lunes

Charly

El patio se quedó vacío denotando esa partida que no será definitiva, siempre existe un momento de reencuentros aunque sea en los sueños que albergan esas partes del alma que vamos perdiendo entre las risas y el dolor. Se ha ido a contemplar la fábrica de rayos y truenos cuyo vigía le resulta familiar sólo que esta vez no caerá en el truco de dejarse llevar lejos, seguirá sus pasos hasta el borde del cielo en él que se despeñan las lágrimas formando al océano de abajo que moja los pies del viejo Antonio.