente quitó todo rastro de imperfección
de su jardín, juntando los restos de su labor
en una enorme pira que finalmente encendió.
Danzó como un loco con una copa en la mano,
entonando una canción gutural y salvaje
bajo la fría luz de la luna de una noche
de verano en la que preparó su cena.
Y a la siguiente estación volvió a repetir
ese eterno ritual, ahí en algún lugar
de la costa atlántica en donde
se cruzan los tres arroyos.
IV) Camino.
Hasta hace un rato teníamos todo
el peso del año anterior sobre
nuestras espaldas, alegrías y tristezas
que se desprendían del calendario,
deshojado como las estaciones frías
mientras perseguimos conflictos
en esa costa lejana, pero siempre
mar al final de cuentas.
Vivir en las falas siempre ha sido
lo nuestro, como si el mar tuviera
un imán para atraernos
de regreso por el viejo camino,
que aunque renovado sigue
atesorando las huellas de todos
los que lo hemos recorrido.
Y ahora lo que queda es lo más importante,
veremos que uso le daremos al tiempo
que se nos ha concedido, olvidando
todo aquello que sea un lastre
en nuestro intento de ser mejores
personas día a día.
Nota: por falas debe leerse costas, conforme a la literatura de la Tierra Media.
V) Emperatricismo.
La reina lava sus culpas
entre humo y encajes,
antes mostraba interiores gratis
ahora los ofrece por unos cuantos cobres.
Afuera todo sigue su curso,
siempre tendrá un fiel lacayo
que le provea lo que necesita,
mientras detrás de esa fachada
el frío rostro esconde otras intenciones.
Su título nobiliario está camuflado
igual que ella, escondida, esperando
la siguiente ocasión para usar ese probador
con su próximo visitante.
Nota: la palabra “emperatricismo” no existe en el castellano, es lo que se dice un neologismo literario.
VI) Tengo.
Tengo una hermana,
dos hermanos,
una ahijada y varias sobrinas
y sobrinos que se han quedado
con una parte de mi corazón
negándose a abandonarlo
aunque les llegue un desalojo.
Una loba negra como la noche
que mi Amor encontró en la calle,
que vive al lado de la ventana
del cuarto donde las noches
más heladas no pueden hacer
nada frente al calor de nuestros cuerpos.
Todos los días antes de que el sol
venga a reclamar su reino de los cielos
ella se va por la ruta y nos quedamos
los dos viéndola partir por ese
camino repetido y viejo.
Al ver el desastre que dejas en mi
patio me he preguntado ¿si Dios
no estará haciéndome una de sus bromas?,
esto se repite cada vez que
desciendo del colectivo azul gastado
que me lleva hacia el trabajo,
viendo algún rostro que ya se va borrando
con el tiempo como la ruta con nuestro paso.
Tengo una Amiga
que nunca me llama
y a la que dejé ir por no gritarle
en la cara que era una locura
dejar morir lo que nos unía
y todo por un montón de celos estúpidos.
Tengo una Hermana
con la que no hay lazos de sangre,
sólo distancia y excusas al final
de una calle inundada
una noche de febrero cuando lo
mejor para todos fue irme de ahí
sintiéndome libre y triste a la vez,
porque con vos se fue una parte de mí.
Y aún ahora
pese a los muros que has levantado,
no puedo evitar ver un rostro
que no es más que un calco
de vos, aunque sonríe más
que lo que tú has reído en toda
tu vida mientras ese compañero
inseparable que elegiste
te deja sola después de veinte encendidos.
Y así se va pasando el tiempo
las calles se ven vacías esta mañana,
tendré que ponerme a arreglar
el desastre que Pietra deja en el patio
no sea cosa que en la noche cuando llegue
terminé desparramado en el piso
con tantos agujeros que hace.
VII) Sol.
Tantos problemas
esto debe hacerse de la forma
que tú quieres,
dulce aroma de la libertad
inundándome los pulmones.
Ya no oigo tus lamentos
ni tus pretensiones vanas,
mientras sigues hacia el acantilado
queriendo atrapar el brillo del sol
en tu locura materialista.
VIII) Manchas.
Corre la noche,
una bocanada de humo
se va hacia ella.
No hay estrellas esta vez
sólo dos manchas blancas,
ilusiones que aún quedan.
Estamos cerca
pero tan lejos
deshaciéndonos en el tiempo,
el camino es el mismo
inevitablemente fuimos hacia
la cascada llevados por una mano
experta en esto de tirar todo por la borda.
Carente de conciencia,
ciego hasta el momento de abandonarte
mientras detrás todo era una ruina
y la misma luna vio la partida.
IX) Inspiración.
Hace mucho tiempo
que no oigo al fuego crepitar,
la suave espuma blanca
caer despacio y
las estrellas en la noche
fría de verano.
Así, en esa mezcla de
calor y frío, los versos
surgen en el vaivén
del mar y una oleada tinta.
X) Jenny.
Su hermano vino a verme una tarde, apenas quedaba un poco del frío del invierno y la primavera lentamente se imponía.
Las calles seguían viéndose desiertas, las personas comenzaban de a poco a salir nuevamente de sus hogares tras la cruda estación.
Todo renacía alrededor, los recuerdos terminarían inundando aquella visita.
Tomé la vieja botella que escondía en la parte trasera de la oficina y desempolvándola me serví un trago largo. José se hizo presente en toda su magnitud.
Luego, sabiendo que aquello no tenía vuelta atrás afronté la realidad de los hechos y la frase se me escapó sin darme cuenta de que nuevamente me había quedado solo:
- Jenny estará contenta de que se vuelvan a encontrar.
Y es así,
ahora el latino, antes mojado y delincuente,
es el que hace estallar todo el lugar
invocando el nombre de la gran nación.
Una cuestión cultural,
no sea que los culpen por los muros fronterizos
y la segregación racial que han desperdigado
por todas partes, nada peor que ser minoría
en tu propia casa blanquito.
El esclavo se vuelve sirviente,
montando un circo que todo lo vende
y mostrando sus posesiones,
la falta de cerebro no se nota.
Construyendo sobre pilas de huesos,
cenizas, con dinero cuyo color se asemeja
al de todos los árboles que derribaron
en su andar por éste nuestro único mundo.
II) Ritual.
Antes de que amanezca, cuando los ojos del mundo dependen de las luces artificiales y en las sombras reptan los réprobos, el abre la ventana de la cocina de su casa.
El agua fría ya le ha quitado el sueño en el que estaba inmerso, dejando salir de su madriguera a la enorme bestia negra.
No hay otros sonidos en la noche, apenas el de la cafetera impregnando del olor de ese líquido negro toda la habitación.
Debajo de la pileta yace una botella vieja, la que en éste día desenrosca y deja servida una medida de ginebra.
Cuando las primeras luces del amanecer comienzan a ganarle a la oscuridad levanta su copa y pronuncia el conjuro:
- A tu salud mi malvada hermana, repitiendo el ritual como todos los 30 de Julio de cada año.
Tras esto, bebe su café y se desliza afuera. La fortaleza deja salir a su solitario guerrero.
III) Ritual (Parte II).
Podó las plantas, alejó la maleza y se deshizo
del pasto que rodeaba los árboles pequeños.
Rigurosamente quitó todo rastro de imperfección
de su jardín, juntando los restos de su labor
en una enorme pira que finalmente encendió.
Danzó como un loco con una copa en la mano,
entonando una canción gutural y salvaje
bajo la fría luz de la luna de una noche
de verano en la que preparó su cena.
Y a la siguiente estación volvió a repetir
ese eterno ritual, ahí en algún lugar
de la costa atlántica en donde
se cruzan los tres arroyos.
IV) Camino.
Hasta hace un rato teníamos todo
el peso del año anterior sobre
nuestras espaldas, alegrías y tristezas
que se desprendían del calendario,
deshojado como las estaciones frías
mientras perseguimos conflictos
en esa costa lejana, pero siempre
mar al final de cuentas.
Vivir en las falas siempre ha sido
lo nuestro, como si el mar tuviera
un imán para atraernos
de regreso por el viejo camino,
que aunque renovado sigue
atesorando las huellas de todos
los que lo hemos recorrido.
Y ahora lo que queda es lo más importante,
veremos que uso le daremos al tiempo
que se nos ha concedido, olvidando
todo aquello que sea un lastre
en nuestro intento de ser mejores
personas día a día.
Nota: por falas debe leerse costas, conforme a la literatura de la Tierra Media.
V) Emperatricismo.
La reina lava sus culpas
entre humo y encajes,
antes mostraba interiores gratis
ahora los ofrece por unos cuantos cobres.
Afuera todo sigue su curso,
siempre tendrá un fiel lacayo
que le provea lo que necesita,
mientras detrás de esa fachada
el frío rostro esconde otras intenciones.
Su título nobiliario está camuflado
igual que ella, escondida, esperando
la siguiente ocasión para usar ese probador
con su próximo visitante.
Nota: la palabra “emperatricismo” no existe en el castellano, es lo que se dice un neologismo literario.
VI) Tengo.
Tengo una hermana,
dos hermanos,
una ahijada y varias sobrinas
y sobrinos que se han quedado
con una parte de mi corazón
negándose a abandonarlo
aunque les llegue un desalojo.
Una loba negra como la noche
que mi Amor encontró en la calle,
que vive al lado de la ventana
del cuarto donde las noches
más heladas no pueden hacer
nada frente al calor de nuestros cuerpos.
Todos los días antes de que el sol
venga a reclamar su reino de los cielos
ella se va por la ruta y nos quedamos
los dos viéndola partir por ese
camino repetido y viejo.
Al ver el desastre que dejas en mi
patio me he preguntado ¿si Dios
no estará haciéndome una de sus bromas?,
esto se repite cada vez que
desciendo del colectivo azul gastado
que me lleva hacia el trabajo,
viendo algún rostro que ya se va borrando
con el tiempo como la ruta con nuestro paso.
Tengo una Amiga
que nunca me llama
y a la que dejé ir por no gritarle
en la cara que era una locura
dejar morir lo que nos unía
y todo por un montón de celos estúpidos.
Tengo una Hermana
con la que no hay lazos de sangre,
sólo distancia y excusas al final
de una calle inundada
una noche de febrero cuando lo
mejor para todos fue irme de ahí
sintiéndome libre y triste a la vez,
porque con vos se fue una parte de mí.
Y aún ahora
pese a los muros que has levantado,
no puedo evitar ver un rostro
que no es más que un calco
de vos, aunque sonríe más
que lo que tú has reído en toda
tu vida mientras ese compañero
inseparable que elegiste
te deja sola después de veinte encendidos.
Y así se va pasando el tiempo
las calles se ven vacías esta mañana,
tendré que ponerme a arreglar
el desastre que Pietra deja en el patio
no sea cosa que en la noche cuando llegue
terminé desparramado en el piso
con tantos agujeros que hace.
VII) Sol.
Tantos problemas
esto debe hacerse de la forma
que tú quieres,
dulce aroma de la libertad
inundándome los pulmones.
Ya no oigo tus lamentos
ni tus pretensiones vanas,
mientras sigues hacia el acantilado
queriendo atrapar el brillo del sol
en tu locura materialista.
VIII) Manchas.
Corre la noche,
una bocanada de humo
se va hacia ella.
No hay estrellas esta vez
sólo dos manchas blancas,
ilusiones que aún quedan.
Estamos cerca
pero tan lejos
deshaciéndonos en el tiempo,
el camino es el mismo
inevitablemente fuimos hacia
la cascada llevados por una mano
experta en esto de tirar todo por la borda.
Carente de conciencia,
ciego hasta el momento de abandonarte
mientras detrás todo era una ruina
y la misma luna vio la partida.
IX) Inspiración.
Hace mucho tiempo
que no oigo al fuego crepitar,
la suave espuma blanca
caer despacio y
las estrellas en la noche
fría de verano.
Así, en esa mezcla de
calor y frío, los versos
surgen en el vaivén
del mar y una oleada tinta.
X) Jenny.
Su hermano vino a verme una tarde, apenas quedaba un poco del frío del invierno y la primavera lentamente se imponía.
Las calles seguían viéndose desiertas, las personas comenzaban de a poco a salir nuevamente de sus hogares tras la cruda estación.
Todo renacía alrededor, los recuerdos terminarían inundando aquella visita.
Tomé la vieja botella que escondía en la parte trasera de la oficina y desempolvándola me serví un trago largo. José se hizo presente en toda su magnitud.
Luego, sabiendo que aquello no tenía vuelta atrás afronté la realidad de los hechos y la frase se me escapó sin darme cuenta de que nuevamente me había quedado solo:
- Jenny estará contenta de que se vuelvan a encontrar.
Imperio
Esclavos.
Cruza el túnel, siente las cadenas
caer y respira libre al fin
hasta que te manden en primera
fila a pelear por eso que
otros llaman darte la libertad
No te detengas, si no te matan
las balas de tus antiguos amos
lo harán las de aquello que
se llaman libertadores.
La noche cae, tiene el tono
de tu piel, el alba el de la
sangre que corre por las venas,
pero alguien piensa que es mejor
que mueras antes que aquellos
que se llaman civilizados.
Hay que pelear por mantener la libertad
que te han otorgado, ignorando que
nacimos libres y que un tono
semejante al de la piel de los cerdos
no te hace omnipotente.
Los huesos se acumulan,
los de todas las razas sobre la tierra
y son del mismo color,
incluso comparten el mismo destino:
el del polvo del tiempo.
Excusas.
Las cargas están listas,
esta noche habrá fuegos artificiales
y aún no llegan al día de su independencia.
La máquina se pone en marcha,
hay que expandirse a costa de que
otros deban ser pisados.
El barco espera en la bahía,
sus ocupantes ignoran el destino
que sus hermanos les han preparado.
Un subterfugio, eso solo hace falta,
y suficientes explosivos para que se vea
desde lejos, la conmoción dará paso
a la caza de brujas.
Ya no son antorchas y capuchas
pero todo el montaje viene oculto,
dando paso al primer acto de
esto de apoderarse del mundo.
Guerra.
Paz, paz, paz,
si la quieres porta un fusil
e invade la casa de tu vecino.
Seguro que no te hizo nada,
pero esa cara de fundamentalista
del miedo te hace tener que
apretar el gatillo.
Habla luego de derechos humanos,
pero siembra el campo de cadáveres
no sea cosa que piensen que lo afirmado
sea solo una letra muerta.
Recursos, recursos, recursos,
es necesario no pasar frío en invierno
y calentar a los descendientes de los
esclavos, los que se han sumido
en el mismo mar decadente que
el resto de los de piel rosada.
Total, los del sur hacen todo
el trabajo pesado y forman la
primera fila de la avanzada.
Insurgentes.
Rebelde,
nombre puesto a los que
defienden sus hogares ante
el avance de los aliados.
Muerte,
es todo lo que ellos traen
y unas cuantas excusas junto
con las municiones de sus armas.
Niños, hombres, mujeres,
todos caen ante las balas de los libertadores
y los gobiernos no son sino títeres.
El mundo observa impávido,
mientras puedan mantener su estatus
no importa lo que ocurra en otra parte.
Se llenan la boca hablando de derechos humanos
pero lo único que hay son humanos deshechos
por sus bombas, sus tratados internacionales
y su genocidio encubierto.
Rojo.
Nos trataron de ateos,
nuestros cuerpos recubrieron los cerros
mientras las riquezas de la tierra
eran transportadas hacia la civilización
al otro lado del mar.
Nos tildaron de comunistas,
permitiendo que un montón de bastardos
de nuestra propia sangre nos desaparecieran
mientras los demás miraban el balón correr.
Nos llaman ignorantes, tercermundistas
y retrasados, las municiones y los marines
reemplazan los libros y los docentes,
tu cultura de plástico se ha instalado
en la calle de mi barrio, pero yo me sigo
resistiendo a tener que asimilar
toda esa basura que pretendes venderme.
Tal vez deba comprar un lote en la luna,
si alguna vez los humanos llegan a esa
roca desierta de todo, incluso de vuestra
estupidez tridimensional.
Justicia infinita.
Dios, te invocamos cada vez que
estamos por bombardear un hormiguero
o rematar a un enemigo que ya está vencido.
Dios, guía nuestros misiles que buscan
la paz de éste mundo, haciendo de él
un paraíso en la tierra o una roca calcinada.
Dios, muéstrame la verdadera lengua
y no le pongas subtítulos, comida rápida
y casino para todos los que no son
de esa tierra de rubios resplandecientes.
¿Dios, cuántas veces te hemos nombrado
antes de caer en la barbarie? Los de afuera
no son nuestros hermanos, son incultos,
ignorantes, pobres y peligrosos.
Bárbaros, mojados que tratan de cruzar
el Mediterráneo y que por suerte para
los civilizados no lo logran.
Dios, dime dónde estás
o será que nos has dado la espalda
al vernos tan sanguinarios
y sin memorias.
La película se repite,
cada vez que hay que asesinar a alguien
aparecen los héroes portando sus armas
en esa pantalla gigante.
Dedicado a todos aquellos que forman parte de esa cultura llamada Civilización, los que han inspirado estas líneas mientras siguen con la matanza.
¡Libertad, fraternidad e igualdad!
Cruza el túnel, siente las cadenas
caer y respira libre al fin
hasta que te manden en primera
fila a pelear por eso que
otros llaman darte la libertad
No te detengas, si no te matan
las balas de tus antiguos amos
lo harán las de aquello que
se llaman libertadores.
La noche cae, tiene el tono
de tu piel, el alba el de la
sangre que corre por las venas,
pero alguien piensa que es mejor
que mueras antes que aquellos
que se llaman civilizados.
Hay que pelear por mantener la libertad
que te han otorgado, ignorando que
nacimos libres y que un tono
semejante al de la piel de los cerdos
no te hace omnipotente.
Los huesos se acumulan,
los de todas las razas sobre la tierra
y son del mismo color,
incluso comparten el mismo destino:
el del polvo del tiempo.
Excusas.
Las cargas están listas,
esta noche habrá fuegos artificiales
y aún no llegan al día de su independencia.
La máquina se pone en marcha,
hay que expandirse a costa de que
otros deban ser pisados.
El barco espera en la bahía,
sus ocupantes ignoran el destino
que sus hermanos les han preparado.
Un subterfugio, eso solo hace falta,
y suficientes explosivos para que se vea
desde lejos, la conmoción dará paso
a la caza de brujas.
Ya no son antorchas y capuchas
pero todo el montaje viene oculto,
dando paso al primer acto de
esto de apoderarse del mundo.
Guerra.
Paz, paz, paz,
si la quieres porta un fusil
e invade la casa de tu vecino.
Seguro que no te hizo nada,
pero esa cara de fundamentalista
del miedo te hace tener que
apretar el gatillo.
Habla luego de derechos humanos,
pero siembra el campo de cadáveres
no sea cosa que piensen que lo afirmado
sea solo una letra muerta.
Recursos, recursos, recursos,
es necesario no pasar frío en invierno
y calentar a los descendientes de los
esclavos, los que se han sumido
en el mismo mar decadente que
el resto de los de piel rosada.
Total, los del sur hacen todo
el trabajo pesado y forman la
primera fila de la avanzada.
Insurgentes.
Rebelde,
nombre puesto a los que
defienden sus hogares ante
el avance de los aliados.
Muerte,
es todo lo que ellos traen
y unas cuantas excusas junto
con las municiones de sus armas.
Niños, hombres, mujeres,
todos caen ante las balas de los libertadores
y los gobiernos no son sino títeres.
El mundo observa impávido,
mientras puedan mantener su estatus
no importa lo que ocurra en otra parte.
Se llenan la boca hablando de derechos humanos
pero lo único que hay son humanos deshechos
por sus bombas, sus tratados internacionales
y su genocidio encubierto.
Rojo.
Nos trataron de ateos,
nuestros cuerpos recubrieron los cerros
mientras las riquezas de la tierra
eran transportadas hacia la civilización
al otro lado del mar.
Nos tildaron de comunistas,
permitiendo que un montón de bastardos
de nuestra propia sangre nos desaparecieran
mientras los demás miraban el balón correr.
Nos llaman ignorantes, tercermundistas
y retrasados, las municiones y los marines
reemplazan los libros y los docentes,
tu cultura de plástico se ha instalado
en la calle de mi barrio, pero yo me sigo
resistiendo a tener que asimilar
toda esa basura que pretendes venderme.
Tal vez deba comprar un lote en la luna,
si alguna vez los humanos llegan a esa
roca desierta de todo, incluso de vuestra
estupidez tridimensional.
Justicia infinita.
Dios, te invocamos cada vez que
estamos por bombardear un hormiguero
o rematar a un enemigo que ya está vencido.
Dios, guía nuestros misiles que buscan
la paz de éste mundo, haciendo de él
un paraíso en la tierra o una roca calcinada.
Dios, muéstrame la verdadera lengua
y no le pongas subtítulos, comida rápida
y casino para todos los que no son
de esa tierra de rubios resplandecientes.
¿Dios, cuántas veces te hemos nombrado
antes de caer en la barbarie? Los de afuera
no son nuestros hermanos, son incultos,
ignorantes, pobres y peligrosos.
Bárbaros, mojados que tratan de cruzar
el Mediterráneo y que por suerte para
los civilizados no lo logran.
Dios, dime dónde estás
o será que nos has dado la espalda
al vernos tan sanguinarios
y sin memorias.
La película se repite,
cada vez que hay que asesinar a alguien
aparecen los héroes portando sus armas
en esa pantalla gigante.
Dedicado a todos aquellos que forman parte de esa cultura llamada Civilización, los que han inspirado estas líneas mientras siguen con la matanza.
¡Libertad, fraternidad e igualdad!
Puedo recordar
Puedo recordar el primer día de clases,
un agujero en la hoja de tanto borrar,
un golpe con un tirante en la rodilla.
La ternura de Angélica,
los consejos de Zulma,
la sonrisa de Elda.
La voz de mi nonna llamándome desde
la puerta de su casa, ese gol fatídico
lejos en el tiempo y un par de ojos traviesos
burlándose de los sueños adolescentes.
Una tarde en la que cae el sol de diciembre
mientras el colectivo vuelve a casa
y el último saludo a un amigo
al que no volveré a ver más.
Tenías razón, siempre.
un agujero en la hoja de tanto borrar,
un golpe con un tirante en la rodilla.
La ternura de Angélica,
los consejos de Zulma,
la sonrisa de Elda.
La voz de mi nonna llamándome desde
la puerta de su casa, ese gol fatídico
lejos en el tiempo y un par de ojos traviesos
burlándose de los sueños adolescentes.
Una tarde en la que cae el sol de diciembre
mientras el colectivo vuelve a casa
y el último saludo a un amigo
al que no volveré a ver más.
Tenías razón, siempre.
Imagina
Purgatorio,
si existe debe verse así.
Almas cansadas,
obligadas a transitar por esos
escalones entre los despojos
del ayer y la incertidumbre del mañana.
Buscando entre las grietas
algo llamado justicia,
que en éste plano
no es más que un escrito sellado.
Los que la administran
se atrincheran entre expedientes,
asistidos por un ujier
que evite las brechas en el muro
de la inoperancia, la lentitud
y la falta de ganar para otorgar
eso que llaman justicia.
Justicia,
algo que ni un ejército de cuervos
logran conseguir.
Ir a la justicia,
poner tu nombre en la sala de espera
para que otros sopesen cuánto
le corresponde en éste plano temporal.
¡Imagina un mundo sin todas esas cosas!
si existe debe verse así.
Almas cansadas,
obligadas a transitar por esos
escalones entre los despojos
del ayer y la incertidumbre del mañana.
Buscando entre las grietas
algo llamado justicia,
que en éste plano
no es más que un escrito sellado.
Los que la administran
se atrincheran entre expedientes,
asistidos por un ujier
que evite las brechas en el muro
de la inoperancia, la lentitud
y la falta de ganar para otorgar
eso que llaman justicia.
Justicia,
algo que ni un ejército de cuervos
logran conseguir.
Ir a la justicia,
poner tu nombre en la sala de espera
para que otros sopesen cuánto
le corresponde en éste plano temporal.
¡Imagina un mundo sin todas esas cosas!
Quién leerá esto
Henos aquí sacando letras de entre el barro y la pobreza,
tú nos llamas ignorantes y consumes todo lo que te venden
deseando cualquier cosa que esté disponible.
Vives pendiente de lo que hacen los demás,
tu vida está en oferta en una gran vidriera
para que los otros la puedan comparar.
Todo se reduce a unos cuantos caracteres,
a un gran circo de vanidosos y palabras
vacías, sorna en plenitud.
A esta inmundicia virtual
en la que las relaciones son infinitas
pero ninguna real.
tú nos llamas ignorantes y consumes todo lo que te venden
deseando cualquier cosa que esté disponible.
Vives pendiente de lo que hacen los demás,
tu vida está en oferta en una gran vidriera
para que los otros la puedan comparar.
Todo se reduce a unos cuantos caracteres,
a un gran circo de vanidosos y palabras
vacías, sorna en plenitud.
A esta inmundicia virtual
en la que las relaciones son infinitas
pero ninguna real.
Ilusiones
He venido desde el barro del despojo a posarme sobre
tus hombros y quitarme los recuerdos de la noche
pasada cuando confíe en ti y me traicionaste.
El camino concluía en ese verde prado pero pronto
descubrí que era la forma con la que atraías a tus victimas
hacia tu fortaleza, sometiendo sus sueños y aplastando
sus vidas si osaban revelarse.
La vida en está prisión transcurría segundo a segundo
con golpes de pico sobre las piedras, buscando el oro
que le siguiera dando brillo a tu vida.
Un día alguien encendió la mecha y todo empezó a arder,
tus guardias eran meras ilusiones, esa prisión se desvaneció
quedándonos los dos solos mientras tu gritabas y derramabas
lágrimas secas tratando de justificarte.
Al final encontré el camino que extravíe hace tanto
por quedarme bajo tu falso calor y ahora el barro se adhiere
de nuevo a mis botas mientras me voy por él,
dejando atrás la columna de humo que cubre tu decadente existencia.
tus hombros y quitarme los recuerdos de la noche
pasada cuando confíe en ti y me traicionaste.
El camino concluía en ese verde prado pero pronto
descubrí que era la forma con la que atraías a tus victimas
hacia tu fortaleza, sometiendo sus sueños y aplastando
sus vidas si osaban revelarse.
La vida en está prisión transcurría segundo a segundo
con golpes de pico sobre las piedras, buscando el oro
que le siguiera dando brillo a tu vida.
Un día alguien encendió la mecha y todo empezó a arder,
tus guardias eran meras ilusiones, esa prisión se desvaneció
quedándonos los dos solos mientras tu gritabas y derramabas
lágrimas secas tratando de justificarte.
Al final encontré el camino que extravíe hace tanto
por quedarme bajo tu falso calor y ahora el barro se adhiere
de nuevo a mis botas mientras me voy por él,
dejando atrás la columna de humo que cubre tu decadente existencia.
Reflejado
Nunca fue de ansiar demasiado algo, sabiendo que con trabajo
y dedicación era posible conseguir un mejor pasar pero sin caer
en esa vorágine propia de esos tiempos, consumista y llena de vacío.
Así que le gustaban las cosas sencillas, una copa de vino al anochecer,
un fuego en la noche viendo la leña crepitar, la pequeña casa cerca
del mar en donde pasaba las horas escribiendo cuando decidía
escaparse de toda esa locura festiva, en la que las personas eran
atraídas como polillas por vidrieras consumistas.
Y los días se volvían una eternidad mientras él no dejaba
que la tempestad lo arrastrara.
y dedicación era posible conseguir un mejor pasar pero sin caer
en esa vorágine propia de esos tiempos, consumista y llena de vacío.
Así que le gustaban las cosas sencillas, una copa de vino al anochecer,
un fuego en la noche viendo la leña crepitar, la pequeña casa cerca
del mar en donde pasaba las horas escribiendo cuando decidía
escaparse de toda esa locura festiva, en la que las personas eran
atraídas como polillas por vidrieras consumistas.
Y los días se volvían una eternidad mientras él no dejaba
que la tempestad lo arrastrara.
Ídolos
Ídolos en un pedestal que vale millones,
figuritas repetidas de juegos y portadas
la victoria sigue siendo ajena
pese a la contribución por evitarlo
hay un solo Mascherano,
lamentablemente.
Los huevos que faltan
sobran en las publicidades,
en tanto el barrilete se aleja
en el cielo de Halley.
figuritas repetidas de juegos y portadas
la victoria sigue siendo ajena
pese a la contribución por evitarlo
hay un solo Mascherano,
lamentablemente.
Los huevos que faltan
sobran en las publicidades,
en tanto el barrilete se aleja
en el cielo de Halley.
Salieron a pacificar
Salieron a pacificar los sitios que querían poseer
y depredaron todo, incluso la sangre de esa tierra.
Por el agua, por el oro negro o por cualquier otra cosa,
siempre la excusa es buena.
Insurgente el que se resiste,
rebelde aquel que ve a los suyos
despedazados por barras y estrellas.
Lo demás es una cinta repetida en una caja boba,
tergiversándolo todo para justificar
el genocidio al que nos someten.
y depredaron todo, incluso la sangre de esa tierra.
Por el agua, por el oro negro o por cualquier otra cosa,
siempre la excusa es buena.
Insurgente el que se resiste,
rebelde aquel que ve a los suyos
despedazados por barras y estrellas.
Lo demás es una cinta repetida en una caja boba,
tergiversándolo todo para justificar
el genocidio al que nos someten.
Humanos
Por accidente encontró el fuego
y desde ese momento le negó
un lugar a quien hasta entonces
había compartido con el éste viaje,
por el mundo que descubrían día a día.
Aprendió a fundir los metales
y los bosques en los que corría libre
fueron talados y cercados,
negándole el paso a los demás.
Levantó enormes edificios,
monumentos a su soberbia
y sólo los que pueden pagar viven en ellos.
Descubrió como curar enfermedades
pero si tienes suficiente metal,
sino que te consuma y tus restos
podrán ser usados para los que
puedan pagar el tratamiento.
Y al final lo único que queda libre
es el mar, eterno y memorioso,
viendo hundirse en la mediocridad
a quienes salieron de él.
Las flores nos maravillan
pero las cortamos, una tras otra,
y a los pájaros que eran libres cuando
pusimos un pie en la tierra
los metemos en las jaulas
del metal que aprendimos a manipular.
Una tras otra generación
engendra demonios que persiguen
sueños materiales, porque la paz
con uno mismo no tiene forma física
ni valor alguno.
Al menos para los que han nacido
en una sociedad de plástico
y de desinterés, por lo que no tiene
trascendencia dentro de esa caja boba
a la que muchos han hipotecado
una gran parte de su vida.
y desde ese momento le negó
un lugar a quien hasta entonces
había compartido con el éste viaje,
por el mundo que descubrían día a día.
Aprendió a fundir los metales
y los bosques en los que corría libre
fueron talados y cercados,
negándole el paso a los demás.
Levantó enormes edificios,
monumentos a su soberbia
y sólo los que pueden pagar viven en ellos.
Descubrió como curar enfermedades
pero si tienes suficiente metal,
sino que te consuma y tus restos
podrán ser usados para los que
puedan pagar el tratamiento.
Y al final lo único que queda libre
es el mar, eterno y memorioso,
viendo hundirse en la mediocridad
a quienes salieron de él.
Las flores nos maravillan
pero las cortamos, una tras otra,
y a los pájaros que eran libres cuando
pusimos un pie en la tierra
los metemos en las jaulas
del metal que aprendimos a manipular.
Una tras otra generación
engendra demonios que persiguen
sueños materiales, porque la paz
con uno mismo no tiene forma física
ni valor alguno.
Al menos para los que han nacido
en una sociedad de plástico
y de desinterés, por lo que no tiene
trascendencia dentro de esa caja boba
a la que muchos han hipotecado
una gran parte de su vida.
Sangra amor, sangra
Amar
solo ese debería bastar,
pero aquí estamos
en éste momento de indecisiones.
Buscando una excusa en cualquier parte
como si tanto gruñidos resolvieran algo
de todo esto que nos pasa.
Nuestro amor sangra
clamando seguir vivo
mientras nos enfrascamos en discusiones
sin sentido que nos hacen perder
la vista de aquello que
es lo único que importa.
Nosotros.Amar
solo ese debería bastar,
pero aquí estamos
en éste momento de indecisiones.
Buscando una excusa en cualquier parte
como si tanto gruñidos resolvieran algo
de todo esto que nos pasa.
Nuestro amor sangra
clamando seguir vivo
mientras nos enfrascamos en discusiones
sin sentido que nos hacen perder
la vista de aquello que
es lo único que importa.
Nosotros.
solo ese debería bastar,
pero aquí estamos
en éste momento de indecisiones.
Buscando una excusa en cualquier parte
como si tanto gruñidos resolvieran algo
de todo esto que nos pasa.
Nuestro amor sangra
clamando seguir vivo
mientras nos enfrascamos en discusiones
sin sentido que nos hacen perder
la vista de aquello que
es lo único que importa.
Nosotros.Amar
solo ese debería bastar,
pero aquí estamos
en éste momento de indecisiones.
Buscando una excusa en cualquier parte
como si tanto gruñidos resolvieran algo
de todo esto que nos pasa.
Nuestro amor sangra
clamando seguir vivo
mientras nos enfrascamos en discusiones
sin sentido que nos hacen perder
la vista de aquello que
es lo único que importa.
Nosotros.
Huellas
Puedo borrar tu número,
las notas sobre el refrigerador,
las fotos que ahora son digitales
como la vida de algunos.
Aun así las lágrimas vertidas perdurarán
al igual que las caricias, las risas
y los besos que me obsequiaste.
las notas sobre el refrigerador,
las fotos que ahora son digitales
como la vida de algunos.
Aun así las lágrimas vertidas perdurarán
al igual que las caricias, las risas
y los besos que me obsequiaste.
Sangre
El viento trae los gritos de
la victoria en una marea azul
mezclada con la dorada gloria,
mientras cada movimiento
de los guerreros los acerca
más y más a la estocada final.
Permanecen en éste campo de batalla,
el griterío incesante se ha
transformado en un cuerno de batalla
y la sangre explota al sonar de él.
Ella los ha guiado hasta aquí
venida desde el otro lado del océano,
a través de cientos de barcos
que escaparon de la devastación.
Ahora duerme en cada uno de nosotros,
el estandarte al viento
la muestra tal como ha sido
derramada en ese manto blanco
sobre las montañas recubiertas de pinos,
mientras su portador la transfería a otro.
Y ahora mezclándose con esta marea
al otro lado del mar, lejos
de la península pero tan cerca,
cuando otro día glorioso comienza
y esa sangre late con más fuerza
aun en la adversidad para
alcanzar la gloria.
la victoria en una marea azul
mezclada con la dorada gloria,
mientras cada movimiento
de los guerreros los acerca
más y más a la estocada final.
Permanecen en éste campo de batalla,
el griterío incesante se ha
transformado en un cuerno de batalla
y la sangre explota al sonar de él.
Ella los ha guiado hasta aquí
venida desde el otro lado del océano,
a través de cientos de barcos
que escaparon de la devastación.
Ahora duerme en cada uno de nosotros,
el estandarte al viento
la muestra tal como ha sido
derramada en ese manto blanco
sobre las montañas recubiertas de pinos,
mientras su portador la transfería a otro.
Y ahora mezclándose con esta marea
al otro lado del mar, lejos
de la península pero tan cerca,
cuando otro día glorioso comienza
y esa sangre late con más fuerza
aun en la adversidad para
alcanzar la gloria.
Hermanos
Se detuvieron en la llanura,
la lluvia los cubría
como una manta protectora,
no sentían el frío
el llanto se les había secado
de tanto andar batallando.
Los escudos golpeaban enemigos,
las espadas dejaban un lago rojo
formándose sobre la planicie.
El martillo era implacable,
manejado por la mano experta
del guerrero recubierto de cicatrices
que la larga barba cubría.
Un reflejo azul a su derecha
le indicó que su hermano se movía
segador entre los rivales,
su existencia y su espada
eran un resplandor en el medio de
la batalla que los reunía.
Al amanecer cesaron,
el sol los cubrió de tibieza
y entonces los dos contemplaron
el renacer del mundo
tras la caída de los demonios.
la lluvia los cubría
como una manta protectora,
no sentían el frío
el llanto se les había secado
de tanto andar batallando.
Los escudos golpeaban enemigos,
las espadas dejaban un lago rojo
formándose sobre la planicie.
El martillo era implacable,
manejado por la mano experta
del guerrero recubierto de cicatrices
que la larga barba cubría.
Un reflejo azul a su derecha
le indicó que su hermano se movía
segador entre los rivales,
su existencia y su espada
eran un resplandor en el medio de
la batalla que los reunía.
Al amanecer cesaron,
el sol los cubrió de tibieza
y entonces los dos contemplaron
el renacer del mundo
tras la caída de los demonios.
Gloria
Las escenas pasan
quedando la gloria
entre tantas postales,
el tiempo no ha empañado
lo que ellos consiguieron
en los campos lejanos
de oriente.
Justo cerca del sol naciente
yace durmiendo el eco
de las batallas que libraron
y que pese a la distancia
que nos separa de esa tierra,
su recuerdo es tan nuestro
que atesora las vitrinas
de ese santuario de la ribera.
quedando la gloria
entre tantas postales,
el tiempo no ha empañado
lo que ellos consiguieron
en los campos lejanos
de oriente.
Justo cerca del sol naciente
yace durmiendo el eco
de las batallas que libraron
y que pese a la distancia
que nos separa de esa tierra,
su recuerdo es tan nuestro
que atesora las vitrinas
de ese santuario de la ribera.
Septiembre
Diez años desde aquel cumpleaños sin vos,
diez estaciones que he atravesado solo
esperando verte en cada una de ellas.
Diez temporadas festejando y padeciendo
junto a los colores que son tu herencia,
la de mi Padre, tu Hijo, tu Nieto.
Diez años que no parecen nada
pero que denotan tu ausencia,
aun cuando me he dado cuenta
de que pese a que no estás aquí
vives en nosotros.
diez estaciones que he atravesado solo
esperando verte en cada una de ellas.
Diez temporadas festejando y padeciendo
junto a los colores que son tu herencia,
la de mi Padre, tu Hijo, tu Nieto.
Diez años que no parecen nada
pero que denotan tu ausencia,
aun cuando me he dado cuenta
de que pese a que no estás aquí
vives en nosotros.
Gesú
Bajo la antigua montaña
justo por encima del fuego del dragón,
moran los maestros de la roca.
Duros cómo granito,
el alma en calma igual a la lluvia
y el corazón delatando al trueno,
mientras siguen forjando
el salón de HammerHand.
Cuando sopla el viento desde el poniente
y la lluvia golpea la ladera ancestral,
ruge el trueno en lo alto de la forja
entonando los enanos una canción
en honor a HammerHand.
Chocan las copas rebosantes de
Cerveza y de Malbec.
¡Dejen entrar a los piel verde
y a los orejas largas!
A todos les daremos la bienvenida
en los salones de roca.
Brindan los orcos de Grokk
y los cara pálida de Carrara,
no añorando ni el páramo ni
el bosque, en el interminable festín
en honor al más grande guerrero
que haya pisado una contienda.
justo por encima del fuego del dragón,
moran los maestros de la roca.
Duros cómo granito,
el alma en calma igual a la lluvia
y el corazón delatando al trueno,
mientras siguen forjando
el salón de HammerHand.
Cuando sopla el viento desde el poniente
y la lluvia golpea la ladera ancestral,
ruge el trueno en lo alto de la forja
entonando los enanos una canción
en honor a HammerHand.
Chocan las copas rebosantes de
Cerveza y de Malbec.
¡Dejen entrar a los piel verde
y a los orejas largas!
A todos les daremos la bienvenida
en los salones de roca.
Brindan los orcos de Grokk
y los cara pálida de Carrara,
no añorando ni el páramo ni
el bosque, en el interminable festín
en honor al más grande guerrero
que haya pisado una contienda.
Séptima
Hombres codiciosos invadieron la ciudad
como un enjambre de carroñeros,
topándose con las defensoras.
La última de siete los enfrentó,
cubierta de plata,
sus aceros se movían
recubriéndose de sangre
hasta que al final sólo quedó ella.
Sintió la tierra temblar,
las brujas negras traían
la plaga de demonios
a través del bosque del sur.
Ahora únicamente quedaba ella
para evitar el final
de la ciudad de los navegantes.
Trepó hasta la torre,
encontró la habitación de cristal,
la luz arcana guiaba a las
naves evitando los acantilados.
Tomó el manuscrito
y comenzó a recitar las palabras
conjurando el hechizo.
La montaña del sur se estremeció,
los antiguos moradores
despertaban al fin de su sueño,
blandiendo martillos,
escudos de acero,
bajando desde la fortaleza de piedra
derribando a los invasores,
invocando al viento y al trueno
purgando a las brujas negras.
Se detuvo cansada,
mientras ella viviera
la ciudad estaría a salvo.
Pronunció el nombre
de un guerrero caído,
le pidió a los dioses que cuidaran
de él por ella, hasta que la senda
de plata se formara en el cielo.
como un enjambre de carroñeros,
topándose con las defensoras.
La última de siete los enfrentó,
cubierta de plata,
sus aceros se movían
recubriéndose de sangre
hasta que al final sólo quedó ella.
Sintió la tierra temblar,
las brujas negras traían
la plaga de demonios
a través del bosque del sur.
Ahora únicamente quedaba ella
para evitar el final
de la ciudad de los navegantes.
Trepó hasta la torre,
encontró la habitación de cristal,
la luz arcana guiaba a las
naves evitando los acantilados.
Tomó el manuscrito
y comenzó a recitar las palabras
conjurando el hechizo.
La montaña del sur se estremeció,
los antiguos moradores
despertaban al fin de su sueño,
blandiendo martillos,
escudos de acero,
bajando desde la fortaleza de piedra
derribando a los invasores,
invocando al viento y al trueno
purgando a las brujas negras.
Se detuvo cansada,
mientras ella viviera
la ciudad estaría a salvo.
Pronunció el nombre
de un guerrero caído,
le pidió a los dioses que cuidaran
de él por ella, hasta que la senda
de plata se formara en el cielo.
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